lunes, 20 de agosto de 2012

Ponga un cardo en su jardín


El año pasado apareció en el suelo del jardín el rosetón de hojas de un gran cardo,en un lugar donde no iba a molestar a las demás plantas ni a nuestro paso. Así, con permiso de mi esposa que es la que se encarga de esa zona del jardín, decidí que había llegado el momento de dejarlo crecer plenamente para poder hacer un seguimiento de la fauna asociada y, a ser posible, fotografiarla.

Era un cardo borriquero, Onopordum acanthium, y se desarrolló plenamente alcanzando cerca de dos metros y medio de altura y aunque lamentablemente este año, con su particular meteorología, ha sido pobre en diversidad y cantidad de insectos, me he dedicado a ello con paciencia y dedicación.

Paralelamente he visitado con frecuencia varios grupos de otros cardos en los prados próximos a casa esperando, como así ha resultado, que estos aportasen más especies. Los grandes Carduus son los que más variedad han facilitado, sobre todo en primavera, alrededor los grandes capullos florales ricos en jugos azucarados.


La mayoría de las especies de insectos que acuden a ellos son generalistas, que pueden alimentarse y reproducirse sobre los cardos o sobre flores de otras especies. Entre ellas encontré chinches como estos Carpocoris mediterraneus, que ya vimos sobre cardo corredor en esta entrada.


E igualmente variados escarabajos que acuden a la melaza que segregan...
Heliotaurus ruficollis
Oxythyrea funesta

También avispas y abejas, que llegan buscando néctar...
... y mariposas que solo acuden a libar, junto a otras más específicas, que usan los cardos para que en ellos se desarrollen sus hijos. Entre ellas destaca la vanesa de los cardos, Vanessa cardui, cuyo nombre específico viene precisamente de los cardos, en los que se alimentan sus larvas, aunque también críen en las ortigas. Aún no me he planteado tener ortigas en el jardín para atraerlas... ¡he dicho aún!

Sobre los cardos podemos observar relaciones curiosas como el mimetismo batesiano, del que hablé en esta otra entrada, entre un meloideo, Mylabris, que es tóxico para los insectívoros pero inofensivo para otros insectos...

... y su clérido imitador del género Trichodes que, por el contrario, siendo perfectamente comestible es un feroz depredador sobre los otros insectos que acuden a las flores. Puede que use su aspecto tanto para defenderse de sus enemigos como para acercarse a sus presas.
Donde hay animales que acuden a comer productos vegetales hay depredadores y no son menos las arañas que tejen sus telas entre los cardos o esperan pacientemente a los insectos que acuden a las flores, como esta Synema globosum, tan parecida a la viuda negra, aunque nada tenga que ver con ella, sino que es pariente de las arañas cangrejo de las flores a las que también dediqué una entrada.

También es posible observar otro tipo de relación entre especies, como el mutualismo, del que también he tratado en la entrada correspondiente a las hormigas y su ganadería de pulgones.

La segunda intención al dejar crecer el cardo en el jardín fue hacerlo más atractivo para los jilgueros, que no en vano se llaman Carduelis carduelis, porque con su largo pico se alimentan de sus semillas. Estos bonitos pájaros sólo de vez en cuando se dejan ver por casa y la verdad es que me apetecía tener un regalo especial para ellos.

Lo malo es que el lugar donde creció el cardo no es visible desde la casa y no he podido comprobar si lo han visitado o no, aunque algún comensal sí han tenido, vistos los desmembramientos de las cabezuelas de semillas. Por eso las corté y las puse en uno de los comederos, aunque tampoco así he tenido suerte. Para el próximo año plantaré cardos en "mi" sección de jardín y a la vista desde las ventanas.

Ser un cardo es una cuestión de carácter y no de familia, pues en algunas de las familias botánicas que tienen cardos en su seno también hay representantes sin espinas. Entre ellas quizás los cardos no sean muy populares en la jardinería convencional, aunque a algunos no les falta ni belleza, ni interés, ni utilidades, pero eso lo explica mucho mejor Javier Barbadillo en la entrada de su blog "El último rincón", que puede verse pinchando AQUÍ.
Aún no he terminado, en una próxima entrada me acercaré a algunos de los habitantes más específicos de los cardos y el miniecosistema que se crea en torno a ellos.

23 comentarios:

  1. Qué interesante entrada Jesús. Y es impresionante la primera foto tuya al lado del cardo. No sabía que podían crecer tanto, qué barbaridad.
    Un saludo.

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    1. Yo también pensaba ¿pero cuando va a dejar de crecer?
      Otros cardos de la misma especie,cerca de casa, no sobrepasaron mi propia altura, pero es lo que tiene el que reciba algo de riego, aunque el gotero no estaba en su base sino en las plantas vecinas. Además, también he visto que ha sacado más flores.

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  2. Lo que algunos puedan ver como muestra de descuido -incluso abandono- de un jardín otros lo apreciamos como valiosa aportación a la biodiversidad de la zona.
    Enhorabuena por sacar adelante a ese hermoso cardo borriquero. A buen seguro que muchos más te lo agradecerán (...insectos sobre todo).
    Fascinante, como siempre, tu acercamiento a la fauna que frecuenta los cardos.
    Saludos.

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    1. Hola Javier,
      Otra vez hermanados en una entrada. Gracias por tu ayuda en la identificación de algunos de ellos.
      La verdad es que en el momento álgido de la floración son plantas bonitas.
      Un abrazo

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  3. Son preciosos, a mí siempre me encantaron y eso que nunca me he parado a observar la cantidad de vida que albergan. Será que los naturalistas somos un poco raros...

    Un saludo!

    Javier.

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  4. La cuestión, Javier, es que no se puede ir observando absolutamente todo al mismo nivel que lo observa el que le gusta una cosa muy concreta. Seguro que si vas con un amigo "pajarero", él te dice que nunca había visto tantos reptiles como yendo contigo y a la inversa tú con las aves. Por eso es tan bueno compartir paseo.

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  5. Hola

    He leído las dos entradas, la de Fco. Javier y la tuya. Están muy bien complementadas, esta forma de tratar en paralelo el mismo tema está muy bien. Y toda esa fauna asociada a los cardos es casi como un microcosmos, es tremenda la cantidad de vida que puede sostener una planta así.

    Un saludo

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  6. Gracias Pedro. Cuando se comparte amistad y salidas al campo ¿por qué no compartir entradas de blog? Así aportamos cada uno lo que más controlamos y desde nuestra personal perspectiva.
    En la próxima entrada ahondaré sobre ese microcosmos que comentas.
    Saludos

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  7. ¡Lo que puede dar de sí la contemplación de una planta (en este caso un cardo)! ¡Para escribir todo un libro!

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    1. Y porque necesitaría un entomólogo especialista en muchos grupos de insectos, porque la lista es un no parar.
      Saludos Joaquín.

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  8. A parte del jilguero, el verderón común y el pardillo común también llevan en su nomenclatura latina referencias a los cardos a los que gustan visitar en busca de sus nutritivas semillas.
    Te recomiendo que con el tiempo acabes dedicando un trocito de jardín a las ortigas, muchas mariposas decidirán realizar sus puestas sobre ellas y además podrás usarlas para hacer un excelente abono y unas buenas tortillas e infusiones.

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    1. Hola Goyo. Ahora que no me leen en casa, te confieso que llevo tiempo planeándolo, pero el lugar más adecuado par ellas, que es un rincón por donde apenas si pasamos y donde se conserva bastante humedad, tengo que remodelarlo y no quiero ponerlas para luego volverlas a quitar. Todo se andadrá.
      Los prados cercanos son muy secos y no hay ortigas, quizás consiga atraer algunas mariposas interesantes, sí, porque con los cardos tengo mucha competencia en el entorno.

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  9. Hola Jesus, nosotros también dejamos cardos (este año dejamos florecer a los comestibles con resultados similares) en nuestra parcela, claro, con el consentimiento de la mujer...y la verdad estamos encantados de tenerlos y ver la gran cantidad de fauna que atrae, sobre todo aves y insectos y en nuestro caso muchos caracoles. Pensamos que un jardín con plantas autóctonas es más bonito que un jardín tradicional.
    Un saludo
    Abel

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    1. Hola Abel. Quizás con los cardos comenstibles tenga más suerte que con otras plantas de huerta. Soy un pésimo hortelano, quizás demasiado holgazán, je, je. Tengo que intentarlo.
      Debería haber iniciativas oficiales para facilitar la jardinería autóctona, no puede ser que si quieres comprar una encina o un roble te vendan uno americano o tengas que pagar un dineral por un árbol arrancado a la naturaleza. Pues no todo el mundo tiene la paciencia de plantar bellotas.
      Saludos

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  10. Que coincidencia, tengo el cuarto del ordenador con todo tipo de cardos secos. Los tengo en macetas con piedras, atados con cuerda de cáñamo etc. La naturaleza muerta de los cardos a los que adoro, llenan mi cuarto de vida. Por supuesto, no llevan los insectos correspondientes; seriamos demasiados, como cierto camarote.

    Saludos.

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    1. La verdad es que incluso secos son muy bonitos algunos cardos. Son muy populares las cardenchas, pero las grandes flores de las alcachofas si se conservan secas antes de que den semillas son impresionantes.
      Saludos

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  11. Bellezón de Blog. Pasaré más veces para expandir mis ilusiones a seguir en pos de alerta para dar a la vida todo lo bueno que se merece. Me reitero a felicitarte por darme la oportunidad de engrandecer.
    Un saludiño,
    Rosa María Milleiro
    http://www.poemas-rosamariamilleiro.blogspot.com/



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    1. Muchas gracias Rosa María. Es una gran satisfacción ver que lo que escribo gusta a personas que no son extrictamente naturalistas y más aún cuando quien visita y comenta es alguien con la sensibilidad que destila tu blog.
      Saludos

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  12. Muy interesante la entrada, al igual que la de El Último Rincón.
    Me parece muy buena iniciativa difundir el uso de especies autóctonas para jardinería. Hay muchas que merecen la pena y que pueden ocupar un lugar en el jardín o en las proximidades.
    Saludos

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  13. Hola Jesús:
    Tengo la suerte de vivir cerca de unos "bosquecillos" de cardos, por lo que la presencia de jilgueros está asegurada, de todas formas los estoy plantando en el gallinero, los cardos, porque la urbanización se acerca peligrosamente; tambien he puesto un bebedero cerca de la casa y disfruto de sus baños ( y de otros pájaros). Las ortigas las dejo crecer alrededor del compostero y las uso en maceración para los hongos y en coción para el pelo. Ah¡ Y soy mujer.

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    1. ¡Que suerte! Anónima, poder contar con la presencia frecuente de jilgueros. A las ortigas creo que las tendré que buscar un rincón para poner en una maceta grande para regar en abundancia. Aunque para el pelo poca utilidad le voy a dar yo. Mis chicas es otra cuestión.
      Gracias por comentar.

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  14. Un gran placer el encontrar gente tan rarita como yo, encantada por los cardos: mi piso está fortificado por ellos. Adoro su estética y su fuerza de supervivencia.
    Desgraciadamente sé muy poco sobre ellos. Seguro que tu blog me ayudará a conocerlos mejor.

    Un un gran abrazo espinoso. Eukene

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    1. Gracias por el comentario Eukene, no soy botánico, ni experto en cardos, pero son muy interesantes en muchos aspectos y, como otras plantas silvestres, aunque sean llamadas "malas hierbas" muy interesantes para los naturalistas.
      Otro abrazo para ti.

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