lunes, 3 de febrero de 2014

Aves invitadas a comer en el jardín

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Gorriones y tórtolas compartiendo comida mientras nieva en el jardín.
El invierno es duro para las aves.  A pesar del magnífico aislante térmico que suponen las plumas, estos animales tienen un metabolismo muy activo y necesitan consumir mucho alimento en relación a su tamaño. Por eso, particularmente los que nos hemos ido a vivir al campo y, en cierto modo, hemos invadido con nuestras casas y jardines sus hábitats, casi tenemos la obligación de facilitarles la vida en la medida de lo posible.
Tórtola turca comiendo Sedum, no en vano llamado panpajarito. El sedum crecía espontáneamente en una roca del jardín, pero con el tiempo lo he ido poniendo en otros lugares.
La primera medida es, sin duda, diseñar un jardín "amigable" para las aves y para el resto de la fauna, con lugares donde esconderse, anidar, buscar refugio y alimentarse. Para ello nada mejor que usar árboles y arbustos autóctonos y propios de la zona donde tengamos la casa. Por ejemplo, en mi jardín, como ya he mostrado otras veces, tengo varias especies que en otoño e invierno producen bayas que pueden alimentar a los pájaros, como madroño, durillo, serbal de los cazadores, hiedras, acebos y escaramujos y también algunos frutos de verano. Además, como puse en una reciente entrada, un olivo que a pesar del frío se ha adaptado bastante bien, ofrece las aceitunas a la mayor variedad de aves que he visto juntas en mi jardín. 
Bayas de acebo, un inmejorable alimento para las aves en invierno. Sin embargo, he notado que les cuesta trabajo entrar a ellos si no están totalmente maduros, quizás por lo espinoso de sus hojas. Sin embargo, en cuanto maduran desaparecen rápidamente.
Todo ese conjunto de árboles, arbustos y otras plantas no solo ofrecen alimento directo, sino que proporcionan escondrijos y un entorno familiar y seguro para las aves. Así, algunos pájaros tienen especial predilección por las plantas aromáticas para hacer su nido. Se ha demostrado que las planrtas aromáticas tienen efectos antiparasitarios en el nido y a primera hora de la mañana se les puede ver arrancando y llevando ramitas de menta. 
Frutos de serbal de los cazadores en plena maduración. El serbal da unas flores con un olor maravilloso que atrae a los polinizadores en primavera y sus frutos otoñales son una delicia para los pájaros.
Pero los frutos no suelen durar mucho tiempo, sobre todo los del serbal y los acebos, desaparecen pronto y si queremos que ayudar a las aves y que sigan viniendo asiduamente, les tenemos que proporcionar otro tipo de alimentos y, especialmente en invierno, a ser posible más energéticos.
Hace unos días puse en Facebook unas fotos de aves en un comedero en El Ventorrillo y a raíz de ellas me han hecho varias preguntas, así que creo que la mejor manera de responder es con esta entrada.
Tórtola turca mirando con curiosidad una nueva cámara espía que coloqué en el comedero. Es curioso ver la rapidez con que algunas especies se adaptan a los cambios y nuevas ofertas alimenticias y cómo otras son muy desconfiadas. No es el caso de estas tórtolas, que están muy adaptadas a la presencia humana, de ahí su éxito en la dispersión de la especie.

En casa el comedero que podríamos llamar principal, es una bandeja hecha con maderas recicladas puesta a unos 160 cm de altura en un poste. En él pongo, casi a diario todos los restos de pan que quedan en la mesa y también alpiste y diversas semillas, así como otro tipo de restos de la cocina, como puede ser el arroz. En él comen numerosos gorriones, alguna que otra urraca, mirlos y un valiente petirrojo invernante. Este año se han añadido una pareja de tórtolas turcas que intentan dominarlo poniéndose en medio, pero poco pueden hacer ante el acoso de los gorriones.
Carbonero común defendiéndose del intento de robarle la comida ante un gorrión.

Otros comederos que siempre tengo disponibles son un par de ristras de cacahuetes con cáscara y sin sal, que cuelgo en un árbol y en la ventana de la cocina. A ella acuden los carboneros comunes que tienen sus más y sus menos con los gorriones gorrones que les arrebatan la comida como conté en otra entrada.
De cuando en cuando he puesto un coco cortado y colgado, que ha sido el mejor método para atraer a los carboneros garrapinos, que no se suelen ver mucho por aquí. Cuando se gasta la carne del coco se puede rellenar con algunas de las pastas para aves que recomiendan numerosas webs y libros, pero debo confesar que yo no soy cocinillas ni para eso y alguna que otra me ha salido bastante mal.

Carbonero garrapinos comiendo coco.

Tanto los cocos como los cacahuetes, son un buen sistema para proporcionar alimento a páridos sin interferencias de aves de gran tamaño, urracas, rabilargos y las propias tórtolas, ya que estas aves no son tan buenos acróbatas como los pequeños páridos. 

Gorriones en un comedero comercial con semillas para canarios.

Alguna vez he colgado un comedero de semillas de los que venden para las pajareras en las tiendas de animales, porque lo encontré en unas rebajas, pero no me gusta mucho porque los gorriones tiran muchas semillas al suelo y, además, en cada uno de los agujeros solo puede comer un ave y se organizan bastantes peleas entre ellos. Para eso sería más práctico hacer un comedero casero con una botella de plástico agujereada y atravesada por palos para hacer de posadero.
Carbonero común comiendo las semillas de un "palito de miel" que se suele dar a los pájaros de jaula.
De cuando en cuando, si me pillan a mano cuando voy a supermercado, compro y coloco los típicos palitos de semillas con miel que también venden en pajarerías. Les encanta a los páridos y a los gorriones, que toman posturas muy graciosas para alcanzarlas.
Urraca en el momento de pescar el pienso de los peces que flota en el estanque.

De todas maneras, haciendo ofertas alimenticias variadas, es muy curioso y divertido ver como se las apañan los distintos pájaros para conseguir la comida. Por ejemplo: las urracas eran capaces de "pescar" el pienso que yo ponía a las carpas koi del estanque , aún haciendo equilibrios. Por cierto era pienso para gato, que sale más barato que el de peces y tiene la misma composición, sobre todo el de salmón.

Urraca con el fruto de su pesca, un granulo de pienso.
Pero es más, aprendieron que en el agua el pienso se ablanda y se puede comer mejor y fueron capaces de robar el pienso que les ponía a los mastines, de gránulos muy grandes y duros, para dejarlo flotando en el estanque hasta que lo pudiesen comer. Así resolví el misterio de cómo llegaba el pienso de los perros al estanque, que estaba en el otro lado de la casa, donde los perros no podían pasar.

Ventana de la cocina de casa donde se ve la ristra de cacahuetes (hecha con un alambre de pincho moruno) y un gorrión mirando a ver si el carbonero se dejó alguna semilla al alcance de su pico. Los gorriones no son capaces de romper las cáscaras de los cacahuetes, por eso acosan a los carboneros.

Otro sistema posible para evitar que las aves grandes, especialmente los córvidos, dejen algo para los pájaros pequeños, es poner la comida en la misma ventana o terraza, porque, al menos en mi casa, no se atreven a acercarse tanto. Por eso y para hacer mejores fotos y observaciones, tengo una ristra de cacachuetes en la reja de la ventana.
Por cierto ya que hablo de rejas, he visto que son la mejor manera de evitar el choque de las aves con las ventanas, aunque en grandes ventanales es complicado y caro ponerlas.
También se me ocurre que para que pájaros grandes no alcancen la comida se podría poner la comida en una especie de jaula de barrotes lo suficientemente separados para que entren los pájaros pequeños, pero no tanto como para que quepan los grandes. En casa, si se ponen muy pesadas las tórtolas, a lo mejor termino haciéndolo.

Zorzal en el momento de beber en el estanque, donde hay mallas de plástico para que puedan posarse y no caer al agua.

En verano más importante que la comida es tener agua disponible. En casa no tengo problema porque hay dos estanques y varios recipientes con peces y plantas acuáticas, pero es importante tener precaución porque si las paredes son muy lisas los pájaros pueden caer y ahogarse, sobre todo en el periodo de los pollos volantones. Para ello, los recipientes donde no hay muchas plantas que les faciliten el acceso y la salida del agua, les pongo mallas de plástico bien sujetas a la orilla. Esto sería muy conveniente en las piscinas, una o varias de estas mallas en las esquinas pueden salvar la vida a pájaros, lagartijas e  incluso insectos. Y si están colocadas cerca de la entrada de superficie de los filtros (skimer) mejor será, pues también valdrán para retener hojas u otros restos que caen al agua y que es mejor que no entren al filtro.
Si no se tiene estanque habría que poner un recipiente con agua de poca profundidad para que puedan beber y bañarse, aunque hay que renovar el agua para que no se críen mosquitos y no se ponga el agua verde de algas.
En invierno, durante las heladas sin nieve, también es importante proporcionarles agua líquida y conviene romper el hielo de los estanques en algún rincón, donde pronto acuden a beber.
También es buena idea dejar alguna zona del jardín con arena, porque los pájaros la usarán para sus baños en seco.
Mirlo bebiendo en los agujeros hechos en el hielo del estanque.

Por supuesto, comederos, bebederos e incluso las cajas nido, se deben poner a salvo de depredadores, especialmente gatos, que rápidamente aprenden donde se reúnen los pájaros para acecharlos. Es mejor que coloquemos los comederos y bebederos en zonas despejadas y a cierta altura desde donde se vea venir a los felinos. Por cierto, es curioso como los pájaros distinguen a los perros de los gatos, mi perra teckel, que tiene más o menos el tamaño de un gato, se pasea entre ellos sin que se asusten, así es ella, tan cazadora como yo. En su momento, a los tranquilos mastines casi se les subían encima y ya lo he comentado, les quitaban el pienso en su misma cara.