sábado, 29 de julio de 2017

Isla Terceira, Azores y sus herpetos introducidos.


En las páginas de este blog pocas veces he salido de la Sierra de Guadarrama o de mi propio jardín, pero hay ocasiones que lo merecen y esta vez el motivo es mi reciente y corto viaje a la Isla Terceira en las Azores.

Como isla volcánica, alejada de la costa y posiblemente alejada de alguna corriente que le haya podido traer náufragos naturales en masas de troncos y ramas, que es una de las formas de colonización para pequeños animales terrestres, Terceira y el resto de las Azores no poseen ningún anfibio o reptil autóctono. Ahora mismo, que yo sepa y haya comprobado, en Terceira solo hay una especie de anfibio introducido, la rana común, Pelophylax perezi, y un reptil, la lagartija de Madeira, Teira dugesii. 


Lagartija polizón e invasora.
Parece ser que la lagartija de Madeira llegó a Terceira el siglo pasado a bordo de los barcos de intercambio comercial con otras islas y así ha llegado también al Portugal peninsular y a Las Palmas de Gran Canaria. Tal y como he visto, ocupa casi cualquier hábitat rocoso, tanto alejado de las áreas urbanas como en zonas humanizadas, con una especial preferencia por las grandes rocas cercanas a la orilla del mar y por los muros de separación de fincas. Creo que en Canarias puede ser un peligro para las especies de lagartos autóctonos del género Gallotia.
Típico ejemplar macho.

Diseño y coloración
He observado que los machos son de coloración muy variable, en fondo muy ocuro, casi completamente negro con pequeñas manchitas que van desde el castaño dorado hasta el azul, pasando por el verde, muy brillantes. Al parecer, según la bibliografía, el color del vientre puede ser muy intenso, amarillo o anaranjado, pero no he podido comprobarlo debido a mi habitual costumbre de no manipular los animales que me gusta observar. También dice la literatura que los cambios de color pueden suceder muy rápido en momentos de estrés. Las hembras me recuerdan más a Podarcis e Iberolacerta, con bandas oscuras laterales y color predominantemente castaño, aunque las he visto más grises, igual que los ejemplares jóvenes, creo que siempre de diseño parecido a las hembras, sin haber diferenciado a que sexo pertenecían.. 
Hembra adulta sin apenas punteado en los laterales.
Comportamiento
Veo que hay poca información sobre el comportamiento y por eso me voy a atrever a describir mis propias observaciones, aunque no puedo estar seguro de si será igual en otros lugares de su distribución geográfica o en otras épocas del año, ya que solo puedo dar datos de una semana del mes de julio en la que, evidentemente, en viaje familiar, solo pude dedicarles algunas horas.
Robusta cabeza de un ejemplar macho muy grande.
He leído que en Lisboa son poco asustadizas, no puedo decir lo mismo de Terceira, creo que ha sido una de las lagartijas más complicadas de fotografiar. Para empezar, apenas me dejaban acercarme y cuando huían no hacían como otras lagartijas, que al rato vuelven a aparecer en el mismo lugar, su favorito, para seguir tomando el sol, sino que reaparecían varias rocas más allá y sin dejar de mirarme prestas de nuevo a la huida. Eran sensibles al ruido del obturador de la cámara, que les hacía sobresaltarse como nunca he visto. Y no solo eso, al intentar fotografiarlas con objetivo macro (de 100 mm) y flash, el pequeño destello de medición que emite el TTL las asustaba irremediablemente y solo conseguía sacar una foto movida en plena huida. En consecuencia, casi todas estas fotos están realizadas con un objetivo zoom 100-400 mm y en no pocas ocasiones al máximo de su extensión. Para ponerlas aquí, además, las he recortado.
Ejemplar joven, mucho más grácil y de típica coloración de fondo gris.
Lo primero que me llamó la atención cuando las vi por primera vez fue su manera de moverse entre las rocas, algo diferente a las lagartijas de roca y de suelo peninsulares. Yo diría que utilizan más la cola como soporte y ayuda en sus movimientos entre las piedras que otras lagartijas que simplemente "la llevan detrás"
Macho donde se adivinan los tonos verdes y azulados.
En los muros de roca volcánica con remates de cemento en su cima, la mayoría de los grandes machos los encontraba en huecos situados a ras de suelo, donde supongo que encontrarán más alimento cerca de la vegetación. Los jóvenes, por el contrario los veía la mayor parte de las veces arriba del todo, en la zona de remate de cemento. Eso no quiere decir que unos y otros no puedan aparecer y desaparecer casi por cualquier lugar y resquicio, sobre todo cuando se asustan. Jovenes y hembras podía verlos juntos y con un macho entre ellos, pero machos juntos no vi nunca, deben ser bastante territoriales.
Otro ejemplar joven.
El comportamiento de curiosidad típico de Podarcis, por ejemplo, mirando al observador o a una mano moviéndose lentamente por la pared de piedra, sólo lo he visto en un par de ejemplares macho, algo menos asustadizos.
Hembra bastante gruesa, posiblemente con huevos.

Alimentación y reproducción
Como muchas otras lagartijas insulares son omnívoras con mucho componente vegetal en su dieta, alimentándose tanto de insectos como de plantas (hojas, flores y frutos). En Madeira se consideran serios enemigos en los cultivos de viñas. Por otra parte en el Terceira los insectos son francamente escasos y creo que no justificarían la abundancia de lagartijas que hay. Sólo en una ocasión las puede ver comer, ejemplares jóvenes, varios juntos. Cazaban unas minúsculas hormigas, para lo cual ladeaban la cabeza para cogerlas con los laterales de las mandíbulas.  
No sé si se trata de un macho joven o de una hembra muy coloreada.
En esta época del año había hembras evidentemente grávidas, por lo que deben realizar puestas en este mes, julio, al menos. Dice la bibliografía que hacen una o dos puestas entre mayo y agosto.
Macho con puntos predominantemente verdosos.
Taxonomía
Pueden encontrarse referencias que denominan a la especie dentro del género Lacerta o Podarcis, pero parece que lo más reciente es incluirlas en el género Teira. Realmente las escamas de la zona temporal y timpánica son muy diferentes a las de las especies de esos géneros.
Hembra gruesa y con los laterales muy punteados de color claro.
Se aceptan tres subespecies, las de Terceria corresponden a la subespecie nominal Teira dugesii dugesii (Milne-Edwards, 1829).
Pido disculpas por la calidad de la foto, pero no podía dejar de ponerla por ser el caso más extremo de macho con coloración azulada que pude encontrar. Fue el primer día y pensaba que volvería a ver más ejemplares así, por lo que no insistí. Si llego a saber que no vería más iguales, me quedo más tiempo para hacerle más fotos. Era espectacular.
Hábitat
A continuación pongo tres fotografías del típico hábitat donde encontré las lagartijas, las grandes rocas de lava volcánica en la orilla del mar y los muros del mismo material que separan las fincas que cuadriculan el paisaje rural:



Y no me olvido de la rana común. 
El "Lagoa do Negro", en uno de los lugares más turísticos de la isla, entre la "Gruta do Natal" y los "Mistérios Negros", es una gran charca en cuyas orillas se encuentran miles de ranas, Pelophylax perezi, también introducidas. Otras pequeñas masas de agua, encharcamientos y arroyos por donde pasé, no las pude ver ni escuchar, pero no dudo de que las habrá, dada su capacidad de adaptación y expansión.


Puede obtenerse más información de la lagartija de Madeira en el artículo de Alfredo Salvador en su página Vertebrados Ibéricos.
http://www.vertebradosibericos.org/reptiles/identificacion/teidugid.html 

Y salamanquesas...
Me han informado que también hay salamanquesas comunes, Tarentola mauritanica en varias localidades de la isla. No lo había leído ni yo las encontré, a pesar de haberme fijado en las paredes nocturnas, pero no es ninguna sorpresa, ya que sé que se ha encontrado en otras islas .... ¡y en medio mundo! ya que, debido a sus costumbres, es fácil que vayan de polizón en contenedores, palets, materiales de construcción e incluso frutas y verduras transportadas por barcos. Precisamente muchas veces en el entorno de puertos y estaciones de tren es donde primero se suelen encontrar, tanto esta especie como la salamanquesa rosada.