Hace unos días os hablaba de la jardinera de mentas donde acudían gran número de abejas y avispas polinizadoras. Se trata en realidad del filtro verde que recicla el agua de un pequeño estanque.
Es un estanque de apenas 1.000 litros en cuyo interior hay una bomba de agua encerrada en una caja de plástico con diversos materiales que hacen de prefiltro. El agua sube por una tubería hasta el fondo de la media cuba que por todo sustrato tiene lava volcánica.
De los productos filtrados se alimenta una abundante mata de plantas acuáticas, lirios y mentas principalmente. El desagüe de la cuba, cerca de su superficie, cae por una tubería hasta la bomba de agua, que tiene retriado el pistón de bombeo y es un simple adorno.
En el estanque viven solo estos tres peces, dos carpas y un carpín. Más que de sobra para este pequeño estanque, sobre todo teniendo en cuenta que el más grande pasa de medio metro de longitud. ¡Ah! se me olvidaba, este año ha sobrevivido un alevín que ya tendrá más de 6 cm. Todos los años hacen puestas, pero no dejan sobrevivir a ningún huevo o alevín, ya que no tenía mucha vegetación acuática. Este año sí he dejado crecer Ceratophylum para los estanques del amigo Héctor y ese espavilado ha aprovechado la oportunidad.
Pero ¿a qué viene esa urraca de la primera foto? pues con esa inteligente mirada no puede pensar en nada bueno. Aquí la vemos en plena acción.
Está pescando gránulos del pienso que le doy de comer a los peces.
Ya comenté en otro sitio que una urraca aprendió a robar la comida de los mastines y, como los gránulos eran demasiado grandes y duros, los dejaba flotar en el estanque hasta que se ablandaban y entonces se los comía. Esto dejó de funcionarle cuando los peces crecieron y se comían también el pienso de los perros, pero ahora tienen su venganza con esta ladronzuela.
En el estanque viven solo estos tres peces, dos carpas y un carpín. Más que de sobra para este pequeño estanque, sobre todo teniendo en cuenta que el más grande pasa de medio metro de longitud. ¡Ah! se me olvidaba, este año ha sobrevivido un alevín que ya tendrá más de 6 cm. Todos los años hacen puestas, pero no dejan sobrevivir a ningún huevo o alevín, ya que no tenía mucha vegetación acuática. Este año sí he dejado crecer Ceratophylum para los estanques del amigo Héctor y ese espavilado ha aprovechado la oportunidad.
Pero ¿a qué viene esa urraca de la primera foto? pues con esa inteligente mirada no puede pensar en nada bueno. Aquí la vemos en plena acción.
Está pescando gránulos del pienso que le doy de comer a los peces.
Ya comenté en otro sitio que una urraca aprendió a robar la comida de los mastines y, como los gránulos eran demasiado grandes y duros, los dejaba flotar en el estanque hasta que se ablandaban y entonces se los comía. Esto dejó de funcionarle cuando los peces crecieron y se comían también el pienso de los perros, pero ahora tienen su venganza con esta ladronzuela.
Creo que merece la pena mencionar que el pienso que doy a los peces no es específico para ellos sino para gatos. Tiene la misma composición y cuesta como diez veces menos. A todos les encanta: a los peces, a las urracas y a mis perras (como golosina). La téckel, por un par de gránulos, salta, da vueltas tumbada, se sienta y hace casi números de circo. Sin embargo, no es bueno abusar pues el pienso para gatos es demasiado proteico para los perros, justo lo que las carpas kois necesitan.
El estanque, el filtro y el pienso se salen de los cánones comerciales, pero funcionan a la perfección. Por lo único que hay que pasar por el aro es por adquirir una buena bomba de agua, esta lleva ocho años funcionando unos ocho meses al año. En pleno invierno detengo el filtro. Pero esos detalles, si os interesan, formarán parte de otras historias.