Con las ranas verdes de la península ibérica ocurre un fenómeno muy interesante: la hibridogénesis, algo complicada de explicar. De hecho, hoy voy a poner a prueba vuestra paciencia y mis dotes divulgativas y lo voy a intentar. La rana verde más común, y hasta hace poco creíamos que única en la península ibérica, es Pelophylax perezi. Pero resulta que estudiando la bioquímica y los cromosomas de distintas poblaciones de ranas se ha encontrado una "especie" diferente a la que se ha llamado Pelophylax kl. grafi. Esta "especie" apenas se diferencia a simple vista de una rana verde común. Alcanzan mayor tamaño y las membranas interdigitales y un tubérculo de la pata están más desarrollados, pero bajo la luz de las técnicas de laboratorio nos descubre un hecho muy interesante: En realidad, esa rana de Graf, no es una especie verdadera, por eso lo ponía entre comillas, sino un peculiar híbrido. Y por eso en su nombre científico están esas misteriosas siglas kl., son una manera reducida de decir "klepton", es decir "complejo hibridogenético", en el que se mezcla material genético de P. perezi y de P. ridibunda. No un simple híbrido en primera generación H1, sino procedente de hibridaciones sucesivas de "otras ranas" con la rana de Pérez. Si habéis superado la prueba de leer estos dos palabros, ahora viene el premio (o castigo) de seguir con la explicación.
P. ridibunda, por cierto, es una especie que no está presente en España, la hibridación proviene del sur de Francia en un periodo geológicamente tan reciente como después de las glaciaciones.
Otro dato interesante: la mayor parte de las ranas de Graf son hembras y, de todos modos, si se reproducen con machos de su "especie" no producen descendencia, sería un amor estéril.
¿Cómo crían entonces? Muy fácil, como viven en compañía de P. perezi, se cruzan con ellas y, entonces sí que producen abundantes y rollizos renacuajos que cuando sean mayores se convertirán en ranitas como su mamá (o papá) P. grafi.
Pero en ese proceso de hibridaciones sucesivas ¿cómo no se diluyen los caracteres de grafi para parecerse cada vez más a las perezi? ... ¡Ahí está el quid de la cuestión!
Para eso, paciente lector, te toca recordar las nociones de genética que estudiaste en la escuela, si es que lo hiciste. Y para ello, aquí estoy yo para dar un repaso rápido a lo más necesario.
Recordemos. Para que se desarrolle un nuevo individuo es necesaria la fecundación, mediante la unión de un gameto masculino (espermatozoide) y otro femenino (óvulo). Todas las células del cuerpo tienen una dotación doble de cromosomas (2n), y en el caso de estas ranas 2n es 26, pero los gametos tienen la mitad, es decir 13. En el humano, dicho sea de paso, 2n son 46.
Vale, vale, vuelvo al tema. Las células "normales" se multiplican por dos en las mitosis, pero cuando se dividen para formar los gametos lo hacen por una división diferente, por meiosis, de manera que cada una de las células resultantes, óvulos o espermatozoides, tienen la mitad de los cromosomas. Además, y este es un asunto importante, antes de que se formen los gamentos el ADN procedente del padre se entremezcla (recombina) con el de la madre, de manera que los cromosomas recombinados tienen trozos de cada uno de los progenitores y no se mantienen cada cual por separado. Espero que el esquema que pongo a continuación con un solo par de cromosomas de ese teórico híbrido os valga para entenderlo. Represento el material genético procedente de P. ridibunda en color verde, mientras que el procedente de P. perezi lo dibujo anaranjado.
El híbrido de primera generación H1, tendría cromosomas con ADN procedente de las dos especies y en sus gamentos está entremezclado ese material, como se ve en el dibujo anterior. Cuando ese H1 se cruzase de nuevo con P. perezi allá por el sur de Francia después de las glaciaciones, es cuando se produciría la primera P. grafi.
La mitad de los cromosomas de la rana de Graf proceden del híbrido H1, por eso los dibujo con los dos colores, que están ya recombinados, y la otra mitad proceden de perezi, por eso los pongo solo de color naranja. Cuando llega el momento de formar gametos para que la rana de Graf se reproduzca, debería ocurrir la recombinación de sus cromosomas pero ¿que pasa? Pues que no, que no ocurre recombinación, es como si los cromosomas no se gustasen y se mantienen separados. Pero no solo eso, sino que la dotación genética procedente del parental perezi se pierde en el proceso. Resultado: que solo se producen gametos híbridos con cromosomas iguales a los que su antecesor recibió del híbrido original por un lado y los cromosomas de la última perezi con que se cruzó. Así, generación tras generación, las ranas de Graf conservan la dotación genética del híbrido pero necesitan cruzarse cada vez con una nueva rana de Pérez para tener descendencia y la dotación genética que aportan las perezi se pierde una y otra vez en el proceso de meiosis.
La distribución geográfica real de las ranas P. grafi es difícil de conocer ya que, como apenas se diferencian físicamente de las perezi, habría que hacerles análisis bioquímicos para reconocerlas. Y claro, no se pueden ir muestreando su bioquímica tan fácilmente, pero sí se han detectado en el sur de Francia, parte del País Vasco, Cataluña y Aragón.
Bueno, si habéis conseguido entender todo este galimatías me doy por muy satisfecho. Pero para que no os confíes demasiado tengo que daros una mala noticia: En el dibujo del primer H1 me he permitido una licencia, las cosas no son tan sencillas: El material genético de P. ridibunda no se consiguió por hibridación directa de un ejemplar de P. perezi y una P. ridibunda como he esquematizado, sino que procede de la hibridación de una rana de Pérez con otra rana distinta, P. kl. esculenta, que a su vez procede de otro complejo hibridogenético, esta vez de P. ridibunda y P. lessonae. Por eso más arriba decía "otras ranas". ¡Ale! os dejo ese dato para que lo vayáis digiriendo.
Y las malas noticias no terminan aquí. Y esta vez es en serio porque no me refiero a intentar entender el complejo hibridogenético de las ranas europeas, sino al hecho de que en España se han introducido Pelophylax ridibunda, Pelophylax kl. esculenta y Pelophylax lessonae, que potencialmente pueden hibridar con las ranas de Pérez, así como Aquarana catesbeiana (rana toro americana), que se puede comer a todas las anteriores y a muchos bichos más. Todas ellas han llegado a la Península en distintos intentos y fracasos por instalar granjas de ranas para la producción de ancas y han quedado en libertad de una u otra forma. Estas introducciones suponen un peligro para la supervivencia de las ranas y otros anfibios ibéricos autóctonos, pero también quizás la imposibilidad de estudiar un fenómeno evolutivo de gran interés como son los complejos hibridogenéticos naturales.
Todas las fotos están hechas en mi estanque en diferentes épocas del año y puede verse la diversidad de colores y diseños de P. perezi, pero ninguna es el ejemplar que me ha inspirado esta entrada.