viernes, 8 de octubre de 2010

Andando sobre el agua

CHINCHES ACUÁTICAS (1)
De la gran variedad de insectos cuya vida está asociada al agua, las chinches (Hemípteros) ocupan un lugar muy importante. Las hay que viven sumergidas y otras sobre la superficie, pero todas ellas necesitan respirar aire atmosférico.
Hoy voy a mostrar representantes de tres familias de chinches acuáticas que viven sobre la lámina de agua. Es curiosísimo como aprovechan la tensión superficial para no hundirse. Para ello tienen series de pelillos hidrófugos en el extremo de las patas suficientes para soportar su peso.
Las menos especializadas y más parecidas a las chinches terrestres son las de la familia Veliidae. Apenas si se distinguen en su anatomía de las que vimos sobre el cardo corredor, pero son capaces de andar por la superficie y se alimentan de otros insectos que caen en el agua.
En el estanque de mi jardín aparecen un corto periodo de tiempo en primavera y solo unos pocos ejemplares adultos. Algo de él no les gusta porque aparentemente no crían aquí, ya que muy a mi pesar no he visto ejemplares jóvenes, cuando aún no tienen alas. Hay poblaciones y otras especies que tampoco tienen alas en estado adulto, algo muy común en familias próximas de hemípteros. Creo que la especie es Velia caprai. Corren sobre los nenúfares tan cómodamente como sobre la superficie del agua.
Mucho más populares son los miembros de la famila Gerridae, conocidos como "zapateros de agua". Tienen una mayor especialización a la vida acuática y andan muy torpemente por la tierra, más bien dan unos saltos bastante absurdos. Sin embargo, son buenos voladores y así llegan a charcas y arroyos temporales muy alejados de otras masas de agua , donde apenas tienen competencia.
La especie más común es Gerris lacustris, pero me temo que hay que ser un especialista y tener el bicho bajo la lupa binocular para estar seguro con su determinación. Son los más abundantes en el estanque y puedo ver tanto jóvenes como adultos.
Los de la foto inferior los fotografié en el río Manzanares, algo más abajo de la presa del embalse de Santillana y creo que pertenecen al otro género de la misma familia, Aquarius, aunque tampoco me atrevo a ponerle nombre de especie. Son una pareja en cópula y se puede apreciar que la hembra está cargada de huevos cuyo color blanco se transparenta en el vientre dilatado.También estaban en un río, en el Tea, cerca de Monadriz (Pontevedra), este grupo fotografiado al trasluz. Se sitúan en los remansos y están atentos a cualquier vibración que les indique que algún insecto se ha caído o se está debatiendo en la superficie del agua. Entre ellos se disputan la presa con vehemencia y también tienen continuos enfrentamientos para conquistar a las hembras, aunque nunca llega la sangre al río.Se desplazan a saltos de las largas patas traseras y medias, utilizando el par delantero para detectar las vibraciones en la superficie del agua. También tienen una vista excelente, 360º a su alrededor, como puede deducirse por los ojos salientes, como las bolitas de las cabezas de alfiler. He pasado muchas horas sentado cerca del agua observando a estos insectos y, tengo que reconocer, que les he echado algún que otro insecto para ver cómo lo cazan. Los días en que emergen las hormigas de alas, muchas de las cuales caen al agua, son ocasión para el banquete.
La tercera y última que voy a mostrar es la familia Hydrometridae, mi favorita, con una sola especie en nuestras latitudes Hydrometra stagnorum. Es un insecto muy pequeño, apenas supera un centímetro de longitud, pero es estrechísimo y es muy difícil de diferenciar cuando anda sobre la superficie del agua sobre sus seis finísimas patitas, casi invisibles, dando la apariencia de flotar en el aire.También es depredador, pero se alimenta de invertebrados muy pequeños, acorde con su tamaño, que están justo por debajo de la superficie, mete el pico bajo el agua y se lo clava succionándoles los jugos internos. Larvas de mosquito, pequeños gusanos y crustáceos, como las pulgas de agua, son sus presas. Pueden andar por las aguas abiertas, pero prefieren hacerlo en las zonas con algas y plantas acuáticas flotantes. También se encuentran en zonas empapadas de la orilla entre musgos y hepáticas.
Tienen alas estrechísimas, pero pueden volar dado su peso insignificante. Son abundantes en aguas tranquilas y terrenos inundados donde apenas haya unos milímetros de agua. También en mi estanque, pero tienes que acercarte a la superficie hasta casi tocar el agua con la nariz para poderlos encontrar.
Mucho se ha dicho de la utilidad de los insectos acuáticos como indicadores de la calidad del agua. Hay incluso quien dice que donde hay zapateros el agua es potable. No es cierto, no hagáis el experimento. Estas tres chinches soportan bastante contaminación orgánica pero eso sí, no aguantan la contaminación química que afecte a la superficie del agua. Por ejemplo, los detergentes, que diminuyen la tensión superficial, haciendo que los insectos se hundan y mueran.

8 comentarios:

  1. La verdad es que dan envidia estos insectos con su prodigiosa capacidad de andar sobre las aguas.

    En Burgos los llaman "aclara-aguas" y cuando un servidor era pequeño ya escuchaba aquello de "donde hay aclara-aguas se puede beber"...¡Menos mal que por aquel entonces se podía beber casi de cualquier sitio!

    Saludos.

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  2. Es sorprendente tener el tajo al lado de casa, y poder explorar cada cierto tiempo su dinámica. Una buena diversidad de insectos accesibles hace que, al estudiar detenidamente su comportamiento, ofrezca en cortos periodos de tiempo notables resultados de su biología.

    Saludos.

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  3. Hola Javieres,
    Barbadillo, eso mismo he oído decir de los tritones, son cosas que quizás antes fuesen ciertas, pero ahora casi de ningún sitio se puede beber.
    16 ¿Tajo al lado de casa? Ojalá fuese así, mi trabajo está a 50 Km de mi domicilio. Este es mi feliz entretenimiento, deseado durante toda mi vida y construido poco a poco.

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  4. Bueno Jesús, me refería al tajo de entre- tajos, o sea, el que tienes dentro de casa, por supuesto. Claro, si tuvieras que recorrer esos kilómetros, no compensaría la frecuencia de observación.

    Saludos.

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  5. ¡Ese tajo sí! Es una delicia poder salir a la puerta de casa a ver cómo van los bichos. Especialmente cuando otras obligaciones no me dejan salir al campo, que también tengo muy cerca, por cierto.

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  6. Hola Jesús:

    Me asomo a tu blog y descubro estas chinches sobre el agua. Da gusto aprender tantas cosas y tan bien contadas.
    Siempre me han sorprendido estos insectos, pero cuando más me impresionaron no fue en directo sino en una proyección realizada por la Asociación Española de Cine Científico(hace ya 30 años), creo que en el colegio mayor Chaminade. Entonces presentaba estas filmaciones un tal Zúñiga y el recuerdo de las imágenes es en blanco y negro. Aparecíam ejemplares de zapateros saltando en alta velocidad (cámara lenta)que realmente eran verdaderos vuelos de corto alcance en los que desplegaban sus alas, acción invisible para el observador atento de una charca. Aquéllo me dejó verdaderamente impresionado.

    Un abrazo.

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  7. Hola Fernando,
    Me acuerdo, no sé si de esa proyección o de haberlo visto en la TV, pero ten en cuenta que no siempre es así, lo de los cortos vuelos, porque hay ejemplares ápteros.
    Un abrazote a toda la familia.

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  8. Las Gerridae son las que yo observo siempre. Fieles compañeras de salidas al monte. Y también envidiadas. Éso de andar sobre las aguas siempre me ha llamado la atención.

    Saludos Jesús. Siempre aprendiendo con tu blog. Da gusto.

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