Es una abeja con cara de mala, realmente su aspecto de avispa robusta y el vuelo potente y zumbador hace que tomemos precauciones ante su presencia. En mi jardín, en una zona de paso donde las flores de lavanda invaden el camino, no hay quien no pase con cierto reparo. Sin embargo, todo son apariencias, esta abeja no pica.
Es de la misma superfamilia que las abejas de la miel, los apoideos, de la familia Megachilidae y pertenece al género Anthidium, muy posiblemente de la especie A. florentinum,
A diferencia de otras abejas no es colonial, lleva una vida solitaria y es muy territorial con dominancia masculina. Los machos sobrevuelan un macizo de flores, en mi jardín las lavandas y las salicarias, expulsan de los alrededores a todas las abejas y abejorros que osen acercarse por allí y persiguen a sus congéneres competidores. Una pequeña mata de lavanda solo da para un territorio, pero las salicarias de mi jardinera pantanosa o los setos de lavanda permiten que varios machos se repartan una amplia zona con continuas disputas vecinales.
Prefieren los grupos de flores que están al sol, posiblemente porque necesitan el calor para poder desarrollar su elevado metabolismo y potentísimo vuelo. He visto como los abejorros del género Bombus, bastante más grandes de ellas, se quedan en las flores sombreadas con tal de no acercarse al territorio de un macho de esta especie.
Quizás su aspecto, que recuerda al avispón, Vespa crabro, que es carnívoro y ataca a las abejas, le valga para asustar a su semejantes. Sería entonces un caso de mimetismo batesiano, por el que un animal inofensivo se protege con la coloración de un animal peligroso (perfectamente explicado aquí, en la wikipedia). Sin embargo, se diferencian claramente de los avispones por la línea negra dorsal que recorre su abdomen, tal y como se ve en la foto de arriba. Las hembras son bastante más pequeñas y esbeltas. En cuanto entran en un territorio y llegan a posarse en una flor, son inmediatamente abordadas por el macho que copula con ellas sin contemplaciones durante tres o cuatro segundos. La actividad sexual es realmente incesante y hay momentos en que caen sobre una hembra cada diez o quince minutos. Es de suponer que a mejores territorios y flores, mayor número de hembras acuden y así los machos más fuertes cubren a más hembras. De hecho, durante un rato de observación, las tres hembras que ví se posaron en la misma flor entre más de un centenar. ¿O fue la misma hembra? ¡Quien sabe! Apenas empieza a caer la tarde su metabolismo disminuye casi de golpe y buscan una flor, hoja o ramita donde se agarran fuertemente con las mandíbulas y repliegan las patas hacia atrás. De esa manera el cuerpo queda como flotando en el aire. Tienen así el aspecto de un insecto momificado y ofrecen, por fin, un momento tranquilo para poderlas fotografiar, aunque sea cuando hay menos luz.
Prefieren los grupos de flores que están al sol, posiblemente porque necesitan el calor para poder desarrollar su elevado metabolismo y potentísimo vuelo. He visto como los abejorros del género Bombus, bastante más grandes de ellas, se quedan en las flores sombreadas con tal de no acercarse al territorio de un macho de esta especie.
Quizás su aspecto, que recuerda al avispón, Vespa crabro, que es carnívoro y ataca a las abejas, le valga para asustar a su semejantes. Sería entonces un caso de mimetismo batesiano, por el que un animal inofensivo se protege con la coloración de un animal peligroso (perfectamente explicado aquí, en la wikipedia). Sin embargo, se diferencian claramente de los avispones por la línea negra dorsal que recorre su abdomen, tal y como se ve en la foto de arriba. Las hembras son bastante más pequeñas y esbeltas. En cuanto entran en un territorio y llegan a posarse en una flor, son inmediatamente abordadas por el macho que copula con ellas sin contemplaciones durante tres o cuatro segundos. La actividad sexual es realmente incesante y hay momentos en que caen sobre una hembra cada diez o quince minutos. Es de suponer que a mejores territorios y flores, mayor número de hembras acuden y así los machos más fuertes cubren a más hembras. De hecho, durante un rato de observación, las tres hembras que ví se posaron en la misma flor entre más de un centenar. ¿O fue la misma hembra? ¡Quien sabe! Apenas empieza a caer la tarde su metabolismo disminuye casi de golpe y buscan una flor, hoja o ramita donde se agarran fuertemente con las mandíbulas y repliegan las patas hacia atrás. De esa manera el cuerpo queda como flotando en el aire. Tienen así el aspecto de un insecto momificado y ofrecen, por fin, un momento tranquilo para poderlas fotografiar, aunque sea cuando hay menos luz.
Muy interesante.
ResponderEliminarEl otro dia vi una especie de abeja ( o supongo que era abeja) que no había visto nunca, tendría que haberla hecho una foto y habértela mandado :). Me llamó la atención, con un abdomen muy planito y una coloración rayada y bonita. No tenía aspecto de peligrosa, estaba en una flor tan ricamente.
Hola Mamen,
ResponderEliminarNo te creas que soy un experto en abejas y avispas, lo que opcurre es que cada vez que encuentro un bicho me da por buscar información y no suelo para hasta encontrarla. De todas maneras estaré encantado de recibir las fotos que quieras y colaborar en la identificación.
Buenas Jesús. Muchas gracias por este blog sobre este insecto. Yo lo he descubierto este verano porque eligió mis dos lavandas como su territorio y pude apreciar su comportamiento tan nuevo, agresivo e interesante para mi. Gracias a tu blog ahora puedo ponerle nombre. Me gustaría enviarte las fotos que saqué.
EliminarGracias. Puedes hacerlo a jesusdorda@yahoo.es
EliminarPues de estas también visitan mi patio-jardín-recintocampestre, pero no están en la lavanda porque ya sus flores se marchitaron, las encuentro en las flores de las hierbabuenas. No sabía que descansasen de esa forma tan peculiar, las buscaré al atardecer.
ResponderEliminarQue suerte con la Coronella austrica. Cuando me topo con ellas salen derrapando las muy fugaces.
ResponderEliminarLa avispa será inofensiva, pero con los alicates que lleva en la parte inferior de la cabeza, casi mejor, no estorbarla con su faena, ni acercar la cara.
Saludos.
Así que las mandíbulas son para dormir...¿No las emplea también para comer?
ResponderEliminarFascinante animalejo ¡Muy avispado!
Gracias por dejarlas entrar a tu blog, aunque, por si acaso...me marcho zumbando.
Saludos.
Pues por más que me he puesto a mirarlas no he conseguido verlas comer. Se dedican más bien al sexo y la violencia.
ResponderEliminarJajajajaja (me ha hecho gracia el comentario) "se dedican al sexo y la violencia", jijiji, ¡qué agresivas!
ResponderEliminarCreo que esta es la que yo llamo "abeja de la lavanda". No sabía lo de la territorialidad. Es muy curioso lo que hacen para dormir, se quedan mordiendo una lavanda y entonces puedes acercarte mucho para fotografiarlas. Pero si deciden marcharse, entonces se ponen a zumbar para calentarse. Un animal muy simpático, en mi opinion.
ResponderEliminarAbeja procede de "apicula", diminutivo de "apis". En español un montón de palabras son diminutivos del latín... Según tengo entendido, las abejas están sufriendo un serio problema de extinción. ¿Sabes algo?
ResponderEliminarPor cierto, las fotos están muy bien.
Frikosal, si que son curiosos. La verdad es que los insectos ofrecen un montón de posiblidades para los "naturalistas de andar por casa" como yo mismo.
ResponderEliminarJosé, he borrado uno de tus comentarios porque que ha salido repetido. Yo no entiendo de abejas domésticas pero sí que hay una infección muy seria, creo que bacteriana, que se está extendiendo por las colmenas de todo el mundo, procedentes de los EEUU. También he leído en algún sitio que ha habido muchos ataques de ácaros en las colmenas.
Esperemos que las supervivientes sean cada vez más resistentes a esa nueva infección y en unos años sea un problema casi superado, como ocurre ahora con la enfermedad de los conejos.
Jesús, necesitamos de tu ayuda en este blog:
ResponderEliminarhttp://bicheandoatope.blogspot.com/2009/07/caballitos-del-diablo.html
;-) ;-)
¡Muchas gracias por tu ayuda!
ResponderEliminarSigo teniendo dudas -te he hecho la pregunta en el otro blog también, aunque te la traslado aquí por si no lo lees pese a saber que no viene a cuento en este post, pero bueno- en el macho está claro que es un Calopteryx xanthostoma, pero ¿cómo distingues a una hembra Xanthostoma de una Virgo si no es tan clara esa división a mitad del ala como en el macho? ¿Por las manchitas blancas que tiene al final?
(Perdona que abuse de tus conocimientos, pero es que me gustan mucho esos caballitos del diablo y me gustaría saber ;-)
¡Gracias!
Te respondo allí, Mamen.
ResponderEliminarOK! Ya leí. Muchas gracias!!! ;-)
ResponderEliminarHola Jesús:
ResponderEliminarInpresionantes tus observaciones de esta abeja en el jardín. Con un poco de curiosidad y ganas de aprender se pueden descubrir interesantes aspectos de la vida animal.
Siempre me ha sorprendido esos mimetismos batesianos de las moscas de la familia de los sírfidos que parecen abejas y ponen a buen recaudo a muchos posibles depredadores.
Un abrazo,
Fernando Ávila.
Efectivamente el texto esta clavado.
ResponderEliminarTe he añadido tu blog en mis Blogs de Interes.
Un saludote Jesus
Yo no he puesto el texto en la Wikipedia, otro habrá sido. Pero es que además no lo encuentro pues me dice que no hay página para esa palabra. Por favor ¿puedes ponerme el enlace?
ResponderEliminarJesus, no he mirado por el nombre del insecto, porque no lo conocia. Busque informacion sobre el descanso de insectos, de abejas o avispas. El link no lo tengo, pero probare encontrartelo.
ResponderEliminarUn saludo
¡Pero hombre! si tenías otra entrada del 2007 dedicada al mismo insecto:
ResponderEliminarhttp://macrofoted.blogspot.com/2007/02/anthidium-florentinum.html