A primeros de diciembre os mostré un lirio florecido en los jardines de la Residencia de Estudiantes, en el campus del CSIC en Madrid. Eso nos dio pie a comentar que en este pasado cálido y seco otoño las plantas se estaban volviendo un poco locas, poniendo también como ejemplo madreselvas floreciendo en mi vecindario y en los comentarios incluso surgieron algunos casos más.
Este 11 de enero, el día después de la nevada en casi toda España, me volví a encontrar, en el mismo lugar, otra flor a medio abrirse, aunque se heló. Y alguna más que empieza a brotar.
Claro que todo lo demás que comentamos, unos y otros, sigue vigente.
No he tenido mucho tiempo para ocuparme del blog, ni de visitar el de los amigos y, lo que es peor, ni salir al campo a hacer observaciones, pero una foto y un comentario rápido siempre se puede hacer. Y por supuesto, una moraleja: no llegar a conclusiones precipitadas sin fijarse muy bien en todos los detalles.
La mano del hombre de por medio hace nuevamente que la naturaleza sufra.
ResponderEliminarSe agradecen tus publicaciones aunque sean breves.
A todas luces, Jesús, una entrada esclarecedora. Estas pequeñas historias siempre son una delicia y un ejemplo para seguir mirando...y remirando cuanto nos rodea.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me alegro de que salieses de dudas con el lirio. Saludos y enhorabuena por el blog, desde Cercedilla.
ResponderEliminarDetective, te voy a llamar desde ahora ... Venga, que te esperamos y como dicen, estas pequeñas historias dan mucha alegría (con tener noticias pequeñas como ésta a veces basta ;-) saludos a la perrilla y a la familia
ResponderEliminarOye pues es interesante la conclusión! Gracias por la entrada!
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