lunes, 21 de junio de 2021

Nepa cinerea, el escorpión de agua.

Escorpión de agua, Nepa cinerea. 

No es un escorpión, a pesar de su aspecto y nombre común, se trata de una chinche acuática inofensiva. Pertenece a una familia, Nepidae y la subfamilia Nepinae, siendo su único representante europeo. En el trópico otras especies muy parecidas alcanzan gran tamaño e resultan bastante impresionantes, tres o cuatro veces más grande que el protagonista de hoy, que sin contar el apéndice caudal apenas sobrepasa los dos centímetros.

Escorpión de agua, Nepa cinerea.
Fotografiado en el arroyo Matalibrillo en Becerril de la Sierra, Madrid.

Hay otra especie de esta familia, Ranatra linearis, que se incluye en una subfamilia aparte llamada Ranatrinae, Anatómicamente es muy parecida pero con el cuerpo muy alargado, lo que le ha valido el nombre de insecto palo acuático. Lamentablemente llevo mucho tiempo sin ver uno quizás por no haberlo buscado lo suficiente entre las plantas acuáticas donde vive, o porque sus poblaciones hayan disminuido debido a la contaminación del agua, ya que es más propio de aguas limpias y con corriente. 

Volviendo al escorpión de agua es, como decía, una chinche y su alimentación es carnívora depredando sobre otros insectos acuáticos, pequeños renacuajos y alevines aún con poca capacidad de movimiento. Habita aguas someras, en zonas arenosas o con algo de cieno, donde no hay corriente, como en las charcas o en las zonas más lentas de los cursos de agua. Si hay corriente se refugian entre piedras para no ser arrastrados, ya que no son buenos nadadores. Las patas delanteras, con ese aspecto de pinzas les valen para capturar a sus presas, y llevarlas hasta el rostro que clavarán en sus tejidos inyectando sus jugos gástricos para realizar una primera digestión externa. Es un proceso igual al que realizan las chinches depredadoras terrestres.

El extremo caudal no es un aguijón, sino un tubo respiratorio que le permite tomar aire de la superficie sin salir del agua, por eso prefiere situarse a escasa profundidad, donde pueda alcanzar la superficie con él sin necesidad de soltarse del suelo. Las alas son funcionales y pueden volar en busca de nuevas charcas o arroyos para colonizar nuevos hábitats o si donde viven se secan o son alteradas. 

Si se secan las charcas o durante el invierno, se pueden refugiar entre restos de vegetación acuática o bajo piedras. La puesta la hacen entre las plantas emergentes y las ninfas no tienen tan desarrollado ese tubo respiratorio ni, por supuesto, las alas.



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