Pertenecen al género Sempervivum, incluido en la familia Crassulaceae.


Sempervivum arachnoideum

Un Cuaderno de Campo con lo que observo en el jardín de casa, en excursiones y viajes. El jardín está situado en la zona de Mataelpino, al sur de la Maliciosa en la madrileña Sierra de Guadarrama, a casi 1.100m sobre el nivel del mar. Sencillas observaciones dan lugar a explicar procesos biológicos que todos podemos descubrir en nuestro entrono más cercano. Todos los textos, fotos y dibujos, salvo indicación expresa, son propios. Espero que se solicite permiso para utilizarlas.
Cualquiera que haya cultivado nenúfares en su jardín y los haya sacado para limpiarlos o dividirlos, habrá podido observar sus rizomas, gruesos, carnosos y retorcidos, que resultan algo denterosos. De ellos salen numerosas raíces también bastante gruesas que tienen una impresionante capacidad de agarrarse a los cantos rodados del fondo. De esa manera supongo que los nenúfares silvestres se lastran para no ser arrastrados cuando hay riadas. Sacar un nenúfar que lleva varios años en un estanque es toda una aventura, pues se apoderan de todas las macetas y piedras formando un entramado casi imposible de dividir, si no es atancándolo con cuchillos bien afilados.No he leído nada sobre esta manera de atrapar las piedras ni en libros ni en páginas web, en cambio, si repiten muchas otras cosas. Una de ellas, es que "los tallos subterráneos son usados a veces como alimento en el norte de Europa". También suele decirse que en los conventos se utilizaba como antiafrodisíaco, para aplacar los ardores sexuales de los monjes y mantenerlos lejos de "las otras ninfas". Al parecer para ello se usaban las flores en infusión. También se dice que las semillas tostadas pueden ser un sustituto del café.
Los conventos, en efecto, tenían estanques con nenúfares. En ellos cultivaban principalmente carpas y tencas, para poder comer pescado fresco y propio en tiempos de cuaresma, en los lugares donde no había mar cerca.También en nuestra geografía hay un nenúfar de flores amarillas, aunque más discretas, que no he conseguido adaptar a mis estanques, que es Nuphar lutea.
Como puede verse en la última foto, el mayor destroza-nenúfares es una buena tormenta de granizo. Por lo demás los nenúfares son el posadero preferido para las ranas, libélulas y muchos otros insectos acuáticos, son un salvavidas para los animalillos que puedan caer al agua y sombrean en estanque evitando el excesivo desarrollo de las algas. Son un punto de atracción en el jardín y, como las ninfas mitológicas, anuncian la primavera.