Mi cuadra de caballitos... del diablo.
Estaba tentado de titular esta entrada "El picadero del diablo", pero seguro que alguno que entrase buscando otra cosa se iba a molestar conmigo, así que me quedo con esta minicuadra de frágiles caballitos del diablo que visitan y crían en mi estanque.
El orden de los
Odonatos, que es como los científicos llaman a las libélulas, se divide en dos grupos, los
Anisópteros, que son las libélulas propiamente dichas, con las alas siempre abiertas y vuelo muy potente y rápido, y los
Zigópteros, que son los caballitos del diablo, cuyas alas en reposo suelen plegarse todas juntas y tienen un vuelo más pausado. Son, además, de cuerpo mucho más esbelto.
He tardado en decidirme a poner esta entrada porque realmente la determinación de las especies tiene su complicación para alguien que no se las había tomado del todo en serio, hasta ahora. Además, no me podía creer que en mi estanque hubiese cuatro especies distintas pertenecientes a una misma familia: Coenagrionidae.
En la entrada anterior ya saqué esta misma foto, la única que tengo de esta especie, Coenagrion pullea. Su identificación no tiene muchas dudas. Entre las especies de color azul y líneas negras, esta es la que tiene en el primer segmento del abdomen, una mancha dorsal que se puede describir como el logotipo de la marca de coches Honda, o también una letra "U". Otras especies que tienen manchas parecidas no habitan la Península Ibérica, así que no hay confusión. Lástima que en esta foto solo se vea medio "logotipo".
Estos caballitos azules dominaron el estanque en el mes de junio y primeros de julio, pero en escaso número. Pronto se han visto sustituidos por otra especie mucho más abundante, Ischnura graellsii. En la siguiente foto se ve un ejemplar macho con su característica mancha azul en los últimos segmentos del cuerpo. Es muy grácil y tamaño algo menor que la especie anterior.

Las hembras pueden tener colores bastante variables, que van del amarillento verdoso, ...

...al dorado y
pardusco.

Además, el color varía con la edad del animal, para complicar un poco las cosas. Recién metamorfoseados tienen tonos más claros y se oscurecen al pasar unos días y alcanzar la madurez sexual.
En la siguiente foto se ve una pareja en el momento de la cópula. En primer lugar el macho agarra a la hembra por el cuello con los apéndices anales y cuando ella está preparada adelanta el suyo para recoger los espermatozoides del segundo segmento abdominal del macho, donde previamente los había colocado éste.

Y ahora, también sorprendidos en los momentos íntimos, dos parejas de dos especies distintas, que son las que me han vuelto un poco loco.
Con estas dos especies ha ocurrido lo mismo que las dos anteriores, la primera en aparecer en primavera fue Pyrrhosoma nymphula, que se caracteriza, en cuanto a coloración se refiere, por los tonos rojizos, especialmente de los machos, y por las patas oscuras, no amarillas ni rojas. El detalle del color de las patas es definitivo a la hora de diferenciarlo de la especie siguiente. También lo es el ser una de las primeras especies en emerger del agua.

La siguiente especie es
Ceriagrion tenellum, cuyo principal
carácter diagnóstico es la posesión de patas
amarillentas o rojizas, nunca negras. También es rojiza esa celdilla oscura que tienen las libélulas en las alas, que se llama
pterostigma. Su aparición en el estanque fue más tardía.

Por último incluyo una foto bastante mala de una
exuvia de caballito del diablo. Las ninfas de los
zygópteros son mucho más gráciles que las de los
anisópteros y tienen tres penachos branquiales al final del abdomen.

Las cuatro especies son propias de lagunas sin corriente de agua o con corriente muy lenta y relativa acidez, como corresponde a lugares de aguas blandas. Es el caso de la sierra madrileña y del estanque, o más bien charca artificial, que tengo en el jardín.
Dado que los adultos tienen casi idéntico comportamiento, es de suponer que la competencia entre las especies o el reparto de hábitat, sea más importante en la etapa larvaria, quizás algunas de las especies se encuentre más en el fondo, entre el limo y otras entre la vegetación. Quizás lo que varíe sea su alimentación. Está claro que en el estanque hay sitio para todas.
También es posible que apenas exista verdadera competencia interespecífica y que la verdadera competencia sea a nivel individual independientemente de la especie. En cualquier caso sería muy interesante estudiar a las cuatro especies en acuario, por separado y conjuntamente, para poderlo observar, aunque eso va mucho más allá de mis pretensiones actuales.