Fruto de la humedad ambiente las gotas de rocío se condensaron en este plumón que flotaba en el estanque. ¡Qué pena no que salga el sol para sacarle brillos realmente bonitos!.

Un Cuaderno de Campo con lo que observo en el jardín de casa, en excursiones y viajes. El jardín está situado en la zona de Mataelpino, al sur de la Maliciosa en la madrileña Sierra de Guadarrama, a casi 1.100m sobre el nivel del mar. Sencillas observaciones dan lugar a explicar procesos biológicos que todos podemos descubrir en nuestro entrono más cercano. Todos los textos, fotos y dibujos, salvo indicación expresa, son propios. Espero que se solicite permiso para utilizarlas.
Es sorprendente la capacidad de adaptación de estos animalillos y me lo imagino esperando al atardecer a que aparquemos el coche y tener disponible un comedor calentito. Esperemos que no le dé por roer algún cable o manguito, por lo que pueda pasar. En unos días miraré si ha vuelto.
El olivo está justo al lado de donde aparcamos el coche pero el nogal queda a unos 40 metros, luego el ratón ha tenido que cargar con la nuez hasta su rincón comedor ambulante. Y digo salón comedor porque no es una despensa, pues todos los restos, excepto un huesecillo, están vacíos. Y posiblemente sean restos de más de un día.
-- Cabeza negra.
-- Garganta blanca.
-- Cuerpo castaño claro.
-- Alas y cola azules.
-- 34 cm de longitud total, se parece a una urraca pero es de menor tamaño.
Es pariente de los cuervos y las urracas, la familia de los córvidos, aunque tenga bonitos colores. Se mueve en grupos de 15 o 20 por las arboledas. No vuelan todos a la vez, parece que saltan de árbol en árbol turnándose. Es raro verlo fuera de las áreas boscosas, permaneciendo a cubierto. Van dando graznidos para estar en contacto entre ellos.
Solo se encuentran en la Península Ibérica y en Asia, en dos distribuciones muy alejadas entre sí. No se sabe como llegaron aquí, quizás sean introducidos o estén aquí desde las glaciaciones.
El nido es una obra de arquitectura donde ocupan su lugar los elementos de estructura (palos y barro), aislantes (lana, musgos, hierbas,…) y la cubierta de camuflaje con líquenes y palitos pequeños. Ponen generalmente 5 ó 6 huevos. Otros miembros de la colonia pueden alimentar a los pollos, quizás sean parientes sin crías propias.
El agua fría es el elemento de muchos invertebrados acuáticos y algunos de ellos se ven más fácilmente en esta época que en verano. Si nos fijamos en una charca helada veremos que escarabajos y chinches acuáticas, así como muchos otros bichillos, pululan bajo la capa de hielo e incluso se las apañan para encontrar el aire que necesitan para respirar.
Hoy, apenas se ha retirado el hielo del estanque, he tomado una muestra, la he mirado a través de la lupa-cámara y, teniendo en cuenta que la altura de la ventana del visor se corresponde con más o menos un centímetro, esto es lo que he visto:
En este otro quizás lo más llamativo sea ese bicho que parece que tiene prisa por llegar a casa con las bolsas de la compra. Bueno, en serio, es un copépodo y las bolsas son los sacos de huevos. Su principal medio de locomoción son las antenas, pero no se distinguen en el vídeo. Uno de los géneros más conocidos es Cyclops, llamado así porque tiene un solo ojo frontal, como los cíclopes.
En los tres vídeos se pueden ver otros animales, los más numerosos son pulgas de agua, cladóceros, y también otros más pequeños aún, que son más oscuros y redondeados, se trata de ostrácodos pero para verlos mejor necesitaríamos más aumentos.
Estos tres últimos grupos son crustáceos, lejanos parientes de las gambas y cangrejos. Son muy propios de las charcas temporales y tienen fases de poblaciones muy numerosas en las que solo se producen hembras. Cuando la charca se seca quedan los huevos en el suelo seco como forma de resistencia, hasta las próximas lluvias. Quizás por eso tienen que aprovechar el invierno, a pesar del frío, con tal de que haya agua en las charcas.
Y este es el resultado después de un rato de diversión:
Durante todo el verano unas cuantas tórtolas turcas, Streptopelia decaocto, han estado viniendo a comer sedum en la gran roca que hay en el jardín. Siempre se comenta cómo las tórtolas turcas se están extendiendo mucho en su distribución, particularmente cerca de las urbanizaciones, pueblos e incluso jardines urbanos. He sido testigo en mi propia casa y alrededores donde cada vez son más frecuentes. Su canto, a la caída de la tarde, llega a ser machacona. No lo puedo evitar, es un "cúc-curruuuu-cú" que me parece que están cantando "qué se besen" en idioma tortolero, frase de lo más apropiado. Esa musiquilla vale de regla nemotécnica cuando se escuchan arrullos de colúmbidos en algún parque distinguiéndose perfectamente del arrullo de otras tórtolas y palomas.