Ha amanecido en el entorno del Palacio de Riofrío, en Segovia, y los rayos de sol se van filtrando a través de las ramas de las encinas, fresnos y algún que otro plátano. Estamos a mediados de noviembre y las abundantes lluvias, incluso algo de nieve, han hecho salir los nuevos brotes de hierba cargados de nutrientes. Es lo que comen los gamos, que son los menos ramoneadores de nuestros tres cérvidos, y es lo que más necesitan ahora, después de las agotadoras jornadas de celo, la "ronca", cargada de peleas, estrés y cópulas.
Los gamos, Dama dama, son cérvidos que habitaron en la Península Ibérica antes de las glaciaciones, y de hecho sus fósiles son abundantes en los yacimientos cuaternarios, pero se piensa que se extinguieron por el avance de los hielos. Así, quedaron solamente en Turquía y Oriente Próximo, pero en tiempos históricos, ya desde la época romana, han sido reintroducidos en muchos países de todo el mundo con fines cinegéticos y ornamentales, casi siempre alrededor de fincas de la nobleza.
Las hormonas aún tienen algo revolucionado el organismo de un hermoso macho que mantiene a su harén separado de otros ejemplares. Quizás alguna de sus hembras aún pueda ser montada y los aromas del celo siguen presentes manteniendo su excitación.
Elementos característicos del celo del macho de gamo, además de los cuernos, naturalmente. |
Tiene la cuerna, las astas más propiamente dicho, algo asimétricas. El lado derecho con las puntas más marcadas que el izquierdo, pero eso no le ha impedido defender a este pequeño grupo. O quizás él no sea el primero en poseer el harén, a veces los machos más fuertes, ya agotados, dejan paso a otros menos poderosos, que esperan esa segunda oportunidad para intentar transmitir sus genes.
Las peleas le han costado a nuestro protagonista varias marcas en la frente y una buena herida bajo la oreja izquierda, que afortunadamente ya parece curada. Puede que una de las puntas de la ramificación más baja, la que sale hacia delante y no en vano le llaman "luchadera", le llegase a herir durante un enfrentamiento. Quizás la falta de prolongaciones en ese mismo lado haya jugado en su contra permitiendo que las astas del contrario se deslizasen hasta la piel en lugar de trabarse.
Entre las hembras hay una muy joven que seguramente acompaña a su madre pero aún no entra en celo y un joven macho que solo tienen dos puntas por cuernos, que persigue a las hembras con curiosidad pero se mantiene justo en el lado contrario al macho adulto, que en cuanto le tiene a la vista le obliga a darse una carrera.
Las dos puntas indican que solo tiene un año de edad, pero eso no sirve para los años siguientes porque, como en los ciervos, el número de puntas no tiene nada que ver con la edad sino con la salud y la fertilidad del macho en cuestión.
Estaba yo tan entretenido, observando y fotografiando este grupo, cuando una turista trotando con sus zapatos de tacón sobre el suelo de piedra y un llamativo abrigo blanco, a la vez que daba los típicos grititos de ¡mira, mira, mira!, se acercó cámara de fotos en mano y les hizo poner pies en polvorosa. No fue mucha la alarma de los gamos, como demuestran las colas en posición de descanso, pero lo suficiente como para dar por terminadas mis observaciones, mi sesión fotográfica ... y la suya.
El Palacio de Riofrío pertenece a Patrimino Nacional y es visitable (previo pago). Además de las típicas dependencias reales, cuadros y muebles, alberga un museo de la caza con trofeos cobrados por diversos monarcas y un conjunto de dioramas que muestran las "piezas de caza" en su medio ambiente. Estos dioramas fueron realizados por José Luis Benedito López y en su fase final ayudado por su hijo José Luis Benedito Bruño, que se ha encargado de mantenerlos limpios y en buen estado hasta su reciente y prematuro fallecimiento.
También en el palacio hay un buen restaurante donde degustar las especialidades de la zona.
Solo es visitable el monte en el entorno más inmediato al palacio y para eso no hay que pagar. Es posible ver ciervos y especialmente fácil a los gamos que lo habitan. También se pueden observar y fotografiar desde el coche en las carreteras de acceso.
Aconsejo ir entre semana o, al menos, a primera hora. Ver los horarios de apertura del palacio, porque hay barreras unos cientos de metros antes de llegar a él y no se puede pasar fuera de las horas de apertura sin autorización expresa.
En internet hay abundante información sobre el palacio y su historia, así que para no repetirla dejo en enlace a la web oficial:
http://www.patrimonionacional.es/Home/Palacios-Reales/Palacio-Real-de-Riofrio.aspx
Es un sitio estupendo para poder observar a los Gamos, sobre todo durante la ronca. El único problema como tu indicas son los turistas escandalosos. Saludos
ResponderEliminarEl sitio es encantador desde luego, y las cosas de los turistas a veces resultan graciosas, la última vez que estuve andaba mirando unas chovas y escuché gritar detrás mío: ¡ciervos, ciervos!. Me acerqué antes de que los espantaran, enfoqué con los prismáticos y era un grupo de gamos macho. Por cierto, ¡excelentes fotos!.
ResponderEliminarUn saludo.
Gracias amigos por los comentarios.
ResponderEliminarPedro, pues ya cerramos el trío de cérvidos, mientras hacía las fotos a mi me preguntaron que si eran corzos.
Saludos
Bonito paraje y buenas fotos, no pensaba que los gamos tuvieran tantas glándulas.
ResponderEliminarUn saludo
Así es Abel, la comunicación odorífera de los ungulados es mucho más importante de lo que normalmente pensamos. Estamos mucho más acostumbrados a estas cosas con los felinos y otros carnívoros.
EliminarSaludos
Preciosos gamos. Yo estuve viendo muflones y ciervos por Andujar, claro que, el motivo real era el de ver al lince pero, no siempre suena la flauta y todo lo que se ve siempre es bienvenido.
ResponderEliminarA pesar de vivir en semilibertad es un buen escaparate para anotar los detalles más significativos de la biología y conducta de estos soberbios cérvidos, cosa que, en estado salvaje es bastante más complicado. Éstos, se han portado bien contigo y con tu cámara.
Saludos
Hola Javier: Da mucho gusto poder ver a los grandes mamíferos con tranquilidad, lo del lince ya son palabras mayores.
EliminarEs verdad que los gamos en estos sitios, donde no se cazan, son muy confiados y te permiten observarlos con facilidad. En las mismas circunstancias los ciervos no se comportan igual, quizás sea esa una de las razones por las que han tenido tanto éxito en los jardines de los señores pudientes. Aparte de por su indudable belleza.
Saludos
Si llego yo a saber que te venías tan cerca de mi casa me había acercado a verte.
ResponderEliminarSi vas en bici no tienes que pagar es un bonito paseo que antaño realizábamos con los niños el día de las Aves.
Salu2,
Honorio
Gracias por el interés Honorio, quizás vuelva pronto, ya te avisaría. En esa ocasión fui por trabajo, que espero contar pronto aquí en el blog.
EliminarTengo también muy cerca un buen amigo, excelente fotógrafo, que vive el La Losa.
Saludos
Algo tienen los gamos, por más encerrados que se hallen entre muros, que siempre nos evoca la Naturaleza salvaje.
ResponderEliminarGracias por el paseo, Jesús...y saludos a la señora de los tacones y abrigo blanco.
Hola Javier:
EliminarYa es difícil que la salude, pero hay muchas de esas "Antoñitas" por ahí.
En este caso los "muros" son de muchas hectáreas, aunque en tantos lugares podemos decir de ellos y de los ciervos que en realidad son ganado de adorno o ganado cinegético.
gran museo realizado por jose luis benedito lopez, merece la pena desplazarse hasta alli
ResponderEliminarMuy cierto, Anónimo, conocí a José Luis Benedito padre y tuve la suerte de trabajar con José Luis hijo, dos magníficos taxidermistas y mejores personas.
ResponderEliminarTanto mi abuelo Jose Luis Benedito Lopez como mi tio Jose Luis Benedito Bruño y mi bisabuelo Luis Benedito destacaron en este arte que es la taxidermia!
ResponderEliminarMi abuelo Jose Luis Benedito Lopez hizo todo el museo de Rio Frio inagurado en Julio de 1970.
Se dedico sobre todo a la preparacion de los trofeos de caza que le llegaban a su taller de la calle Juan Perez Zúñiga, entre ellos los de Franco.
Conoci a mi abuelo, y sobre todo a mi tio y puedo decir de ellos y con orgullo que fueron los mejores taxidermistas del mundo! Además de ser muy buenas personas!
Carlos Ramos Benedito
Hola Carlos, bienvenido al blog. Como habrás leído en mi comentario anterior yo también los conocí, pero no solo eso, sino que tuve la suerte de compartir su amistad. Yo trabajé con José Luis hijo en el Museo de Ciencias, nos hicimos amigos y luego hemos seguido viéndonos y trabajando juntos para alguna exposición. Tienes mucha razón para estar orgulloso de ellos. Por favor, ya que hemos coincidido en este rincón de la red, aprovecha para darle un fuerte abrazo a Virginia y al resto de tu familia, que seguro que me recuerdan.
EliminarUn abrazo.