miércoles, 10 de julio de 2013

Entre amigos y bichos en el Valle del Lozoya

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Más especies interesantes vistas en el testing del solsticio de verano.

Como ya comenté en la anterior entrada sobre las mariposas, las dos jornadas que pasamos en el Valle del Lozoya con los compañeros de Bodiversidad Virtual (BV) fueron intensas e interesantes. Uno de los momentos más divertidos, aparte de los chapuzones en el arroyo, fue cuando se encontró el primer ejemplar de un curioso y gran saltamontes cuyo nombre científico es ni más ni menos que Saga pedo. Teníais que haber oído el grito de ¡Un Saga pedo, un Saga pedo! y una veintena de locos cargados con los más diversos equipos fotográficos rodeando al pobre animal. Cualquiera que nos hubiese visto se habría partido de risa o habría salido corriendo por si éramos peligrosos.
Bueno este es el animalito en cuestión:
Saga pedo
Curioso ¿verdad? Pues su interés va mucho más allá de su aspecto. Por un lado es el ortóptero de mayor longitud de Europa, alcanzando los 12 cm de tamaño de cuerpo. Además, presenta la peculiaridad de que no se conocen machos de la especie, todos los ejemplares son hembras y tienen el largo ovopositor con forma de estilete característico de la familia Tettigonidae, a la que pertenece. Eso quiere decir que se pueden reproducir sin necesidad de ser fecundadas, por partenogénesis. Esto es posible porque tienen un juego cuádruple de cromosomas (es tetraploide) en lugar de tenerlo doble (diploide), como la mayoría de los animales. Es decir, que es como si las hijas fuesen clones de sus madres. Hay otros insectos que también tienen esa peculiaridad, como algunos insectos palo.
Igual que otros grandes ortópteros en su alimentación se incluyen insectos a los que sujeta con las patas delanteras, que están provistas de espinas para retenerlos, de manera parecida a como lo hacen las mantis religiosas.
Por último, el valor de la observación de los cuatro ejemplares que vimos, es muy grande, pues aunque tiene una distribución amplia, las citas son muy escasas y dispersas, por lo que se considera una especie vulnerable por la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza).

De la misma familia vimos este otro saltamontes al que aún no he podido asignar el nombre científico, pero en cuanto los expertos de BV lo revisen lo pondré. 
Y otro insecto emparentado de cerca con los ortópteros, son los insectos palo, del orden de los fásmidos. Es interesante y difícil de ver, casi tanto como los fantasmas que le dan nombre a la familia, no tanto por su escasez como por lo bien que se camufla. La especie es Pijnackeria hispanica, que se alimenta principalmente de retama negra, planta que se encuentra abundantemente en la zona, aunque el que yo vi estaba sobre cantueso, flor que por cierto, estaba en plenitud.
Pijnackeria hispanica.
Otra de las pequeñas maravillas que pudimos observar y fotografiar fue el neuróptero Nemoptera bipennis. Una preciosidad que parece una mezcla de mariposa y libélula, aunque nada tenga que ver con unas u otras. Como los demás neurópteros son animales depredadores y tienen una fase larvaria bastante fea, que no tiene ningún parecido con los adultos y está provista de dos poderosas mandíbulas. Es un insecto que solamente vuela como adulto unas pocas semanas con los primeros calores, momento en que se reproducen, tras haber pasado dos años en forma de larva.
Nemoptera bipennis.
Los coleópteros también estaban dedicados a la reproducción y algunas especies tenían montadas verdaderas orgías en muchas de las abundantes flores que cubrían los prados. Entre ellos los Anisoplia baetica que no desperdiciaban el momento para comer néctar y polen.
Amor en equilibrio de Anisoplia baetica. 
E igualmente los abundantes Heliotaurus ruficollis, que aunque pueden encontrarse en cualquier tipo de flores, eran particularmente abundantes en las de cañahejas o zumillos, Thapsia villosa, que nos ha dado la impresión de que este año se han dado mucha prisa en crecer.
Heliotaurus ruficollis sobre flores de Thapsia villosa. Y algún moscón mirón.
Heliotaurus ruficollis. 
Ya han salido varias veces en este blog los meloideos conocidos como mascaflores. Hemos visto mascaflores mesetarios, Mylabris hieracii y fotografié Mylabris variabilis
Mylabris variablilis
Y otra especie parecida, pero de diferente género, que se distingue por tener las antenas terminadas en una especie de maza por el ensanchamiento de los últimos artejos, Actenodia billbergii.
Actenodia billbergi.
Estos escarabajos, como ya he comentado otras veces, son tóxicos y hay especies que imitan su diseño y colorido para protegerse, de la misma manera que hay moscas que imitan a las abejas y abejorros. Para que el engaño sea efectivo las especies imitadoras tienen que volar a la vez que la imitada y a eso se dedicaba este inofensivo crisomélido de la subfamilia Clytrinae, que aún tengo que determinar a nivel de especie.
Crisomélido de la subfamilia Clytrinae
Y, cómo no, el abundante Trychodes octopunctatus.
Trichodes octopunctatus.
Y su pariente próximo, Trichodes flavocintus, que además se camufla perfectamente entre las flores de cañahejas.
Trichodes flavocinctus.
Vimos y fotografiamos muchas más especies de insectos, pero sería tedioso dedicarme a todos, así que termino con una interesante familia de moscas, dípteros, los asílidos, bastante complicados de determinar sin ser especialista. Son feroces depredadores que cazan al vuelo todo tipo de insectos, incluso de su mismo tamaño. Las hembras deben ser peligrosas para los machos porque si ellos quieren conseguir un revolcón necesitan primero cazar algo para ofrecerles y después copulan mientras ellas están entretenidas comiendo. Dejo las fotos de tres ejemplares que creo que se corresponden con tres especies distintas:



Ya sabéis que yo tengo poco de botánico, pero no puedo evitar mostrar tres de las especies que me parecieron más llamativas: Los gladiolos (Gladiolus illyricus), los lirios (Xiphion vulgare) y la orquídea serapias (Serapias lingua). Todas ellas hacían que un sombreado prado a la orilla del Lozoya pareciese un maravilloso jardín.

Gladiolus illyricus. 
Iris xiphium, ahora Xiphion vulgare.
Serapias lingua.

Otras entradas sobre el mimetismo de los insectos:

15 comentarios:

  1. Gracias a los que comentáis, disculpadme si tardo un poco en responderos pero no voy a tener conexión en los próximos días.
    Enseguida vuelvo. Saludos.

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  2. Muy interesante y amena tu entrada!!!

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  3. Menuda serie de fotos, la del neuróptero es preciosa. A ver, con qué especie se identifica el segundo ortóptero porque parece complicado.

    Un saludo



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    1. La verdad es que algunas especies de tetigónidos me parecen iguales entre sí. Esperemos la opinión de los expertos. Gracias Pedro. Saludos.

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  4. Lo abarcas todo Jesús, es increíble. Gracias por compartirlo.
    Un abrazo.

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    1. Quien mucho abarca poco aprieta, pero hago lo que puedo.
      Saludos Enrique.

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  5. Muy buena jornada y con muchas especies interesantes. - Encontrar un Saga Pedo es para gritar y mucho... En Ciudad Real está citado en las Lagunas de Ruidera, pero hace mucho que nadie los ve...

    Saludos.

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    1. Es complicado de ver, ojalá que se vaya encontrando en más sitios, como nos ha ocurrido ese fin de semana. Saludos.

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  6. Nemoptera bipennis es un insecto que siempre me ha llamado mucho la atención por sus formas y traslucidez de sus alas. Espero topar con él algún día sin obsesionarme demasiado. Es tan curiosos como bello.

    Saludos.

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    1. El día que vuelan es muy patente, aunque es difícil pillarlo posado para las fotos, pero como ocurre con otros neurópteros cuando se ve uno se ven muchos.
      Ojalá lo consigas pronto. Ya sabes bien entrada la primavera o a principio de verano.
      Saludos.

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  7. Lo que puede cundir una "batida" naturalista...
    Apasionantes insectos, y de entre ellos ese chocante Saga pedo.
    Saludos, Jesús.

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  8. Hola Javier, cuando se va con un grupo de gente cada cual aficionado o especializado en lo suyo, la verdad es que se ven muchas cosas que yendo solo pasan desapercibidas. Falta tiempo para tanto bicho y planta, es una deliciosa tensión.
    Un abrazo.

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  9. Me parece una bonita coincidencia leer esto justo dos días después de haber observado de casualidad la aparición en el valle del tietar a varias nemoptera bipennis. Intentad en vuestra zona comprobar si ya están allí, yo recomiendo ir a una zona llana de hierba baja. ¡Mucha suerte!

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