En el mes de septiembre, en esta entrada, que trataba sobre el cardo corredor, Eryngium campestre y las chinches que crían sobre ellos, mencioné que a costa de las raíces del cardo se desarrollaban las setas Pleurotus eryngii.
Pues bien, este fin de semana he podido asistir a la colecta de esta sabrosa seta y no puedo evitar cerrar el ciclo mostrando este fruto del otoño.
Este ejemplar fue el más hermoso de la escasa cesta que se recogió.
Nunca es suficiente la insistencia en decir que las setas se cortan con una navaja, nunca deben arrancarse, pues al tirar de ellas se daña al micelio que está bajo tierra y es el que posibilita que sigan creciendo más setas y que cumplan su función biológica.
Este ejemplar fue el más hermoso de la escasa cesta que se recogió.Nunca es suficiente la insistencia en decir que las setas se cortan con una navaja, nunca deben arrancarse, pues al tirar de ellas se daña al micelio que está bajo tierra y es el que posibilita que sigan creciendo más setas y que cumplan su función biológica.
Cuando las setas de cardo comienzan a desarrollarse son de forma redondeada y con el tronco situado en la parte central, pero si se las deja crecer, lo harán irregularmente y tomarán una forma excéntrica e irregular.
Seta que no has de comer, déjala crecer. Es importante dejar las setas que parezcan pasadas, estropeadas o atacadas por insectos, es decir las que es seguro que no nos vamos a comer, pues ellas sí pueden terminar de soltar las esporas que aseguren la próxima generación. Y, desde luego, no tocar las setas que no son comestibles o que no sabemos diferenciar.
Tampoco sería deseable que se colectaran todas las setas de un mismo lugar, pero es complicado que esto se cumpla en lugares donde son muchas personas aficionadas a la micología.
Seta que no has de comer, déjala crecer. Es importante dejar las setas que parezcan pasadas, estropeadas o atacadas por insectos, es decir las que es seguro que no nos vamos a comer, pues ellas sí pueden terminar de soltar las esporas que aseguren la próxima generación. Y, desde luego, no tocar las setas que no son comestibles o que no sabemos diferenciar.Tampoco sería deseable que se colectaran todas las setas de un mismo lugar, pero es complicado que esto se cumpla en lugares donde son muchas personas aficionadas a la micología. 
¡Eso son setas de cardo...y no lo que venden muchas fruterías como tal (la seta Pleurotus ostreatus
ResponderEliminarcultivada y bastante sosita)!
Saludos.
Claro Javier, he leído que la verdadera seta de cardo no se puede cultivar, supongo que por su relación con la raiz viva de los cardos. Por eso es mejor que no se comercialice demasiado, porque se podrían esquilmar las poblaciones, como ocurre con los níscalos en algunos sitios.
ResponderEliminarOtra cosa es que P. ostratus se debería comercializar con otro nombre. Me parece más adecuado seta de chopo.
Gracias, has sacado un tema muy interesante.
Por esta zona (Cartagena), por motivos obvios de clima, la micología es poco más que una leyenda urbana, por eso siempre me ha llamado mucho la atención la auténtica pasion que levantan los níscalos en cuanto te mueves hacia el interior.
ResponderEliminarAunque tengo que reconocer que la temporada que estuvimos criando setas en casa lo pasamos pipa (y nos hartamos de comer setas de Ostra, de una empresa que por cierto vende setas de cardo)
... Como acabo de contar en mi blog lo que verdaderamente me fastidia son las máfias que se dedican a recolectar sectas: no hacen nada más que destrozos...
ResponderEliminarSaludos.
No sé, Trebol, había leído que no se podía cultivar. Habrá que ver si de verdad es la de cardo o no. Creo que hay una subespecie que es distinta a la que estamos hablando. De hecho, la foto que aparece en la página web muestra una seta de color mucho más claro. Además, nunca he visto a las setas de cardo crecer así de arracimadas como sí ocurre con las de chopo y ostra.
ResponderEliminarMuchas veces he estado tentado de comprar uno de esos paquetes de paja donde se crían setas, pero no me he decidido. Antes las veía en algún centro de jardinería, pero hace tiempo que no las veo.
Anzaga, así es, hay quien se cree dueño del monte y quien destroza todo lo que desconoce. Incluidas setas muy valiosas gastronómicamente, pero por simple ignorancia las desprecian y destruyen.
ResponderEliminarYo hace tiempo que no recojo ninguna.
Hola Jesus, muy bueno el blog y tambien el articulo sobre las chicharras en Quercus. Queria darte las gracias por ser el primero en comentar el mio. Espero que nos encontremos algun dia por la sierra, si vas con los mastines seguro que te reconozco. Un saludo
ResponderEliminarHola Luis,
ResponderEliminarHa sido un placer. Espero que tengas mucho éxito. Las fotos son magníficas.
No, sin mastines ya, los dos murieron. Ahora me verías con un teckel (salchicha) de pelo duro.
Hola Jesús:
ResponderEliminarDa gusto vivir en una región templada del planeta, donde hay estaciones. En cada una de ellas la vida y los paisajes van cambiando, ofreciéndonos muchas posibilidades para la observación de la Naturaleza. Hablar de otoño es hablar de lluvias, hojas doradas y setas. Siempre hay algunas semanas para disfrutar con el espectáculo de estos organismos tan especiales y diversificados.
Un paseo campero en el que además puedes traerte a casa una cestita con setas para la cena es un placer. Siempre hay que recolectar sólo aquéllas que se conocen con certeza pues nos exponemos si no a una intoxicación que a veces puede ser mortal. Otra razón es mucho más obvia: seta que no has de comer déjala crecer. Todos los organismos tienen su funcion en el ciclo de la vida y destruir un hongo sólo porque no nos vale es cosa de ignorantes.
Un abrazo.