La casualidad ha hecho que justamente un año después de esta entrada llamada "Más nieve por si era poca" , haya realizado exactamente el mismo recorrido y a la misma hora. También hacía la misma temperatura, unos 3ºC bajo cero a las 12 de la mañana.
A estas alturas no pueden compararse las precipitaciones de este invierno con las de hace un año. Solo hemos tenido dos días en los que la nieve haya cuajado en casa, en este 9-10 de enero y el pasado 22 de diciembre que amaneció no solo nevado sino también congelado, convirtiendo nuestras carreteras en unas peligrosas pistas de patinaje.Los pajaritos se dejan ver en las ramas desnudas de árboles y arbustos, como el gordito petirrojo de la foto anterior en el escaramujo y el pinzón común de la siguiente. También he visto escribanos montesinos picoteando en los prados junto a estorninos, mirlos y las omnipresentes urracas, que removían entre las boñigas de las vacas en busca de semillas y otros restos aprovechables.
El pilón cercano a casa no está congelado y me sorprende, cuando toco el agua, que ante la temperatura bajo cero del aire parece templada. Es una buena noticia para las aves y otros animales, pues la zona de desbordamiento se encharca y les permite beber. En estos días acusan la falta de agua líquida y cuando abro un boquete en el agua del estanque acuden más raudos que cuando les pongo comida.
En la nieve veo los rastros de distintos animales, como estas huellas que posiblemente sean de rata de campo, ...
... y muchas huellas de conejo, ...
... a los que no me cuesta mucho divisar.
Veo un conejo que hace extraños movimientos y anda en círculos. Me ha dejado acercarme bastante hasta que se ha podido ocultar. La foto me ha salido bastante mal, justo en el momento de meterse entre las zarzas, pero me permite confirmar que está ciego por la mixomatosis.
También he visto cartuchos de caza a apenas 100 metros de las primeras viviendas de la urbanización, menos de 250 m de mi casa. Tengo entendido que está completamente prohibido cazar tan cerca de las viviendas. Tampoco sé si se puede cazar en un prado comunal donde pastan vacas. Esos disparos me despiertan muchas mañanas de sábados y domingos, incluso fuera de época de caza legal.
No me hagas mucho caso, hablo de memoria a largo plazo, pero sí, creo recordar que la distancia mínima eran 500 mts y siempre en disparando en dirección contraria a las viviendas.
ResponderEliminarBueno, pues ya estamos aquí de nuevo y en un año nuevo.
ResponderEliminarUn placer, como siempre, pasear contigo -en vivo o en virtual- por esos campos y jardín.
Un abrazo, Jesús.
(Ojalá que callen los disparos)
Gracias Trébol, yo también tenía la idea de esos 500 metros, pero aquí no se respetan ni épocas ni lugares, también cerca de la carretera se ven muchos cartuchos. Solo suelen cazar muy de madrugada, no es buena idea aquí salir a esconderse al amanecer para fotografiar animales.
ResponderEliminarJavier, bienvenido a casa, espero que no hayáis tenido problemas en los transportes.
Los cazadores no suelen respetar nada, si no lo hacen ni siquiera a los otros seres vivos, en fin...
ResponderEliminarSupongo que muchos pajarillos morirán por el frio y la nieve aunque según los miras parece no afectarles, algunos parecen hasta contentos.
El domingo estuve en un lago cerca de casa y a veces me angustiaba mirar cómo los gansos que se habían quedado un rato en el agua iban rompiendo el hielo para llegar a la orilla, aunque supongo que en caso de verse mal podría haber echado a volar ¿no? Pobrecillos. Si nosotros lo pasamos mal estos días...
Hola Mamen,
ResponderEliminarAlguno de los pajarillos menos preparados podrá sucumbir, pero están adapatados a estas inclemencias meteorológicas.
Ya he visto tu paseo por Polvoranca, hay que aprovechar estos momentos especiales.
Vaya invierno que llevamos, es verdad. Ha motivado que los cazadores salieran en masa los pocos días que podían aprovechar, y quizá eso esté relacionado con los disparos que comentas. Por mi parte, jamás me he visto tan rodeado de disparos en un radio de pocos km como el día 26 de diciembre, y sobre los cartuchos que se dejan como si tal cosa mejor no hablar... En invierno parece ser que muchos tienen derecho a matar animales por placer y pocos a disfrutarlos sin disparos a la redonda...
ResponderEliminarSe echa de menos la nieve ... en el campo digo, en la ciudad es más feo todo, ay. Y me acuerdo del año pasado, impresionante. En cualquier caso lo de los pájaros buscando comida enternece, me encantan los comederos esos que se cuelgan. Un abrazo, Jesús, siempre un placer pasearme por tu casa virtual.
ResponderEliminarTienes razón Naturalista, el campo en estas fechas es más de los cazadores que de los no cazadores. Respeto su deporte, si se hace de manera legal, su dinero les cuesta, además. Pero echo de menos una clara señalización de donde sí pueden cazar y donde no, entre otras cosas para poder denunciar a los ilegales cuando me los encuentro.
ResponderEliminarAurora, y yo encantado de recibirte. Me encanta pasear después de que nieve, pero lo de las carreteras es bastante preocupante. Más aún en las carreteras locales donde en estas ocasiones no llegan las máquinas.