Un Cuaderno de Campo con lo que observo en el jardín de casa, en excursiones y viajes. El jardín está situado en la zona de Mataelpino, al sur de la Maliciosa en la madrileña Sierra de Guadarrama, a casi 1.100m sobre el nivel del mar. Sencillas observaciones dan lugar a explicar procesos biológicos que todos podemos descubrir en nuestro entrono más cercano. Todos los textos, fotos y dibujos, salvo indicación expresa, son propios. Espero que se solicite permiso para utilizarlas.
miércoles, 30 de diciembre de 2009
Rampas en pilones. Las buenas maneras
sábado, 26 de diciembre de 2009
Especies invasoras y nuestra responsabilidad
Algunas especies introducidas llegan a sobrevivir con éxito, y sin ayuda humana, en sus nuevas localidades, son las llamadas especies naturalizadas. Entre ellas, hay especies invasoras que consiguen controlar el funcionamiento de los ecosistemas amenazando a las especies autóctonas.
Las especies invasoras acaparan recursos, definen nuevas relaciones de depredación y competencia para las que no están preparadas las especies autóctonas, modifican el hábitat e importan patógenos y parásitos, pudiendo propagar enfermedades nuevas o agravar algunas ya presentes en el ecosistema.
Los últimos atlas y libros rojos de vertebrados en España publican los siguientes datos sobre especies introducidas:
- 6 especies de mamíferos ya instalados y criando.
- 274 especies de aves exóticas vistas volando en libertad, de las cuales 50 están reproduciéndose.
- 28 especies de anfibios y reptiles.
- 25 especies de peces continentales.
Existe un "top 20" de las especies invasoras real o potencialmente más perjudiciales:
1] Caulerpa taxifolia- Caulerpa o alga asesina
2] Acacia dealbata – Mimosa plateada
3] Ailanthus altissima - Alianto
4] Azolla filiculoides – Helecho de agua, Azolla.
5] Baccharis halimifolia – Bácaris, chilca.
6] Carpobrotus sp. – Hierba del cuchillo, Uña de gato
7] Cortaderia selloana – Hierba de las Pampas, Plumero
8] Eichhornia crassipes – Jacinto de Agua, Camalote
9] Opuntia ficus-indica – Chumbera, Nopal
10] Robinia pseudoacacia – Falsa acacia, Robinia.
Animales
Moluscos
11] Dreissena polymorpha – Mejillón cebra
12] Corbicula fluminea – Almeja asiática
Crustáceos
13] Procambarus clarkii – Cangrejo rojo americano
14] Eriocheir sinensis – Cangrejo chino de mitones
Insectos
15] Rhynchophorus ferrugineus – Picudo rojo de las palmeras
Peces
16] Gambusia holbrooki - Gambusia
Reptiles
17] Trachemys scripta elegans – Galápago de Florida
Aves
18] Oxyura jamaicensis – Malvasía canela
Mamíferos
19] Mustela vison – Visón americano
20] Myocastor coypus – Coipú
De estos temas y de muchos más relacionados con la Biodiversidad, tratamos en la exposición "Biodiversidad, en la variedad está el Mediterráneo", realizada por la empresa Chacena y financiada por la Caja de Ahorros del Mediterráneo. Los guionistas fuimos Javier Barbadillo, Ángel Baltanás y yo mismo.
En este enlace podéis ver fotografías de esta exposición, que durante más de un año ha itinerado por las principales ciudades de la costa mediterránea española, con una pequeña explicación.Y si preferís dejar que las imágenes pasen por sí solas y sin textos pinchad aquí .
domingo, 20 de diciembre de 2009
Adiós, mastines, adiós.
Tras Bolo, y no sin bastantes dudas, decidimos lanzarnos a tener una pareja e incluso plantearnos la posibilidad de criar. Previamente yo había colaborado en los proyectos que Jesús Garzón inició en Montfragüe intentando que la cultura del mastín, igual que la trashumancia, volviese a las tierras extremeñas. Entonces yo no podía tener perros, pero me sentí feliz de compartir aquellas ideas con Suso, su hermana Paloma y su cuñado, Nacho Doadrio, ligando conservación, cultura y amor a los perros. Algún día lo comentaré en otra entrada.
Así llegaron a casa primero Mali y después Bola, con un par de meses de diferencia. Mi hija creció a la vez que estos inmensos peluches vivos. Cariñosos y pacientes con sus juegos hasta el infinito. Si no fuese porque ella también ha sido de lo más contenida, habría tenido que cuidar para que no fuese la niña la que hiciese daño a los cachorrotes. Igual soportaban que se montase encima o que les fuese llenando la boca de palitos. Ellos se dejaban hacer y eran felices de compartir los juegos de la pequeña de la casa, no por edad, pero sí por tamaño, ya que en poco tiempo ellos fueron más grandes que ninguno de nosotros.
Le llamamos Mali por la Maliciosa, la montaña en cuyas faldas vivimos. Mali fue un perro bastante impresionante. Cuando nos hicieron la foto que muestro abajo tenía un año de edad recién cumplido y pesaba unos 80 Kg. Con tres años, que es la edad a la que esta raza alcanza el máximo desarrollo, pesaba más de 100 y no puede decirse que fuera un perro obeso. Era fuerte y ágil, se movía muy bien en el campo y de un largo paseo volvía tan fresco como cuando habíamos salido. Esa es una de las características que debe tener un mastín para hacer los muchos kilómetros que supone la trashumancia: andar durante el día y, por la noche, tener fuerzas para defender a las ovejas del ataque de los lobos.Con motivo de una exposición le tuve que fotografiar con una antigua carlanca, esos collares de pinchos que evitaban que los lobos y otros perros mordiesen al mastín en el cuello. Le quedaba pequeña por más de 15 centímetros. Los viejos mastines, los mastines de campo, ni en sueños alcanzaban esos tamaños. Y eso, si no se le pone algún tipo de freno, puede ser la perdición de la raza o la escisión en dos tipos de perros completamente diferentes: por un lado los perros de lujo con su pedigree, quizás guardianes en fincas pero nunca para marchar por el campo, y por otro los perros de trabajo con el ganado, más ligeros y ágiles, necesarios también hoy en día para hacer posible la convivencia de la ganadería extensiva y el lobo, los verdaderos mastines. Mali era un prototipo del carácter de la raza, tranquilo pero alerta con los extraños, nunca hacía ni siquiera intención de morder, pero imponía con su tamaño y la potencia de su grave ladrido, las pocas veces que ladraba. Excepto con Bola, ignoraba a los demás perros cuando nos cruzábamos con ellos en nuestros paseos, no tanto si alguno se acercaba a la puerta de casa.
Era muy obediente, tuve que trabajar con él desde muy pequeño para que lo fuese. Sabía que si no lo controlaba en ese momento no iba a poder contenerlo más adelante. Pero en su relación conmigo no era el típico servilismo que suele caracterizar la relación perro-amo. Los mastines, como Konrad Lorenz explicaba en sus libros hablando sobre los perros nórdicos, son animales mansos, pero independientes. Su relación, no se parece a la típica parternofilial que tienen otras razas, sino de compañerismo y mutuo respeto. A mi entender, la manera más noble de relacionarse con un animal. Esa característica les hace también ser excelentes perros de guarda, pues no sufren, como otras razas, el alejamiento del amo durante periodos largos de tiempo. Si además se tienen al menos dos, el problema deja de existir.
Mali murió en mis brazos unos meses después de cumplir los tres años, se lo llevó una torsión de estómago. La tendencia a este percance es otro defecto hereditario característico de las razas de gran tamaño y pechos profundos, que se ha trasmitido en el pedigree de muchos de nuestros molosos. En apenas un cuarto de hora desde que descubrí los síntomas al llegar a casa, se desplomó, cinco minutos antes de que llegase la veterinaria preparada para entubarle. Pocos poseedores de perros saben lo que es esto, pero los amos de mastines lo conocen sobradamente. Si tenéis perros, por favor, enteraros buscando en la red lo que es, como evitarlo y como reconocer los síntomas para llevarlos inmediatamente a urgencias.
Es muy posible que también eso matase a Bola, ya que previamente había vomitado gran cantidad de babas y tenía el vientre hinchado, aunque no se dieron ninguno de los elementos de riesgo, no había comido justo antes, ni hecho ejercicio, quizás bebió agua fría del estanque, pero dudo que en grandes cantidades, pues había comido hacía muchas horas.
La foto superior muestra a Bola cuando tenía un año de edad. Fue cuando quedó tercera en su primera presentación a una exposición canina, monográfica de mastines y nacional. En la segunda ocasión, en una dedicada a razas españolas quedó cuarta. El experto juez, que tenía la costumbre de emitir sus juicios por los altavoces para ser más didáctico, dijo que tenía la nariz levantada, pero la puso como ejemplo de buen andar. Magnífico ojo clínico, porque un par de meses después, cuando fui a hacerle la radiografía obligatoria para poderla usar en programas de cría, le diagnosticaron displasia grave de cadera. Allí terminaron mis ilusiones de criar, pues sería una irresponsabilidad traer al mundo más mastines con defectos congénitos. Por esta razón decidimos esterilizarla, lo que todos los propietarios de perras que no deseen criar deberían hacer para ahorrarse problemas, para ellos y para los animales. Tres años convivieron Mali y Bola y yo siempre he dicho que si bien Mali era mi perro, Bola pertenecía a Mali, pues a él le había entregado su corazón. Bola también era obediente y además extraordinariamente sensible, tanto que una regañina la dejaba verdaderamente triste. Mientras Mali me seguía a mi y me provocaba para jugar, Bola lo hacía con Mali. Por esa razón, cuando Mali murió ella cayó en una verdadera depresión, algo que nunca hubiera pensado en un perro, pero que es absolutamente cierto. Dejó de comer, de jugar y de correr. Malvivió durante unos nueve meses, hasta que decidimos poner otro perro en nuestras vidas, Pizca, la teckel, siete kilos de alegría, capaz como nadie se sacar a cualquiera una sonrisa y la mejor terapeuta del mundo para la felicidad de Bola.Otra enfermedad, también de origen genético y propia de razas de gran tamaño, una deficiencia de hormona tiroidea, vino a deteriorar aún más su ya problemática vida por los dolores de la displasia. Afortunadamente, nuestra veterinaria, Elena Iglesias de la Clínica Veterinaria Del Valle, identificó los síntomas rápidamente (somnolencia continua, pérdida de pelo en el dorso y permanencia excesiva en el sol, incluso en pleno verano) y pudo ponerla en tratamiento. Pronto conseguimos su recuperación, aunque quedó condenada a tomar de por vida hormonas sintéticas, aparte del medicamento protector para las articulaciones.Por su propia fisiología y problemas al andar, Bola fue una perra muy tranquila, nada juguetona, pero cariñosa al máximo. Su cielo era ponerte la cabeza sobre las rodillas y que te pasases el tiempo masajeando sus abundantes pliegues de piel. Si parabas te daba con su pataza para que lo siguieses haciendo.
Ha dejado en el jardín y en nosotros un vacío tan grande y tan negro como ella.
domingo, 13 de diciembre de 2009
Embalse de Manzanares, aves y encinas secas.
Un par de machos de ánade real se alejan parsimoniosamente de la orilla atravesando un largo camino de cieno seco.
En las escasas aguas de la entrada del río al embalse, las gaviotas disputan la comida a las fochas y zampullines chicos.
Hace algo más de 30 años, cuando vivía en Madrid a orillas del Manzanares, empecé a ver esas gaviotas hasta entonces desconocidas en la capital. Primero fueron las reidoras, luego empezaron a llegar las sombrías (en vuelo en la foto de arriba), igualmente con costumbres fluviales y no raras en el interior peninsular, pero también vienen ahora las patiamarillas, típicamente marinas, acompañado a unas y otras. Aquí pasan el invierno, comiendo en basureros y durmiendo en las aguas de nuestros embalses, en lo que será nuestra agua potable.
Aquí se ve un jóven de reidora que aún conserva algunas manchas marrones en su plumaje. Cuando llegue a adulto será mucho más blanca y al entrar en celo su cabeza tornará a negra. Entonces estará lista para viajar al norte de Europa, pero también es posible que decida quedarse aquí, porque este verano algunas lo hicieron. No sé si también criaron, pero es algo a investigar.
Los zampullines chicos bucean sin importarles el frío, solos o por parejas.
Nos colamos para observar a las aves sin asustarlas, pero no comprendemos esta prohibición firmada no por una autoridad, como pudiera ser la Confederación Hidrográfica o la Comunidad de Madrid, sino una asociación de Pescadores.
No contribuyó la prohibición a nuestro estado de ánimo, pero lo peor nos llegó cuando descubrimos algunas encinas completamente secas y otras con el inicio de la enfermedad que tiene todas las características de tratarse de la seca de la encina.
sábado, 5 de diciembre de 2009
El lirio despistado. Cumpleaños del blog.
martes, 1 de diciembre de 2009
La cultura de los animales
Cambiando de especie, los macacos japoneses de la isla de Koshima, que fueron muy intensamente estudiados, aprendieron por sí solos a lavar los boniatos en el río para quitarles la arena y ese descubrimiento se transmitió en toda la población y después de madres a hijos. Más tarde se dieron cuenta de que les gustaba más el sabor si los lavaban en agua de mar. Igualmente, un día descubrieron que los granos de trigo que los científicos les dejaban en la playa, se podían coger a puñados y luego echarlos al agua para que flotasen y así separarlos de la arena con facilidad en lugar de tener que tomarlos uno a uno para poderlos comer.
Como me gusta decir en este blog, cuando no podemos viajar a la selva tenemos que conformarnos con otras observaciones mucho más sencillas, pero también interesantes.
Los palitos de semillas con miel, que venden en las pajarerías, no interesaron en absoluto a los gorriones de mi jardín durante un par de meses de verano. Sin embargo, cuando llegaron los carboneros invernantes y empezaron a picotearlos, los gorriones no tardaron en darse cuenta de que aquello se podía comer.
La de la foto (perdón, es muy mala) de abajo es nueva de este año, creo que hija de otra gorriona con manchas blancas que ya apareció por aquí.
Por cierto, ya puestos con el tema de los pájaros y sus alimentos prohibidos, hace unas semanas os comentaba que no se comían los frutos del acebo. Pues bien, los que arranqué, puse en el suelo bajo el matorral o dispersé por los alrededores, sí que los consumen. Primero tardaron unos días, pero la última vez han desaparecido en solo 24 horas. Aún no os puedo decir quién es el culpable, si aves o roedores, pero está claro que lo que les echa para atrás a los comensales son las hojas espinosas.
jueves, 19 de noviembre de 2009
En el Amazonas peruano
días inmersos en la selva amazónica.
Interior de la cabaña sobre la laguna
El sábado hablaré de ello en el programa, por si me queréis escuchar. El punto del dial es el 94.8 y el enlace de internet: http://gestionaradio.com/radio.php
Si consigo grabar la entrevista la pondré aquí, pero tengo algunos problemas para captar la señal, no prometo nada. También me gustaría poneros más fotos, pero las tengo en diapositiva y tardaré en digitalizarlas, me temo.
Edito para añadir este vídeo que en realidad incluye el audio de la entrevista con algunas de las fotos anteriores.
domingo, 15 de noviembre de 2009
Póquer de frutos en el jardín
Muy del gusto de los mirlos y estorninos, negros también, son los frutos del laurel. Luego, van dejando las semillas en cualquier rincón, especialmente los mirlos, que se mueven por los lugares más húmedos en busca de lombrices y a la vez dejan sus semillas con abono incluido, casualmente en el sitio más adecuado para su germinación. Luego tengo que ir retirando los plantones porque me invadirían todos los setos.
Ya es un viejo conocido en este blog el acebo que este año está a rebosar de frutos. No entiendo por qué no gusta a los pájaros que pasan por aquí. He hecho un experimento, he dejado frutos esparcidos por el suelo para ver si lo que les retrae son las hojas espinosas o simplemente que no tienen costumbre de comerlos.
Ya me ocurre con otros frutos del jardín, mientras que unos son devorados antes de madurar, como las nueces, otros pueden quedar en el árbol o arbusto sin que nadie les haga caso, como las almendras.
Otro frutillo rojo al que tengo especial simpatía, aunque no se prodiga demasiado en su fructificación, es el rusco (Ruscus aculeatus). Es una planta bastante desconocida en jardinería y me costó mucho encontrarla en un vivero. Lo más destacable de este arbusto es que lo que parecen hojas no lo son. Igual que ocurre en algunas plantas crasas en realidad se trata de tallos aplanados, llamados filoclados, que ejercen su función clorofílica como si fuesen verdaderas hojas. Esa característica se hace patente al ver que las flores crecen aparentemente en medio de la hoja y los frutos, en consecuencia, también. En la foto se pueden ver flores que no han llegado a fructificar y un hermoso fruto de 1,5 cm de diámetro. Esos filoclados están endurecidas y terminan en una punta espinosa. Las ramitas se pueden utilizar para adornos de flor seca en el interior de la casa. La poda de clareado le viene bien porque tiene tendencia a crecer muy espeso.No me puedo resistir a añadir un último fruto negro aunque me salga del póquer, dejadme que sea una especie de comodín en esta baraja. El olivo este año se ha beneficiado del calor y está dejando a las currucas y otras aves un plato de lo más energético para continuar su migración y resistir el invierno, ... cuando llegue.
martes, 10 de noviembre de 2009
El Monte de El Pardo, desde el tren
Pasar todos los días a la misma horas me hace ser muy consciente de los cambios estacionales y del fotoperiodo, especialmente al ver como los amaneceres rojos tras las siluetas de los edificios madrileños se van adelantando en el otoño, con gran tristeza por mi parte porque termino pasando por él completamente a oscuras y sin posibilidad de ver nada. Esto me ocurre en plena berrea del ciervo, con lo que tengo la sensación de que me pierdo lo más interesante. Luego viene el retraso oficial de hora y me da un poco de cancha otras dos o tres semanas hasta que se impone el invierno y tengo que esperar a la primavera para volver a disfrutar de sus amaneceres y de la fauna. A veces tengo un poco la sensación de que veo siempre el mismo trozo del mismo documental, pero siempre hay gratas sorpresas.
No hay muchos que puedan presumir de haber visto casi a diario un nido de águila imperial, a la pareja y, a veces, al pollo volantón. Pues yo, y los viajeros avispados, lo hemos disfrutado durante siete años al menos. El nido estaba en este poste que pongo en la fotografía inferior, en uno de los travesaños. Ya lleva tres temporadas sin ocuparse y esta última han terminado por caer los últimos palos que lo componían. Espero que hallan encontrado un sitio mejor, aunque yo no lo pueda ver. Es fácil de identificar el poste en concreto, porque coincide con esa especie de tubería absurda que se mantiene sobre el terreno sin ningún motivo aparente. De todas maneras, las águilas se siguen viendo de vez en cuando posadas en este o en los postes de alrededor. Muy rara vez en las encinas. O tal vez es que allí no las consigo ver al paso veloz del tren. Para los que usen el tren diré que está en el lado derecho según se viene de Madrid en dirección Villalba.
La semana pasada no fue una imperial lo que ví sino un despistado buitre leonado posado en la punta de uno de esos postes. También he visto buitre negro, pues es uno de sus lugares de cría, y en una ocasión lo ví enfrentado a las águilas en pleno vuelo.
Muchas más aves se ven desde mi medio de transporte, aunque no tan notables como las anteriormente citadas y no siempre tan fáciles de identificar.
Esa misma zona del poste, donde hay arbolado más denso, es en la que con más frecuencia se ven los ciervos.
En cambio, el lado contrario, en las cercanías del río hay zonas más abiertas, con fresnos y prados donde son más abundantes los gamos.Los jabalíes pueden verse casi por cualquier parte, pero son más abundantes en la parte de matorral denso, casi al final del recorrido, cuando se llega a la siguiente estación: El Tejar.
He visto varios jabalíes albinos e incluso una jabalina con sus crías dos de color blanco, tres castañas y otros dos de coloración normal. Hace tiempo que no se ve ninguno, supongo que habrán sido cazados o retirados del coto.
lunes, 2 de noviembre de 2009
La chicharra montañera
Ahora, en fechas parecidas, el 20 de septiembre de este año, hicimos una escapada con Barbadillo y esposa hasta los Siete Picos, también en la Sierra del Guadarrama. Un día similar, soleado pero fresco, y de nuevo nos encontramos con las mismas protagonistas.
Algunas chicharras se veían en las rocas cercanas a las cimas entre los siete picos. Y allí estaba de nuevo una de ellas, intentando poner huevos allí donde el suelo es más duro, donde solo una tenue capa de musgo, ahora reseco, cubría la pura roca granítica.
Esta chicharra pertenece a la especie Lluciapomaresius stalli (antes Steropleurus stali). Es un pariente de los saltamontes y langostas, es decir, un ortóptero, pero más cercano a los grillos, los Tetigónidos . Se diferencia este grupo por las largas antenas, los hay verdes y también pardos y negruzcos. En su alimentación, además de las hierbas, tienen una tendencia a comerse a otros insectos y son especialmente carroñeros.
Aunque hay especies próximas repartidas por toda la península, incluso al nivel del mar, ésta concretamente es propia de montaña, muy interesante desde el punto de vista taxonómico y biogeográfico. Igual que ocurre con otros animales y plantas con distribución restringida a las grandes altitudes. Ese mismo día vimos dos típicas especies montanas: los restos ya resecos de gencianas amarillas (Gentiana lutea) y lagartijas carpetanas (Iberolacerta cyreni) que tomaban el sol, dos especies con los mismos requerimientos ecológicos que acompañan a los montañeros en sus excursiones.
Para los más despistados señalaré que esta lagartija carpetana es la que antes conocíamos como lagartija serrana, Lacerta monticola, que ahora se ha dividido en varias especies distintas, habitantes de diferentes macizos montañosos, y se han agrupado en el género Iberolacerta.