lunes, 26 de noviembre de 2012

Las jirafas, temas evolutivos de altura.(2ª parte)

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Parece ser que las jirafas son una buena fuente de inspiración para los científicos y no tan científicos de manera que creacionistas y evolucionistas se han dedicado a tirarse las jirafas a la cabeza desde siempre. En la entrada anterior hablábamos de un carácter de los llamados "erróneos", el nervio faríngeo, un precioso ejemplo sobre el origen común de los vertebrados. En esta entrada seguimos con otros interesantes temas.

Tema 3 de evolución de la jirafa: 
Estira el cuello, para que tus hijos sean más altos. 
Ahora nos podemos tomar esa afirmación a risa, pero durante mucho tiempo la teoría de la heredabilidad de los caracteres adquiridos estuvo sometida a debate. Como buen inglés, para el gran público Darwin se ha llevado todo el mérito de haber planteado la teoría de la evolución, pero el hecho de que las especies hayan variado a lo largo de la historia de la Tierra, ya se trató con anterioridad por diversos autores y el primero de ellos fue Lamarck, francés nacido en 1744. 
Lamarck fue un gran científico, entre otras muchas cosas fue el que llamó Biología a la ciencia que estudia los seres vivos. Pero lo que hoy le trae a esta entrada sobre jirafas es su planteamiento de la teoría de la evolución biológica por la que las especies han variando su anatomía de generación en generación, según las necesidades que les imponía el medio ambiente. Eso, aplicado al caso de las jirafas significaría que a base de esforzarse por alcanzar las ramas altas de los árboles las sucesivas generaciones de jirafas serían cada vez más altas.
Aunque la consecuencia final sea así, la base de dicha teoría, el por qué ocurre eso, es errónea. Sin embargo, para su tiempo fue un gran logro el plantear que las especies actuales no son tal cual fueron creadas.
Hoy en día sabemos que, de acuerdo con la teoría de la Selección Natural, esta sí que debida a Darwin, los antepasados de las jirafas más altas tuvieron mejores tasas de supervivencia y por lo tanto pudieron transmitir sus genes a las generaciones futuras y así fue como la jirafa consiguió sus largas patas y cuello.


Aún hoy en día hay veces que nuestra manera de hablar nos traiciona y decimos algunas frases que son totalmente lamarckistas. No es raro escuchar o leer, incluso en documentos y documentales de divulgación científica, la frase: "las jirafas han evolucionado para alcanzar las altas ramas de las acacias africanas". Así, parece que la evolución obedece a una voluntad o que tenga un destino prefijado, cuando eso es rotundamente falso. Lo que deberíamos decir es: "las jirafas de cuello más largo consiguieron llegar a las más altas ramas de las acacias africanas y por eso pudieron sobrevivir". Ser tan altas las ha beneficiado, pero no han evolucionado para ello.

Tema 4 de evolucion de la jirafa:
Demasiada sangre en la cabeza.
Es lo que les pasaría a las jirafas al inclinarse a beber agua. El corazón y las arterias que llevan la sangre a unos cinco metros de altura tienen que tener una gran potencia de latido. Con esa fuerza, bajar la cabeza hasta el nivel del suelo, sería someterla a una gran presión, parecida a las que sufrirían los pilotos de aviones caza al hacer una caída en picado si no llevasen trajes presurizados. La solución anatómica de estos animales es la posesión de unas válvulas en las arterias que controlan ese flujo de sangre e impiden que cuando la cabeza está abajo le llegue demasiada sangre. 
Para algunos creacionistas, o defensores del diseño inteligente que le llaman ahora, no se ha explicado cómo es posible que el cuello largo y ese sistema vascular hayan podido evolucionar por separado para conseguir ese efecto. Ellos tienen más fácil dar explicaciones, con atribuirlo todo a una "chispa divina" lo tienen solucionado.
En realidad ninguna mutación es afectada por la selección natural aisladamente, todas forman parte de un conjunto y se selecciona un todo. Además, ese cambio ha ocurrido a lo largo de millones de años de evolución, otra cosa que niegan los creyentes, que no aceptan las evidencias geológicas y atribuyen a la Tierra sólo unos cuantos miles de años. Es curiosa la obsesión de los creacionistas por buscar fenómenos evolutivos inexplicados, mientras que ellos lo solucionan todo de un plumazo por medio de la fe, sin demostrar nada.
Okapi hembra en el Zoológico de Amberest, Bélgica.

Tema 4 de evolucion de la jirafa:
Un amplio registro fósil.
Hay muchos fósiles de jiráfidos en yacimientos de Eurasia y en África, donde evolucionaron junto a otros mamíferos, los Afroteria. En el pasado hubo bastantes más especies que las actuales. En España, y concretamente en yacimientos madrileños, se han encontrado varias especies de jirafas fósiles. En contra de lo que dicen los creacionistas, sí hay jirafas fósiles con un cuello relativamente largo. Lo que ocurre es que no se ha establecido aún una línea evolutiva tan clara como con los caballos, cuyo registro es mucho más abundante.


Tema 5 de evolucion de la jirafa:
Una peculiar cornamenta.
Precisamente entre los fósiles de jirafa se puede observar que la presencia de cuernos en esta familia fue de lo más variado. Había especies con cuernos ramificados, parecidos a los de los ciervos y hasta casi discoidales y enormes. También las hubo con más de un par.
Los cuernos característicos de esta familia de artiodáctilos se llaman osiconos, tienen un núcleo oseo y están recubiertos por piel. Las jirafas actuales tiene un par de ellos y según las subespecies y la edad del ejemplar tienen más o menos desarrollado un bulto central en la cabeza que casi podría interpretarse como un tercer cuerno, más desarrollado en los machos. Además, en algunos ejemplares viejos pueden crecer unas nuevas puntas dirigidas hacia delante, saliendo de la base de los cuernos principales. Eso es muy coherente con lo que vemos en algunas especies fósiles con más desarrollo de osiconos que las jirafas y okapis actuales. 

Como ya vimos en otra entrada (puedes verla pinchando AQUÍ) los bóvidos tienen verdaderos cuernos con hueso por dentro pero queratina por fuera, los cérvidos tienen astas de hueso que cambian cada año,  los berrendos (únicos antilocápridos actuales) una parte ósea perenne y otra córnea que sí se muda, y los rinocerontes cuernos solo de quitina sin esqueleto interno.

En las jirafas tanto el macho como la hembra tienen cuernos, pero en los okapis solo los tienen los machos como puede verse en los ejemplares del Museo Nacional de Ciencia Naturales, donde se expone el esqueleto de una hembra y un macho taxidermizado. También puede observarse que el cuello de las jirafas y los okapis solo tiene siete vértebras, igual que otros artiodáctilos. Los cuellos largos se deben al alargamiento de las vértebras no a que haya aumentado su número.
Okapis en la exposición Biodiversidad del Museo Nacional de Ciencias Naturales, de Madrid.
Pero sin duda las jirafas son unos animales dignos de ser contemplados, sin calentarse demasiado la cabeza. Como decía en la entrada anterior, parecen venidas de otra época, cuando los grandes animales habitaban la Tierra y no se tenían que preocupar del primate que se autodenominó sapiens
Cría de okapi en el Zoológico de Amberest, Bélgica, uno de los pocos zoos donde se  reproduce  esta especie procedente de los antiguos territorios del Congo Belga.


Esta entrada es la segunda parte de:

9 comentarios:

  1. Las jirafas son animales fascinantes y la comparación con los okapis (sus parientes vivos más cercanos) las hace aún más increibles. El nombre científico camelopardis al parecer procede de que los antiguos romanos en un principio pensaron que debían ser un híbrido de camello y lepardo.

    Un saludo

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    1. Hola Pedro, yo supongo que más que pensar que fuese un animal híbrido usaron ese nombre para describir una especie parecida al camello pero con el color del leopardo. El adjetivo "pardal" o "pardo" se usa en muchas otras especies.

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  2. Geniales tus explicaciones en estas dos entradas, siempre se aprende algo. Aparte del aplastante ejemplo del nervio faríngeo (yo no conocía su existencia) ¿Cómo explica un creacionista que tanto una rana, como un lagarto, un mono, un gato, o nosotros... tengamos cuatro patas (perdón extremidades) terminadas en dedos?
    Dios nos creo (al hombre y por ende a los vertebrados) a su imagen y semejanza. Entonces... de que tiene forma dios, ¿de primate o de jirafa? ;)

    Un saludo!

    Javier.

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    1. Gracias Javier:
      Con cierto temor de ser irrespetuoso, si nos creó a su imagen y semejanza dios debería tener forma de insecto y particularmente de escarabajo, el grupo más abundante y variado. O por lo menos, sería un entomólogo muy apasionado.

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  3. Es curioso, me parece más amorfo por su parentesco el okapi con su cuello excesivamente corto que, el de la jirafa por excesivamente largo pero, más conjuntado con las extremidades.
    También pensé en su día que las vértebras cervicales en las zancudas eran más numerosas, hasta que vi la primera garza muerta y sus vértebras mas alargadas de lo normal.
    Como siempre, una entrada muy didáctica.

    Saludos.

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    1. Bueno, Javier 16 tampoco es tan amorfo el okapi, aunque en la foto del adulto por la postura lo parece y el joven, como tal, tiene las patas más largas de la cuenta.
      Saludos

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  4. Interesante entrada sin duda, a mí el okapi me parece un bicho de lo más interesante..como si estuviera construido con recortes de otros animales.
    Al igual que otros comentarios…mis felicitaciones por todas las entradas de este blog.
    Saludos

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  5. Otra entrada de altura. Gracias, Jesús, por estirarnos el cuello para ver un poco más allá.
    Un abrazo.

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  6. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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