Aunque parece que este año, con las lluvias y soles intermitentes, las alergias no han llegado en su plenitud, todos los años nos toca escuchar cosas semejantes cuando las laderas aparecen cubiertas de flores y las pelusas producidas por los chopos llenan el aire:
- ¡Ya está el aire lleno de polen, ya están las flores a tope, ya me está matado la alergia!
- ¡Mira, si parece que está nevando de la cantidad de polen que hay!
Nada más lejos de la realidad.
En primer lugar, esas flores tan llamativas son así porque deben ser polinizadas por insectos (entomofilia) y por lo tanto no desperdician el polen tirándolo al viento, sino que lo dejan a buen recaudo en el centro de la flor para que los insectos que vienen atraídos por el color, el olor y el energético néctar, se impregnen de él y lo transporten de una flor a otra, permitiendo así la fecundación.
Por otra parte, las pelusas que llenan el aire primaveral, procedentes de los chopos principalmente, no es polen sino semillas, que usan el sistema de dispersión por el viento (anemocoria). No digo que alguien no pueda ser alérgico a las pelusas del chopo (sería un caso raro), pero lo que transportan dichas pelusas son semillas. Eso sí, semillas diminutas, como se puede ver en la foto siguiente, en la que las cinco cuadrículas se corresponden con milímetros.
En cambio, poca gente se da cuenta de que a la vez están floreciendo los robles, ...
... las encinas, ...
- ¡Ya está el aire lleno de polen, ya están las flores a tope, ya me está matado la alergia!
- ¡Mira, si parece que está nevando de la cantidad de polen que hay!
Nada más lejos de la realidad.
En primer lugar, esas flores tan llamativas son así porque deben ser polinizadas por insectos (entomofilia) y por lo tanto no desperdician el polen tirándolo al viento, sino que lo dejan a buen recaudo en el centro de la flor para que los insectos que vienen atraídos por el color, el olor y el energético néctar, se impregnen de él y lo transporten de una flor a otra, permitiendo así la fecundación.
Por otra parte, las pelusas que llenan el aire primaveral, procedentes de los chopos principalmente, no es polen sino semillas, que usan el sistema de dispersión por el viento (anemocoria). No digo que alguien no pueda ser alérgico a las pelusas del chopo (sería un caso raro), pero lo que transportan dichas pelusas son semillas. Eso sí, semillas diminutas, como se puede ver en la foto siguiente, en la que las cinco cuadrículas se corresponden con milímetros.
En cambio, poca gente se da cuenta de que a la vez están floreciendo los robles, ...
... las encinas, ...
... miles de gramíneas y muchas plantas más cuyas flores pasan desapercibidas ...
... pues son plantas que se polinizan por el viento (anemofilia) que sí llenan con su polen invisible el aire e irritan nuestro sistema inmunológico.
Todos los años me toca explicar esto mismo a algún que otro conocido que en más de una ocasión me han mirado con cara de circunstancias y de no creerse lo que les cuento. Es el problema que ocurre con muchos temas que han pasado al acerbo común de la "ignorancia popular".
Un inciso para añadir una aportación hecha por Fco. Javier Barbadillo que desde su último rincón
ha tenido un momento para aportarnos su saber:
Los chopos son árboles dioicos, esto significa que hay árboles macho (sólo dan flores masculinas) y árboles hembra (sólo dan flores femeninas). Los chopos hembra son los que producen y liberan la pelusa al abrir sus frutos en primavera. Los chopos macho son los que producen polen que liberan al aire pasando desapercibido.
Según la Red española de Aerobiología: www.uco.es/rea/part-alergogenas/populus.htm Ocasionalmente se ha descrito sensibilidad al polen de Populus (género que incluye a chopos y álamos) aunque se sospecha muy limitada. Igualmente se ha descrito reacciones alérgicas ocasionales frente a las pelusas de sus simientes. Por tanto, que a nadie asuste la presencia cercana de chopos.
Por otra parte, la lluvia de pelusas podría evitarse muy fácilmente plantando sólo ejemplares macho en los núcleos urbanos. No entiendo por qué no se hace así teniendo en cuenta que los chopos se plantan de estaca (ramas jóvenes) procedentes de individuos de los que se conoce el sexo.
Que interesante blog tienes ... y que fotografias más buenas ...
ResponderEliminarGracias por compartir
Hola Mari Paz,
ResponderEliminarGracias por escribir. Aquí todo el mundo es bienvenido, pero si viene del Master, razón de más.
Hola Jesús
ResponderEliminarYa sabes mal de muchos, epidemia, pero si vale de algo con esto de la alergia y la pelusa me siento identificado. La gente no suele creerse lo que le cuentas. Supongo que será más fácil visulizar el polen en esta pelusa, que en algo más microscópico.
Por cierto, aprovecho para algo que tenía pendiente: no puedo menos que volver a felicitarte por los cinco grandes. Me lo leo repetidamente, a veces con Álvaro.
Ahora que has terminado con ello, ¿que guardas en esa chistera de naturalista?
Un abrazo.
En efecto, es común confundir las semillas pelosas del chopo con el polen (en sentido amplio).
ResponderEliminarLos chopos son árboles dioicos, esto significa que hay árboles macho (sólo dan flores masculinas) y árboles hembra (sólo dan flores femeninas).
Los chopos hembra son los que producen y liberan la pelusa al abrir sus frutos en primavera.
Los chopos macho son los que producen polen que liberan al aire pasando desapercibido.
Según la Red española de Aerobiología:
www.uco.es/rea/part-alergogenas/populus.htm
Ocasionalmente se ha descrito sensibilidad al polen de Populus (género que incluye a chopos y álamos) aunque se sospecha muy limitada. Igualmente se ha descrito reacciones alérgicas ocasionales frente a las pelusas de sus simientes.
Por tanto, que a nadie asuste la presencia cercana de chopos.
Por otra parte, la lluvia de pelusas podría evitarse muy fácilmente plantando sólo ejemplares macho en los núcleos urbanos. No entiendo por qué no se hace así teniendo en cuenta que los chopos se plantan de estaca (ramas jóvenes) procedentes de individuos de los que se conoce el sexo.
Bueno, perdón por haberme ido por las ramas...de los chopos.
Un abrazo.
Hola Ángel, como siempre, gracias por tus halagos, como siempre, algo sesgados por la amistad que nos une, pero muy bien aceptados por este "modesto vanidoso" ... ¿Y quien no lo haría?
ResponderEliminarRespecto a los cinco grandes, no tengo ya nada guardado en la chistera, lo siento. No quería dejar de publicar esos textos y dibujos que tenía de cuando hice la exposición, pero no tengo nada parecido.
Sin embargo, mirando las estadísticas de visitas a este blog resulta que la mayoría de ellas vienen, precisamente, a esos artículos. Algo tiene que ver el hecho de que salgan nombres en otros idiomas a la hora de salir en los buscadores, lo sé, pero es evidente que los animales emblemáticos tienen tirón.
No sé, esos artículos tienen un enfoque y una intencionalidad diferente a las observaciones de campo que son el motivo del blog.
Hola Javier,
ResponderEliminar¿Perdonarte? ni por un momento, te agradezco mucho esta aportación que voy a incluir en el texto principal de la entrada, por si aquí pasa desapercibida.
Lo que comentas me ha recordado a los Ginkgo, que los ejemplares hembra cuando florecen huelen muy mal y solo se suelen comercializar ejemplares macho... Que de todos modos en nuestras latitudes no suelen florecer.
Enhorabuena por el blog, y por este artículo. Tendría que ser lectura obligatoria y salir en los periódicos, porque la gente se obceca mucho con este tema. En Granada también hay un montón de chopos y la verdad esque se cubre el suelo con las pelusas, pero vamos apenas duran unos días.
ResponderEliminarUn saludo
Gracias Gorrión, bienvenido, espero verte más por aquí.
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