Montones de veces habremos leído eso de que en el campo sin brújula podemos saber donde está el Norte mirando los troncos de los árboles. En la zona Norte (en nuestro hemisferio, claro), al estar menos soleada, conserva más humedad y los líquenes y musgos crecen mejor. Esta afirmación está sometida a variaciones relacionadas con otras fuentes humedad y sombra, como puede ser un río, una pared de rocas o la simple orientación del valle o ladera donde nos encontremos.
La semana pasada, haciendo trabajos de jardín me fijé en los líquenes que hay en el tronco de uno de los olmos de mi jardín y me di cuenta de que cumplen la norma a la perfección.





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