miércoles, 14 de octubre de 2015

Flores de hiedra y sus comensales (2)

El avispón europeo, sospechoso pero inocente... ¿o no tanto?

Hace justamente un par de años publiqué una entrada (1) en la que pasaba revista a las especies de dípteros (moscas) e himenópteros (abejas y avispas) que acudían a libar el néctar de las flores de hiedra. Es una de las pocas plantas floridas en esta época del año, lo que hace que cualquier día soleado sea un punto de atracción muy importante.
Hoy 14 de octubre la historia se repite con muy pequeñas variaciones.

Entonces no venían los abejorros, que esta vez sí que están, posiblemente porque este año se han marchitado antes las flores de la pasionaria que es su preferida cuando están disponibles, así como las flores del madroño, según conté en otra de las entradas (2).



Pero esta vez, en lugar de distraerme con la variedad de especies, me he concentrado en observar al avispón europeo, Vespa crabro.
Los avispones liban en las flores como cualquier otro himenóptero pues necesitan la energía que el néctar les aporta, para tan impresionantes vuelos y técnicas de caza.

Pero lo más impresionante es ver esta gran avispa sobrevolando los racimos de flores en busca de sus presas para caer sobre ellas como un ave rapaz. Sus presas serán el alimento de las larvas, que están en los nidos globosos, que seguramente se encuentren en algún árbol cercano, aunque no en mi jardín.
A veces, los avispones persiguen a las moscas y abejas cuando se asustan a su paso, pero en lo que más éxito tienen es en el ataque fulminante cuando sus presas están distraídas con la cabeza metida entre las flores. Incluso los he visto atacar a los abejorros que las superan en tamaño, aunque no en agresividad.
Una vez que capturan a su presa la muerden con fiereza y hasta llegan a cortarles la cabeza.

Los dípteros tienen el vuelo más rápido y acrobático, son más asustadizos y, por lo tanto, más difíciles de cazar. Las abejas de la miel son las más abundantes y son presa muy frecuente, pero posiblemente las que más sufren su acoso sean las avispas del género Polistes y Vespula, quizás por ser de vuelo más torpe o porque son menos asustadizas. El caso es que, aun siendo pocas, las que se acercan a la hiedra, caen con suma facilidad.

Como muestra, aquí la imagen del avispón sobre su presa, donde podemos apreciar también la diferencia de tamaño que hay entre ellos.

Y por último, el macabro resto del episodio anterior, la cabeza y patas anteriores de la avispa mordiendo la hoja de la hiedra, mientras que el resto se lo llevó volando.

No quiero dejar de señalar claramente la distinción entre el avispón europeo y el asiático. Últimamente en las redes sociales han aparecido decenas de fotos de avispones europeos cuyos autores preguntan si se trata del avispón asiático o, como han escrito algunos periodistas, el avispón asesino. Es evidente que usar ese nombre tiene éxito y sembrar alarmas también. Pero no, la mayoría de las veces no lo son. Para diferenciarlos, los avispones asiáticos no tienen colores castaños rojizos, sino negros, especialmente en la cabeza y tórax.
Avispón asiático, Vespa velutina, fotografiado por Teresa Ajenjo en Cantabria.
Por el momento es importante decir que sólo se han visto en el norte de la Península Ibérica, pero es posible que se extiendan hacia el sur y conviene estar atentos. Pero que no cunda el pánico y sobre todo que no se destruyan nidos sin estar completamente seguros de que se trata de la especie invasora.
Para recordar: Los avispones morenos son asiáticos y los rubios europeos.
Muchas gracias Teresa por la foto,

Entradas citadas:
(1) Las flores de hiedra y sus comensales, Biodiversidad en acción.
(2) El misterioso caso de las flores de madroño perforadas