Continúo con esta serie dedicada a los hemípteros heterópteros, es decir, a las chinches que he llamado escudo por su forma y colorido.
La chinche mediterránea, Carpocoris mediterraneus, es una de las más abundantes y fáciles de ver en nuestra zona de campeo. Se puede encontrar en muy diversas plantas, pero yo tengo la impresión de que es más abundante en los cardos, tanto en los cardos marianos, borriqueros y otros de su familia, que están en su apogeo más bien en primavera y a principios de verano, como en los falsos cardos corredores más entrado el estío.
Así es como esta especie ha llegado a mi jardín, tanto como en el entorno de prados de mi casa, y las he fotografiado y mostrado en este blog en diversas ocasiones, como puede verse
AQUÍ.Carpocoris en cópula sobre la inflorescencia de un cardo borriquero, Onopordum acanthium, en mi jardín. 30 de junio 2020
Como ya he contado otras veces, todos los años suelo dejar que algún cardo crezca en algún rincón del jardín donde no molesten al paso, porque me dan la oportunidad de observar la numerosa fauna de insectos que atraen. Y no solo insectos, también aves como jilgueros, verderones y verdecillos que me lo agradecen y, a veces, hasta se dejan fotografiar... bueno, solo a veces.
Pero no me voy a distraer, hoy va de chinches. Así, en la foto anterior muestro una pareja de Carpocoris mediterraeus en cópula, en un cardo de mi jardín.
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Puesta de Carpocoris entre las espinas del cardo. |
Unos días después de esa cópula, con los adultos aún pululando por el cardo encontré esta puesta y no me cupo duda de que se trataba del fruto de esa unión, ya que era casi idéntica a la que vi hace ya unos años sobre las acículas de un pino en la playa de La Marina, en Alicante, con la protagonista en plena faena. No parece que sea una coincidencia la forma de acícula de los dos lugares de puesta, bien diferente a la puesta, más numerosa y en una hoja plana, de Nezara viridula que mostré en la anterior entrada.
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Momento de la puesta en las acículas de pino. Alicante.
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Pensaba que iba a tener la oportunidad de hacer un seguimiento del desarrollo de estas chinches como el que mostré en mi anterior entrada, pero no fue así, el tiempo transcurrió y nada nacía. Y no solo eso, sino que empezó a crecer moho sobre los huevos, lo que indicaba que posiblemente estaba muertos.
Sin embargo, en algo en equivoqué, no todos estaban muertos, al menos de uno de ellos nació una avispilla parásita, como puede verse en las siguientes fotos.
Me quedé sin poder fotografiar las ninfas en ese momento y han tenido que transcurrir más de 3 meses, desde el 30 de junio hasta el 6 de octubre, para que encuentre una ninfa de la especie, de los últimos estadios, en otra zona del jardín. Ha merecido la pena, es toda una belleza, con los brillos dorados que la adornan.
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Carpocoris mediterraneus. Ninfa en los últimos estadios (creo que el 5º) sobre la lavanda del jardín.
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Taxonomía de Carpocoris mediterraneus.
La historia de la clasificación taxonómica de esta especie es bastante compleja y me ha costado dar con la conclusión final que he optado por seguir.
IBERFAUNA, la base de datos del proyecto FAUNA IBÉRICA del MNCN, no la considera especie válida entre las cuatro existentes en la Península. Sin embargo, cita un artículo que sí lo hace. Es un trabajo del 2013 que puede consultarse en ESTE ENLACE. En él se concluye, con evidencias moleculares, que Carpocoris mediterraneus es una especie válida, muy común en España y diferente que Carpocoris fuscispinus con la que se había sinonimizado. Las dos especies coinciden en muchos lugares del continente europeo, también en varios sistemas montañosos de Península Ibérica. Incluso se han encontrado ejemplares de las dos especies en la misma planta, lo que refuerza la teoría de que son dos especies distintas que no hibridan. Las montañas parecen ser refugios fríos que datan desde las glaciaciones, algo que en el trabajo comparan con la distribución de algunas plantas y a mi me recuerda a las lagartijas serranas. No figuran en el trabajo hallazgos de C. fuscispinus en Guadarrama, así que habrá que fijarse en las zonas más altas. Este trabajo nos muestra fotos muy elocuentes de la forma de diferenciarlas.
Por otra parte, en la Península Ibérica la subespecie aceptada es Carpocoris mediterraneus atlanticus. Pero en el mencionado trabajo parece ser que las diferencias con la otra subespecie Carpocoris mediterraneus mediterraneus no están tan claras.
Que seria bueno que subpiera yo aportar chinches a esta página que quieres abrir, ( si no entendi mal. ) Graciasa J. Dorda. ¡¡
ResponderEliminarKaxkazuri. Me he debido explicar mal, no, no tengo intención de abrir ninguna nueva página, iré poniendo mis notas sobre las chinches aquí en el blog. Si te interesa el tema, hay un grupo dedicado a esos insectos en facebook, en el que puedes aportar tus fotos y, además, te pueden identificar la especie. Su dirección es esta: https://www.facebook.com/groups/467955489996150
EliminarSon beneficios o dañinos
ResponderEliminarNo tiene por qué ser lo uno o lo otro, simplemente vive su vida. Pero si lo preguntas por si es plaga en cultivos, la respuesta es no, ya que las plantas que suelen ser su alimento no son de interés económico. Tampoco se reproduce en tanta abundancia como para causar daños.
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