El día anterior había visto una exuvia en una de las hojas de las plantas acuáticas sobre la superficie del agua, por lo que estuve atento saliendo cada 15 minutos tras anochecer, primero para ver si veía alguna salir y luego, una vez comprobado, para hacer el seguimiento.
Algún éxito y algún fracaso ha habido, con alguna poco colaboradora, pero por fin pude reunir unas cuantas fotos del proceso. Las pongo a continuación y después os cuento una curiosa historia.
Ninfa (náyade) saliendo del agua |
Náyade trepando por la hoja. |
Tras rasgar el dorso la nueva libélula va saliendo del la exuvia. |
La libélula se agarra a la exuvia y cambia de posición |
Empieza a extender las alas |
Así es como queda la exuvia y la encontramos a la mañana siguiente |
La anécdota a la que hacía referencia es que tras pasarme más de dos horas entrando y saliendo para hacer las fotos anteriores, a la mañana siguiente, mi mujer me llamó para que fuese corriendo al salón... ¡En las cortinas había una preciosa libélula!
La saqué inmediatamente, pues estaba chocándose contra la ventana... Pero además, cual fue mi sorpresa cuando vi que ¡en el suelo había una exuvia!
¡Después de haber estado entrando y saliendo al jardín durante tres horas nocturnas, resulta que había tenido el mismo fenómeno a la vista y en el salón de mi casa!
Hay dos posibilidades, no sé cual es más rara de las dos:
La primera, que una ninfa saliese del estanque y recorriese unos 15 metros, incluyendo subir unas escaleras, entrase en la casa por la terraza, si es que me había dejado la puerta abierta en algún momento.
Y la segunda, que creo que es la cierta, que mientras estaba tumbado en la orilla del estanque fotografiando a la libélula emergente, otra se me hubiese subido encima y, sin darme cuenta, la trasladase hasta el salón de casa.
A continuación pongo dos enlaces a otras entradas donde hablé de esta especie. En la primera hablo de generalidades de estas grandes libélulas y se me ve, con más pelo que ahora, haciendo fotos en la misma postura y lugar en la que se me pudo subir la polizón.
https://notasdecampoyjardin.blogspot.com/2009/06/la-gran-libelula.html
En esta otra hablo de las mal llamadas larvas, en realidad ninfas acuáticas y su capacidad depredadora:
https://notasdecampoyjardin.blogspot.com/2011/07/la-muerte-en-las-profundidades-del.html
¡Después de haber estado entrando y saliendo al jardín durante tres horas nocturnas, resulta que había tenido el mismo fenómeno a la vista y en el salón de mi casa!
Hay dos posibilidades, no sé cual es más rara de las dos:
La primera, que una ninfa saliese del estanque y recorriese unos 15 metros, incluyendo subir unas escaleras, entrase en la casa por la terraza, si es que me había dejado la puerta abierta en algún momento.
Y la segunda, que creo que es la cierta, que mientras estaba tumbado en la orilla del estanque fotografiando a la libélula emergente, otra se me hubiese subido encima y, sin darme cuenta, la trasladase hasta el salón de casa.
A continuación pongo dos enlaces a otras entradas donde hablé de esta especie. En la primera hablo de generalidades de estas grandes libélulas y se me ve, con más pelo que ahora, haciendo fotos en la misma postura y lugar en la que se me pudo subir la polizón.
https://notasdecampoyjardin.blogspot.com/2009/06/la-gran-libelula.html
En esta otra hablo de las mal llamadas larvas, en realidad ninfas acuáticas y su capacidad depredadora:
https://notasdecampoyjardin.blogspot.com/2011/07/la-muerte-en-las-profundidades-del.html