lunes, 1 de diciembre de 2008

Días de pájaros hambrientos

Frío fin de semana que invita a estar caliente en casa y observar los pájaros que acuden al jardín en busca de alimento.

Una pareja de currucas capirotadas, Sylvia atricapilla ha estado recorriendo el olivo comiendo aceitunas. En la foto el macho. Este año la producción de aceitunas ha sido escasa así que toda la cosecha será para los pájaros. Un alimento muy energético que les ayudará a pasar el invierno. Otros años los estorninos han sido plaga. Este año parece que aún no se han enterado.


Los gorriones, Passer domesticus, me esperan cada día a la hora en que les pongo pan y alguna otra golosina procedente de la cocina. Eso cuando no se lo disputan las urracas, que esas sí que son "gorronas".

Las urracas, Pica pica, esconden los trozos de alimento más grandes para buscarlos más tarde, cuando no tienen otra cosa que comer. Usan mucho los huecos entre la rocalla y si tienen un buen montón de arena, mejor aún. En casa roban el pienso de los perros y a veces lo dejan caer el en estanque para comérselo cuando está blando. Ahora no les vale porque una fina capa de hielo cubre su superficie.



Y, aunque esta foto no es de hoy, otros alegres visitantes del jardín son el carbonero común, Parus major (el de la foto) y el carbonero garrapinos, Parus ater. Al parecer estos páridos españoles no están acostumbrados a comerse los cacahuetes colgados, como nos dicen las guias de pájaros inglesas, y no se enteran de que dentro hay algo comestible a no ser que les abra un poco las cáscaras.




Y al inquieto petirrojo, Erithacus rubecula, al que no se le pasa por alto ninguna novedad en cuanto a comida se refiere.





Todas estas fotos están hechas en mi jardín, desde la ventana de la cocina, con un objetivo de 300 mm. Algunas quedan un poco veladas por el reflejo del cristal de la ventana.
Hoy también he visto mirlos, colirrojo tizón, lavandera cascadeña y chochín.

7 comentarios:

  1. Muchas gracias, Jesús, por compartir tus observaciones y tu amplia experiencia de campo –en muchos campos- con quienes curioseamos la vida incluso desde el monitor de cualquier ordenador.



    Un fuerte abrazo y enhorabuena.



    Fcº Javier Barbadillo

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  2. Enhorabuena Jesús, es un verdadero placer poder disfrutar de los enormes conocimientos y la experiencia de uno de los mejores profesionales de la zoología que podemos encontrar en este país

    Gracias, Isabel

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  3. Gracias Javier y gracias también a ti, Isabel, aunque te lo tomes a cachondeo, sé que lo haces de cariñito.

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  4. Tengo una pareja de colirrojos también que me visitan, y lavanderas, carboneros (colgué un comedero de pájaros), las urracas organizan unos follones considerables. A las currucas en cambio no las vi, estaré atenta.

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  5. Me encantó leer lo que cuentas de las urracas. Es increíble conocer los muchos recursos que tienen para buscarse la vida.
    No tienen buena prensa, pero a mi me caen simpáticas, además -voy a hacer de abogada del diablo :)- ly... bueno ya pensaré en argumentos para defenderlas, ahora no se me ocurren... lo dejo pendiente para otro día :))

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    1. Gracias Chelo. Te voy a dar un buen argumento: En los pinares donde hay urracas también hay críalos. Estos, como el cuco crían a sus pollos en nidos ajenos y están especializados en hacerlo en nidos de córvido, especialmente urracas y cornejas, que ya hay que ser listo para engañarlas. Y el críalo, es el mayor depredador natural de orugas de procesionaria del pino. Son capaces de tragarse las orugas sin que les afecten los pelos urticantes. Un tanto intrincado, pero muestra como la naturaleza equilibra las cosas si se la deja.

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  6. Pues sí que es un buen argumento y ahora ya sé por qué frecuentan tanto unos pinares cercanos.
    Saludos

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