sábado, 22 de agosto de 2009

Estanque, carpas koi, urracas y pienso de gatos

Hace unos días os hablaba de la jardinera de mentas donde acudían gran número de abejas y avispas polinizadoras. Se trata en realidad del filtro verde que recicla el agua de un pequeño estanque.
Es un estanque de apenas 1.000 litros en cuyo interior hay una bomba de agua encerrada en una caja de plástico con diversos materiales que hacen de prefiltro. El agua sube por una tubería hasta el fondo de la media cuba que por todo sustrato tiene lava volcánica.
De los productos filtrados se alimenta una abundante mata de plantas acuáticas, lirios y mentas principalmente. El desagüe de la cuba, cerca de su superficie, cae por una tubería hasta la bomba de agua, que tiene retriado el pistón de bombeo y es un simple adorno.
En el estanque viven solo estos tres peces, dos carpas y un carpín. Más que de sobra para este pequeño estanque, sobre todo teniendo en cuenta que el más grande pasa de medio metro de longitud. ¡Ah! se me olvidaba, este año ha sobrevivido un alevín que ya tendrá más de 6 cm. Todos los años hacen puestas, pero no dejan sobrevivir a ningún huevo o alevín, ya que no tenía mucha vegetación acuática. Este año sí he dejado crecer Ceratophylum para los estanques del amigo Héctor y ese espavilado ha aprovechado la oportunidad.
Pero ¿a qué viene esa urraca de la primera foto? pues con esa inteligente mirada no puede pensar en nada bueno. Aquí la vemos en plena acción.
Está pescando gránulos del pienso que le doy de comer a los peces.
Ya comenté en otro sitio que una urraca aprendió a robar la comida de los mastines y, como los gránulos eran demasiado grandes y duros, los dejaba flotar en el estanque hasta que se ablandaban y entonces se los comía. Esto dejó de funcionarle cuando los peces crecieron y se comían también el pienso de los perros, pero ahora tienen su venganza con esta ladronzuela.
Creo que merece la pena mencionar que el pienso que doy a los peces no es específico para ellos sino para gatos. Tiene la misma composición y cuesta como diez veces menos. A todos les encanta: a los peces, a las urracas y a mis perras (como golosina). La téckel, por un par de gránulos, salta, da vueltas tumbada, se sienta y hace casi números de circo. Sin embargo, no es bueno abusar pues el pienso para gatos es demasiado proteico para los perros, justo lo que las carpas kois necesitan.
El estanque, el filtro y el pienso se salen de los cánones comerciales, pero funcionan a la perfección. Por lo único que hay que pasar por el aro es por adquirir una buena bomba de agua, esta lleva ocho años funcionando unos ocho meses al año. En pleno invierno detengo el filtro. Pero esos detalles, si os interesan, formarán parte de otras historias.


sábado, 15 de agosto de 2009

Abejas y avispas, ejemplo de Biodiversidad

La mayoría estamos de vacaciones o bastante relajados en el trabajo, así que con esta entrada solo pretendo recrear un poco la vista y hacer meditar sobre la importancia de la Biodiversidad y lo que nosotros podemos hacer por conservarla.
Si en el jardín he conseguido esta variedad es porque he procurado plantar una buena cantidad de plantas autóctonas, con floraciones en diferentes épocas del año e intentando aprovechar y crear distintos ambientes de insolación y humedad.
He hecho una selección de algunas de las fotos más aceptables de abejas y avispas que veo en el jardín. No están, ni muchísimo menos, todas las que son. Yo diría que no he fotografiado ni la quinta parte. Hay montones de especies que, por su pequeño tamaño o por lo inquietas que son, no he conseguido captarlas.
Tan diferentes como sus aspectos o las familias a las que pertenecen, son sus sistemas de vida y reproducción. Las hay solitarias y coloniales, depredadoras, parásitas, que como el cuco ponen el huevo en nido ajeno, territoriales, comunitarias, que hacen nidos en agujeros del suelo, de los árboles, en las construcciones humanas y muchas más. Las hay que se imitan unas a otras para defenderse y que son imitadas por moscas, mariposas y otros insectos.
Hay variedad hasta hartarse, pero no para aburrir, sino todo lo contrario. También hay viejas conocidas en este blog y nuevas visitantes.
Os ruego que aceptéis la baja calidad de algunas de las fotos, para poner más especies he dejado pasar alguna que otra más mediocre de lo habitual. También perdonad que no ponga el nombre de todas, el tiempo y mis capacidades no me da para más y no es esa la pretensión. Sin embargo, a medida que los conozca los iré incluyendo.
Empiezo con una avispa alfarera, de la que no he encontrado nidos en casa, pero que visita las flores de menta, es Eumenes (Delta) unguiculata También las avispas comunes visitan las flores de la menta.
Y varias especies de abejorros, como estos dos Bombus, que sorprendí en las flores del madroño. Y los grandes Xilocopa violácea, que en este caso está sobre el árbol ornamental, llamado del amor, (Cercis siliquastrum).

Esta abeja negra creo que es del género Melecta, que son abejas cuco.
A continuación unas pequeñas abejas que dominaron en el macizo de flores de menta durante unos días con su orgía. Primero un ejemplar macho, que nos muestra las antenas curvadas típicas de su sexo, lo que en las siguientes fotos nos permitirá diferenciarlo de la hembra.
Una pareja en plena faena reproductora ...
... y con un vecino impertinente.Esta siguiente es Halictus scabiosae, que son las que hacen agujeros en el suelo y son parasitadas por las carralejas.
Un macho de Anthidium echándose su sueñecito en la rama de lavanda.

Y esta, sin nombre, que es la única que se atreve a entrar en el territorio de las anteriores.

lunes, 10 de agosto de 2009

Calor en el nido de avispas

O el aire acondicionado en el panal de Polistes
Ha sido un viaje relámpago y familiar a la zona costera cercana a Alicante y no he tenido muchas oportunidades de hacer observaciones naturalistas. Pero igual que en el jardín parece que los "bichos" me vienen a ver, el aire me trajo la conversación de unos vecinos: "Hay que matar ese nido de avispas". Antes que que ocurriese la guerra química, me apresuré a hacer unas fotos de dicho nido y las avispas me mostraron una faceta de su comportamiento, no por conocido menos fascinante.
Se trataba de un clásico nido de pasta de papel hecho por avispas del género Polistes, las que acuden a las piscinas y a la mesa de los que se atreven a hacer una comida en el exterior con este calor, por encima de los 30ºC. Se encontraba en los agujeros de los ladrillos, en el fondo de una grieta abierta en el muro de separación de dos casas adosadas. El espacio para las fotos era mínimo pero suficiente, ayudado por la entrada de sol en el cálido mediodía.
Las avispas entraban y salían a gran velocidad, pero un par de ellas debieron pensar que el calor allí dentro era excesivo y se dedicaron a ventilar la grieta por el sencillo método de agitar las alas mientras permanecían firmemente agarradas al sustrato. Las patas se les estiran como si en cualquier momento fuesen a levantar el vuelo, pero no, quedaban bien fijadas a la pared para obligar al aire a circular en la estrechez de los alrededores del nido.
Las avispas hacen sus nidos en lugares realmente abrasadores. Bajo las tejas de casa ha habido varios nidos y siempre me ha llamado la atención que sean capaces de soportarlo, porque al tacto las tejas realmente queman.
Sé que las abejas tiene un sistema mucho más sofisticado y que muchas de ellas hacen pasillos dentro de la colmena agitando las alas para hacer circular el aire hacia la salida. Estos pequeños nidos no precisan tanta cooperación, pero el sistema es el mismo: Un aire acondicionado casero.

sábado, 1 de agosto de 2009

Más libélulas del jardín: Zygoptera

Mi cuadra de caballitos... del diablo.

Estaba tentado de titular esta entrada "El picadero del diablo", pero seguro que alguno que entrase buscando otra cosa se iba a molestar conmigo, así que me quedo con esta minicuadra de frágiles caballitos del diablo que visitan y crían en mi estanque.
El orden de los Odonatos, que es como los científicos llaman a las libélulas, se divide en dos grupos, los Anisópteros, que son las libélulas propiamente dichas, con las alas siempre abiertas y vuelo muy potente y rápido, y los Zigópteros, que son los caballitos del diablo, cuyas alas en reposo suelen plegarse todas juntas y tienen un vuelo más pausado. Son, además, de cuerpo mucho más esbelto.
He tardado en decidirme a poner esta entrada porque realmente la determinación de las especies tiene su complicación para alguien que no se las había tomado del todo en serio, hasta ahora. Además, no me podía creer que en mi estanque hubiese cuatro especies distintas pertenecientes a una misma familia: Coenagrionidae.
En la entrada anterior ya saqué esta misma foto, la única que tengo de esta especie, Coenagrion pullea. Su identificación no tiene muchas dudas. Entre las especies de color azul y líneas negras, esta es la que tiene en el primer segmento del abdomen, una mancha dorsal que se puede describir como el logotipo de la marca de coches Honda, o también una letra "U". Otras especies que tienen manchas parecidas no habitan la Península Ibérica, así que no hay confusión. Lástima que en esta foto solo se vea medio "logotipo".

Estos caballitos azules dominaron el estanque en el mes de junio y primeros de julio, pero en escaso número. Pronto se han visto sustituidos por otra especie mucho más abundante, Ischnura graellsii. En la siguiente foto se ve un ejemplar macho con su característica mancha azul en los últimos segmentos del cuerpo. Es muy grácil y tamaño algo menor que la especie anterior.
Las hembras pueden tener colores bastante variables, que van del amarillento verdoso, ... ...al dorado y pardusco.
Además, el color varía con la edad del animal, para complicar un poco las cosas. Recién metamorfoseados tienen tonos más claros y se oscurecen al pasar unos días y alcanzar la madurez sexual.
En la siguiente foto se ve una pareja en el momento de la cópula. En primer lugar el macho agarra a la hembra por el cuello con los apéndices anales y cuando ella está preparada adelanta el suyo para recoger los espermatozoides del segundo segmento abdominal del macho, donde previamente los había colocado éste.
Y ahora, también sorprendidos en los momentos íntimos, dos parejas de dos especies distintas, que son las que me han vuelto un poco loco.

Con estas dos especies ha ocurrido lo mismo que las dos anteriores, la primera en aparecer en primavera fue Pyrrhosoma nymphula, que se caracteriza, en cuanto a coloración se refiere, por los tonos rojizos, especialmente de los machos, y por las patas oscuras, no amarillas ni rojas. El detalle del color de las patas es definitivo a la hora de diferenciarlo de la especie siguiente. También lo es el ser una de las primeras especies en emerger del agua.
La siguiente especie es Ceriagrion tenellum, cuyo principal carácter diagnóstico es la posesión de patas amarillentas o rojizas, nunca negras. También es rojiza esa celdilla oscura que tienen las libélulas en las alas, que se llama pterostigma. Su aparición en el estanque fue más tardía.Por último incluyo una foto bastante mala de una exuvia de caballito del diablo. Las ninfas de los zygópteros son mucho más gráciles que las de los anisópteros y tienen tres penachos branquiales al final del abdomen. Las cuatro especies son propias de lagunas sin corriente de agua o con corriente muy lenta y relativa acidez, como corresponde a lugares de aguas blandas. Es el caso de la sierra madrileña y del estanque, o más bien charca artificial, que tengo en el jardín.
Dado que los adultos tienen casi idéntico comportamiento, es de suponer que la competencia entre las especies o el reparto de hábitat, sea más importante en la etapa larvaria, quizás algunas de las especies se encuentre más en el fondo, entre el limo y otras entre la vegetación. Quizás lo que varíe sea su alimentación. Está claro que en el estanque hay sitio para todas.
También es posible que apenas exista verdadera competencia interespecífica y que la verdadera competencia sea a nivel individual independientemente de la especie. En cualquier caso sería muy interesante estudiar a las cuatro especies en acuario, por separado y conjuntamente, para poderlo observar, aunque eso va mucho más allá de mis pretensiones actuales.