martes, 29 de diciembre de 2020

Las hormigas de mi jardín (4). Aphaenogaster iberica.

¿Una hormiga cortadora de hojas en el jardín de casa? No, pero lo parecen por su aprovechamiento de los pétalos de flores caídos. Más adelante lo explico.

Habitan dos especies de Aphaenogaster, género perteneciente a la subfamilia Myrmicinae, en mi jardín, A. gibbosa y A. iberica. Son hormigas esbeltas, de color negro mate y fáciles de reconocer a simple vista, aunque distinguir las especies es más complicado. Como casi siempre, lo he conseguido gracias a los amigos de la Asociación Ibérica de Mirmecología.

Obrera de Aphaenogater iberica transportando una hoja.

Empezaré con Aphaenogaster iberica. La diferenciamos por sus pelos largos y relativamente abundantes, lo que le da un aspecto más mate que su congénere, y por tener las espinas del propodeo más largas. Las obreras son de tamaño muy similar entre sí, entre 4 y 5 mm. No se diferencian mayor ni soldados.

Respecto a su comportamiento, lo que más me ha llamado la atención en esta especie es el acarreo de pétalos de flores, su individualidad en el momento de buscar el alimento y su agresividad con los miembros de su misma especie. 

Flores de Halimium atriplicifolium en el jardín. Pueden verse los pétalos caídos en el suelo, que son aprovechados por las hormigas.
 
En el jardín tenemos varias plantas de una especie emparentada con las jaras: Halimium atriplicifolium, que se pasan la primavera y el verano ofreciéndonos sus bonitas flores amarillas. Poco duran, cuando hace calor se abren a primera hora de la mañana y son visitadas por numerosas especies polinizadoras, pero hacia el medio día los pétalos comienzan a caer creando en su entorno un pequeño manto amarillo.
Transporte de pétalo de Halimium.
Pues bien, al inicio de la tarde, cuando eso ocurre, las A. iberica salen de su hormiguero a recogerlos. En sus caminos de vuelta a la colonia, aunque sean más o menos coincidentes, no forman una fila como vemos en las Messor, cada una va por su lado. Y tampoco se ayudan en el trasporte, cada cual lleva su pétalo y si otra intenta cogerlo por el otro extremo, pronto desiste. 
Introducción del pétalo en el hormiguero. Parece ser el único momento en que colaboran varias obreras.

El buche de las obreras es pequeño, con poca capacidad para el almacenamiento de alimento y por lo tanto tienen que alimentar a las larvas directamente con la comida acarreada.

Esta especie es bastante carnívora, pero los pétalos son el alimento de las larvas. Cuando los pétalos se secan son desechados y bien arrugados los sacan para dejarlos alrededor de las salidas del hormiguero, junto con un variado muestrario de trozos de invertebrados de todo tipo: chinches, escarabajos, hormigas de otras especies, cochinillas…

Dos zonas del entorno del hormiguero mostrando la abundancia de pétalos secos y también insectos y otro tipo de restos. Las pequeñas hormigas rojizas muertas son Pheidole pallidula procedentes de un hormiguero cercano.

En varias ocasiones las he visto acarrear en solitario, o al menos intentarlo, insectos mucho más grandes que ellas mismas, como por ejemplo abejas. Pero también lombrices de las que al amanecer quedan expuestas al sol y comienzan a deshidratarse. 

Solitaria obrera de  Aphaenogater iberica intentando arrastrar una abeja muerta. Impresiona su fuerza.

Aunque si encuentran el insecto ya fragmentado no tienen inconveniente en llevárselo a trozos.
Fragmento de lo que parece ser una porción de antena de algún insecto, quizás una avispa.
Igualmente las he visto merodear y entrar en los nidos de las abejas Osmia del refugio de insectos antes de que estas lleguen a cerrarlos. No sé, pues en las fotos no se distingue bien, si atacan a las puestas, creo que no, que más bien se llevan parte del polen y néctar que tienen almacenado. 
Obrera saliendo de un nido aún abierto de abeja Osmia en el refugio de insectos.
Varias veces he visto peleas cerca de uno de los hormigueros, uno que tiene muy pocos ejemplares. Supongo que eran de diferentes hormigueros, pero realmente no me atrevería a asegurarlo, creo que es algo a estudiar. En cambio, en otra zona del jardín, hay un hormiguero muy próximo a uno de la otra especie y nunca las he visto luchar entre ellas, más bien se evitan. Es curioso, porque más cerca aún está el hormiguero de Messor bouvieri y tampoco he visto que tengan problemas con ellas. Pero a juzgar por los ejemplares muertos de Pheidole pallidula, que sacan del hormiguero junto a otros restos, parece que sí que atacan a  esa otra especie.

Peleas intraespecíficas de Aphaenogaster iberica. Pueden pasarse horas así, sujetando a su presa por el cuello o del peciolo, sin apenas moverse.

Aún no he visto aladas de esta especie en el jardín. Supongo que porque no es un fenómeno llamativo ya que no hay un verdadero vuelo nupcial, la hembra es fecundada en los alrededores del nido y vuelve al hormiguero de donde saldrá acompañada de un grupo de obreras para formar una nueva colonia. Las colonias son monoginas, no pueden convivir varias reinas en un mismo hormiguero.

Una aclaración antes de terminar: Las verdaderas hormigas cortadoras de hojas, que son sudamericanas, no se alimentan de las propias hojas, sino de los hongos que crecen sobre una masa que hacen con ellas en verdaderas cámaras de cultivo. 

En la próxima entrada sí mostraré aladas de la otra especie: Aphaenogaster gibbosa.


6 comentarios:

  1. Estas si que abundan por aquí. Saludos y feliz año nuevo.

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  2. Fantastico, Jesús. Enhorabuena. Feliz entrada de año

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  3. Muchas gracias a los dos.
    ¡FELIZ NOCHE Y 2021 también para vosotros!

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  4. da no para varias entradas no, las homrigas dan para varios blogs!!! feliz año

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    1. Por supuesto que sí pero, de momento, me concentro con las del jardín, que no son tantas. Si te gusta el tema te recomiendo el blog de mi amigo José Luis Blanco que, aunque lo dejó en el 2013, tiene datos muy interesantes.
      https://hormigasamarillas.blogspot.com/

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