Murciélago enano, Pipistrellus pipistrellus.
Viven bajo las tejas y se les ve salir por las noches, aparte del rastro negruzco que dejan en alero en las zonas por donde entran y salen. En una ocasión apareció uno en la pared al lado de la puerta de entrada y por eso puedo confirmar la especie. Desde 2019 habitan, aunque no permanentemente, en una caja nido que construí para ellos.
Topo europeo, Talpa europaea.
De cuando en cuando en la parcela aparecen los montones de tierra removidos por estos insectívoros. Nunca lo he visto.
Erizo, Erinaceus europaeus. No lo he visto en directo, pero varias veces nos han dejado sus “cagarrutas” de regalo. Una vez fue justo en el escalón de la puerta de casa y otra en la terraza. Entonces aprovechó para comerse más de 30 avispas muertas que habían caído de una grieta donde habíamos fumigado porque había un nido justo en la puerta de paso. Para mi tranquilidad (y la vuestra) un químico especialista me aseguró que el insecticida no era tóxico para el insectívoro.
Musaraña, (No pongo nombre científico porque no puedo asegurar la especie).
No puedo asegurar la especie, porque no recogí los huesos, pero un ejemplar apareció muerto en un gran cajón donde tenía unas tortugas de Florida hibernando.
Ardilla común, Sciurus vulgaris.
No se ve mucho por casa, supongo que porque no tengo pinos maduros, pero las nueces y las avellanas desaparecen antes de que las vea madurar. Sí se ve en la calle y pasando por encima de la valla. Así fue durante unos años, luego han desaparecido por completo. Creo que ha ocurrido así en muchos otros sitios, durante unos años hubo una expansión y luego han desaparecido o se han hecho más raras.
Rata, Rattus rattus.
Un par de ejemplares aparecieron muertos en el jardín. Tienen la coloración marrón claro y barriga blancuzca, propia de animales de campo. Eran unos animales hermosos que no me importa ver de vez en cuando... mientras no entren en casa. Una tuvo el descaro de anidar en la perrera, justo bajo la cama de la mastina, Bola, que está sobre una plataforma de madera para aislarla del suelo. No tienen nada que ver con las ratas grises (Rattus norvegicus), que habitan las cloacas y son transmisoras de enfermedades. La de la foto está muy estresada, pues la cogí con una trampa para capturas en vivo y la trasladé lejos de la urbanización. La foto es del momento de la suelta.
Ratón de campo, Apodemus sylvaticus.
Me ha pasado lo mismo que con las ratas. Utilizo una trampa para capturarlos vivos y los suelto bien lejos de las viviendas para que no sean envenenados o caigan en un cepo. El de la foto apareció muerto en el jardín. Intenté hacer un seguimiento del trabajo de los descomponedores, pero debió llevárselo una urraca. Espero que no fuese muerto por veneno.
Me ha pasado lo mismo que con las ratas. Utilizo una trampa para capturarlos vivos y los suelto bien lejos de las viviendas para que no sean envenenados o caigan en un cepo. El de la foto apareció muerto en el jardín. Intenté hacer un seguimiento del trabajo de los descomponedores, pero debió llevárselo una urraca. Espero que no fuese muerto por veneno.
Topillo, (No pongo nombre científico porque no puedo asegurar la especie).
Lo he visto pasar rápidamente por los pasillos que se ven al levantar alguna piedra y en el fondo del jardín se ve con frecuencia el suelo levantado que delata por donde han hecho el túnel. El de la foto apareció muerto en el jardín delante de la puerta de casa. Lo llevé al museo.
No incluyo aquí a mis perras, ni los gatos del vecindario, ni tan siquiera a las vacas que un buen día nos invadieron el jardín cuando aún no teníamos la puerta montada. Ni a nosotros, los representantes del orden de los primates, la especie invasora.
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