martes, 3 de febrero de 2009

Ganas de primavera

En estos últimos días pocas veces ha salido el sol entre nevada y nevada, pero su efecto en la fauna, especialmente en las aves, ya se ha hecho notar.
Los gorriones ya han cantado entre las arizónicas a la caída de la tarde, cuando se reunen para dormir. Un macho de gorrión, en Madrid, ya mostraba la pechera negra y no solamente el corbatita de invierno. Aquí se les aprecian ya algunas nuevas plumas negras. Esta mañana cinco mirlos andaban a la gresca en el césped del Museo, tres machos y dos hembras.
El olmo del jardín ha abierto sus insignificantes pero numerosas flores, aunque las ramas estén cubiertas de nieve.
Las urracas ya están empezando a hacer sus reclamos. Se posan en la rama más alta de un cedro o árbol parecido y agitan la cola a la vez que emiten un “piiiác”. Dentro de nada empezarán con los vuelos de exhibición dejándose caer, subiendo de nuevo en una especie de “looping” y volviendo a bajar, siempre con las alas bien abiertas. Generalmente otra urraca le seguirá y se posarán en otro árbol próximo con toda clase de graznidos y llamadas “crec, crec, crec, …” , persecución entre los árboles y luego, subida a lo alto y volver a empezar. Quizás entre tanto se meta otra por medio y haya escaramuzas. Las grajillas andan también con arrumacos y afianzando su relación dentro de la bandada que sigue un estricto orden jerárquico. Se suelen unir de por vida, y las nacidas el año pasado buscan su pareja. Pero a veces, como explica Konrad Lorenz en su libro “Hablaba con las bestias, los peces y los pájaros” una defunción o pérdida de pareja puede provocar cambios en la estructura social del grupo y nuevos emparejamientos.
En la foto, de unos álamos de Alpedrete, en un aparente desorden, se distingue que cada pareja se posa junta. Y mirándolas un buen rato te das cuenta de como expulsan a las que se acercan demasiado, por eso es una algarabía hasta que se organizan y muchas veces es tal el jaleo que vuelven todas a volar para tomar nuevas posiciones.
Y, como ya anuncié, los gatos han empezado sus maullidos nocturnos, persecuciones y broncas.

6 comentarios:

  1. Por aquí andan revolucionadas desde hace unas semanas, no menos de 20 parejas juntas.

    Las que prácticamente han desaparecido son las tórtolas turcas, que hace 10 años eran abundantes. Ahora hace ya 4-5 años que las que entran en la ciudad son las torcaces, no veas el susto cuando levanta el vuelo alguna posada en un árbol...

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  2. Hola Manuel,

    Je, je, la primera frase no sé a que especie te refieres. Supongo que a grajillas.
    Las torcaces están entrando en las ciudades a lo grande.
    De momento no hay preocupación porque no se posan ni anidan en los edificios históricos sino en los árboles, pero las cagadas son de impresión...
    Me decía un cazador que en el campo casi han desaparecido y ya casi ni se la plantean como especie de caza, que antes era muy frecuente su caza "al paso". Creo que ellos mismos han hecho una selección negativa hacia las migradoras y han favorecido a las sedentarias y urbanas... si es que eso se hereda.
    Las tórtolas, debe ser el único sitio porque aquí, en Madrid ciudad, antes no existían y ahora se ven mucho.

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  3. Hola Jesús,

    Me refería a las urracas (o picarazas como las llamamos aquí), grajillas nunca he visto por donde vivo.

    Lo de las tórtolas es una disminución brutal, hasta hace nada las había en grandes cantidades y hoy casi son raras de ver.

    Las que sí están aumentando en número y en área de distribución son las cotorras argentinas, empezaron en una pequeña zona hace 12 - 14 años y ya están por toda la ciudad y alrededores.

    Un saludo,

    Manuel...

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  4. ¡Ah bien! me había despistado el que hablases de 20 parejas juntas. Es verdad que sus grupos no son tan compactos como los de las grajillas o los rabilargos, pero sí que tienen algo de gregarismo y posiblemente los ejemplares de una zona interrelacciones y se conozcan.

    Las cotorras argentinas están invadiendo las ciudades literalmente. El año pasado por el mes de marzo, más o menos, vi el primer ejemplar cerca del Museo y ya hay varias parejas por aquí establecidas en la zona de Nuevos Ministerios. Lo de los jardines históricos, como la Casa de Campo, Ciudad Universitaria y Retiro es brutal.
    Los ornitólogos, según se lee en el Atlas de las Aves nidificantes, son reacios a campañas de exterminio, pero son realmente dañinas. Árboles históricos pueden correr peligro porque se alimentan de sus brotes. Además, expulsan a otras especies.

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  5. Me ha encantado, sigo a las urracas de cerca porque estoy ¡rodeada! Y a gorriones, rabiliargos, lavnaderas, petirrojos y colirojos tizones.

    Esta parte de la naturaleza que soy yo tiene unas ganas locas de sol, por favor. De primavera. ¿Nos falta mucho, Jesús?

    Un abrazo y gracias por escribir
    Aurora

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  6. Aurora, Ja, ja, ¡ojalá lo supiese!
    La verdad es que se echa de menos un poco de sol. Los días se están alargando pero con tanta nube casi no nos damos cuenta.
    Nunca, en los 10 años que llevo viviendo aquí, había pasado un invierno tan húmedo y tan nevado. Sí más frío, pero seco.
    Habitualmente febrero es tiempo de grandes heladas nocturnas pero con días de sol.
    Yo estoy contento porque esto le viene muy bien al campo espero que los anfibios puedan criar a placer esta primavera y que se recarguen los acuíferos. Pero reconozco que tener las carreteras en mal estado es incómodo y se me han fastidiado varias excursiones.

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