A mediados de junio pude observar en la puerta de casa la cópula de estas lagartijas ibéricas, Podarcis hispanica. Tuve el tiempo justo para correr a por la cámara y hacer alguna foto, porque rápidamente se soltaron y fueron cada una por su lado.
Pareja en cópula de lagartija ibérica, Podarcis hispanica. El macho sujeta a la hembra con un mordisco en el flanco. |
Puede apreciarse que el ejemplar macho sujeta a la hembra con un mordisco en el flanco mientras pone la cola por debajo para introducir uno de los hemipenes en su cloaca. De hecho, tras la época de celo las hembras suelen mostrar las cicatrices de los mordiscos que los machos les han producido, siendo especialmente evidentes en la región ventral.
Pareja en cópula de lagartija ibérica, Podarcis hispanica. El macho introduce uno de sus hemipenes en la cloaca de la hembra |
Pero de esta pareja, independientemente del importante momento de su biología, me llamó la atención y quise inmortalizar la librea de los dos componentes de la pareja.
En efecto, ambos ejemplares tienen la misma coloración y diseño, lo que sin ser una cosa excepcional, tampoco es de lo más frecuente. La cuestión es que esta hembra tiene un diseño más propio de los machos de la especie que el rayado, más común en las hembras.
En la siguiente fotografía se muestra el típico diseño de un ejemplar macho, en el que las diferentes líneas longitudinales que recorren sus laterales hasta llegar a la cola, quedan interrumpidas y desdibujadas como si se tratase de varias series de puntos de los colores básicos, negro, blanco y pardo, superpuestos los unos sobre los otros.
Macho de lagartija ibérica, Podarcis hispanica, con su típico diseño. |
En cambio, en la típica coloración de las hembras estas líneas se mantienen claramente delimitadas, como si ese fuese el patrón básico original de la especie, que en los machos se hubiese deformado.
Diseño típico de hembra de lagartija ibérica, Podarcis hispanica. |
Las dos fotos corresponden a un mismo ejemplar, una hembra bastante joven, pero posiblemente ya adulta.
Lagartija ibérica, Podarcis hispanica. Hembra joven. |
No solo en el diseño se diferencian los dos sexos. En la primera fotografía se ve muy bien que el macho tiene la cabeza proporcionalmente más ancha, es más robusto y la base de la cola es más gruesa. En la zona ventral se apreciaría que en los muslos tienen los poros femorales más marcados, pero para eso hay que cogerlo con la mano y recomiendo encarecidamente no hacerlo. Dejemos a los animales en paz, con hacerles las fotos y observarlos a una prudente distancia es suficiente, su comportamiento será alterado lo menos posible y, lo más importante, minimizamos las posibilidades de que pierdan la cola como medio de defensa.
Por otra parte, llevamos ya unas semanas que en el jardín se están viendo numerosas crías. La lagartija de la siguiente fotografía es un ejemplar muy joven, casi seguro que nacido este año, de las primeras de la temporada.
Ejemplar muy joven de lagartija ibérica, Podarcis hispanica, con diseño propio de macho. |
Y este otro es un ejemplar prácticamente recién nacido, pequeñísimo, con la cola muy coloreada, que es una de las características de las crías de las lagartijas, y la cabeza proporcionalmente grande y globosa.
Cría recién nacida de lagartija ibérica, Podarcis hispanica. |
Los adultos de las lagartijas de las paredes, como Podarcis hispanica y muralis, tienen la cabeza bastante aplanada para poderse introducir fácilmente entre las grietas de las rocas, mientras que las lagartijas de suelo, aunque sean del mismo género, como Podarcis bocagei, tienen la cabeza de perfil más alto. Pero cuando son tan jóvenes esa diferencia no es tan evidente.
También pueden encontrarse machos con la coloración característica de las hembras, pero es menos frecuente. Los diseños que podríamos llamar rayados e irregulares, se aprecian desde recién nacidos.
Las lagartijas de esta especie presentan muchas variaciones en sus patrones de diseño y coloración y son objeto de recurrentes revisiones fruto de las cuales es posible que se separen en distintas especies. Pero a veces las diferencias de diseño se aprecian en unos pocos kilómetros de distancia e incluso dentro de las mismas poblaciones. Mi jardín no es una excepción.
NOTA AÑADIDA en julio de 2016: Las lagartijas de este género, como digo en uno de los comentarios, están en proceso de cambio y descripción de nuevas especies. Así, las que llamábamos Podarcis hispanica en la Sierra de Guadarrama, como las de esta entrada, son ahora Podarcis guadarramae.
Curiosa observação e que sorte poder eternizar através da fotografia.
ResponderEliminar(Quando eu era pequena, tinha o hábito peculiar de observar lagartixas e formigas).
Beijos.
Hola Teca. Creo que de pequeños todos hemos observado e incluso cazado lagartijas... ¡pobrecitas!
ResponderEliminar¡Menos mal que hemos aprendido a mirar sin tocar!
Beijos
Buena oportunidad y súbita reacción la tuya para inmortalizar la escena. Estos comportamientos bien ilustrados avivan la curiosidad de cualquiera. Por cierto, reconociendo la belleza de ambos géneros, aprecio que la librea de la hembra, para mí, resulta más atractiva por lo llamativo de sus contrastadas franjas longitudinales.
ResponderEliminarSaludos
La verdad es que a mi también me gusta más el diseño listado. Los machos son más bonitos cuando tienen ocelos azules, pero no es el caso de los de mi zona. Saludos.
Eliminar¡Estupenda entrada, como siempre! Espero que un día hagas una comparativa entre las distintas especies de lagartijas que podemos encontrarnos por ahí...
ResponderEliminarEsa es mi intención, Fernando, y ya tengo algunas fotos de detalle, pero es complicado sin cogerlas en la mano. Uno de estos días tendré que ir a fotografiar muralis. Saludos.
Eliminar¡Qué bueno que te dio tiempo con la cámara!, cuántas veces me ha pasado que al volver ya no había foto que hacer, en fin. Las pillastes en el momento exacto, parece que le hace una llave de lucha libre. En otras especies no suele ser tan enrevesado el tema.
ResponderEliminarUn saludo
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarSi que fue una gran suerte. Son muchas las veces que veo un bicho interesante en el jardín y se me escapa. Los placer todos suelen ser bastante violentos y las salamanquesas yo diría que más. Saludos.
EliminarMuy interesante Jesús. Seguir tu blog es como leer cada día un capítulo de una enciclopedia natural. Y no soy el único que piensa esto, ya que Quercus acaba de publicar en su perfil de Facebook un enlace a esta entrada. Tienen buen gusto ;)
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Enrique, es que además en Quercus tengo unos buenos amigos.
EliminarPerdona Abel sin querer he borrado tu mensaje,lo recupero:
ResponderEliminarAbel Bermejo García ha dejado un nuevo comentario en su entrada "Lagartijas ibéricas en el jardín: amores, crías y ...":
Hola Jesus, buena entrada como siempre. Poco más que añadir a tus comentarios....la verdad es que inmortalizaste el momento de la cópula para todos los que te seguimos.
Un abrazo
abel
Publicado por Abel Bermejo García
Que buena serie!!
ResponderEliminarMe gustan mucho las lagartijas.
Saludos
Llevo más de media vida viéndote observar lagartijas y siempre me fascina la cantidad de información que puedes obtener de ellas...no se te escapa nada, ni con estas inquietas criaturas.
ResponderEliminarUn abrazo, Jesús.
Son unos animales entrañables, unos de los primeros en ser observados (y maltratados ;-( ) por los chavales. Y así es, llevo desde crío observando y no dejo de aprender.
EliminarHola Jesús; creo que en alguna entrada de este blog hablas de lagartijas que tienen manchas azules en ciertas épocas del año, pero no lo encuentro ¿puede ser en épocas de celo?
ResponderEliminarEn Arija está la podarcis muralis -que yo sepa no hay otras- y por ejemplo ésta de hace unos días tenía bastantes. Si me puedes decir...
Saludos y gracias.
Me refería a ésta:
ResponderEliminarhttp://www.biodiversidadvirtual.org/reptiles/Podarcis-muralis-img20307.html
Lo siento, me confundí de enlace; se ve mejor en:
ResponderEliminarhttp://arijanaturaleza.blogspot.com.es/2016/06/lagartija-roquera-podarcis-muralis.html
Hola Chelo. La taxonomía de las lagartijas del género Podarcis es bastante compleja y están en proceso de cambios hasta tal extremo que últimamente casi solo me atrevo a opinar de las que viven en mi zona. Por cierto las de esta entrada ya no se llaman P. hispanica, sino P. guadarramae.
ResponderEliminarPero volviendo al tema de las manchas azules, creo que casi todas las especies las presentan en mayor o menos medida, sobre todo, como tú indicas, cuando es la época de celo. No es por lo tanto un carácter que nos sirva para diferenciar especies.
Muchas gracias Jesús; me cuidaré de etiquetar como "muralis" a cualquier lagartija que se pasee por Arija.
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