lunes, 3 de marzo de 2014

Comportamiento de las aves en el comedero




De izquierda a derecha, herrerillo común, carbonero común y pico picapinos, compartiendo espacio en el comedero.
Observando a los pájaros que acuden a comer cacahuetes en El Ventorrillo, me atrevo a sacar algunas conclusiones sobre su comportamiento. No son resultados que pudiéramos llamar científicos, pues no he cuantificado y clasificado las pautas de comportamiento ni he seguido ningún método estadístico para compararlas, pero espero que mis lectores, la mayoría naturalistas como yo, den a mis comentarios su justo valor, que no pretende llegar a revistas de impacto ni excelencia investigadora. Además, estoy seguro de que estas cosas han sido ya estudiadas por ornitólogos y existe bibliografía que no he consultado. Estas observaciones son un mero divertimento y no tienen más pretensiones.

Carbonero común en posición de amenaza con las alas abiertas ante otro ejemplar que se acerca al comedero.
He utilizado dos tipos comederos iguales, cargados de cacahuetes y a escasos metros el uno del otro. Uno de ellos pegado al tronco de un árbol y el otro colgado de una de sus ramas. Todas las especies han visitado uno y otro en alguna ocasión, aunque con claras preferencias. Igualmente algunos comparten el espacio con otros ejemplares y especies, pero otros son intolerantes con la compañía. 

Dos ejemplares de carbonero común perfectamente distinguibles por el estado de su plumaje. El de la izquierda fácilmente reconocible, es un visitante habitual del comedero. La postura en horizontal, es característica de la especie.

Es diferente la manera de acudir y de colocarse en los comederos y hay variaciones según la especie, pero también según el individuo, como he comprobado cuando he sido capaz de diferenciarlos. Para reconocer a los ejemplares individualmente, que es una de las cosas más interesantes de las observaciones del comportamiento animal, me he fijado en algunas características físicas propias de animales concretos y, por supuesto, en que algunos ejemplares tienen anillas de colores, pues fueron anillados por científicos para sus proyectos de investigación.

Herrerillo común en postura vertical, mucho más frecuente en ésta que en otras especies de páridos.

A lo largo de las observaciones he podido ver que han acudido a los comederos al menos los siguientes ejemplares de cada especie:

- Hasta 8 ejemplares de carbonero común, vistos todos a la vez, ninguno es portador de anillas. 
- 4 de herrerillo común, vistos 3 a la vez sin anillas y uno con una anilla verde. 
- 3 de carbonero garrapinos, por separado, uno con anilla azul, otro con dos rojas y alguno sin ellas.
- 2 de herrerillo capuchino, vistos por separado, uno con anilla amarilla. 
- 2 de trepador azul vistos por separado, uno con anilla azul. 
- 3 Pico picapinos, dos hembras con diferente colorido de pecho y un macho.
- 3 arrendajos vistos los tres a la vez.
- Y un macho de pinzón común, que no come en el comedero pero sí los restos que caen al suelo.

Evidentemente son números mínimos, pues no puedo saber si los no anillados son siempre los mismos individuos, pero creo que no me desvío mucho en cuanto a abundancia de cada una de las especies observadas.

Herrerillo común colgado en la parte inferior del comedero en otra de sus clásicas posturas y carbonero común en la suya.

Aunque hay variaciones según la especie, en general, y como era de esperar, los primeros ejemplares que acuden al comedero, no entran directamente, sino que se posan en alguna rama del entorno y tardan más en empezar a comer. Cuando ya hay pájaros comiendo, ejemplares de algunas especies entran directamente, pero otras nunca lo hacen así. Por ejemplo, los picapinos que he observado siempre se posan antes en el tronco del árbol, la mayor parte de las veces por la parte de detrás y dan la vuelta al tronco asomándose con bastante precaución. 

Herrerillo y carboneros compartiendo comedero. Los dos carboneros de la parte inferior son macho, a la izquierda, y hembra, a la derecha. Se diferencian por la anchura de la mancha negra que recorre el pecho y vientre.

Los carboneros comunes dominan por tamaño y por número a los demás páridos, pero son bastante tolerantes, aunque a medida que nos acercamos a la primavera hay algunos ejemplares algo más agresivos amenazan abriendo las alas al llegar al comedero, y tampoco dudan en empujar a otros ejemplares de su especie o de otra, aunque una vez puestos a comer se les suele olvidar el asunto. Quizás en primavera, con territorios y crías, sea otra cuestión, pero entonces no tendré los comederos puestos.

Herrerillo capuchino posado en el tronco del árbol, controlando el entorno antes de entrar en el comedero.
Tanto los herrerillos capuchinos como los carboneros garrapinos, son los que menos veces acuden al comedero y siempre lo hacen en solitario. Los capuchinos prefieren comer en el suelo si hay algún cacahuete caído, o rebuscando los trocitos que siempre se les escapan a los demás. Las dos especies prefieren entrar en el comedero cuando está vacío y sus visitas son muy rápidas, quizás por no sentirse seguros sin ejemplares de su misma especie alrededor.

Herrerillo capuchino. Mismo ejemplar de la foto anterior ya concentrado en la comida.
Aunque todos los páridos son verdaderos acróbatas y se posan en casi cualquier postura imaginable para ponerse a comer, la frecuencia con que se colocan  en una u otra postura es diferente según la especie. Por ejemplo, los carboneros comunes suelen colocarse en posición horizontal, de lado, con una pata mucho más alta que la otra. Sin embargo, los herrerillos comunes, aunque a veces hacen lo mismo, con mucha frecuencia se ponen en posición vertical con las dos patas en paralelo casi a la misma altura. También es más frecuente que los herrerillos comunes y carboneros garrapinos se coloquen colgados en la parte inferior. Podría pensarse que es la manera de esquivar a los carboneros comunes que dominan en número y tamaño, y así es, pero también lo hacen cuando están en solitario. Además, en la parte de abajo del comedero quedan trozos pequeños de cacahuete y les resultan más fáciles de sacar.

Carbonero garrapinos. Se aprecia la anilla azul de su pata izquierda.

Los trepadores azules, como es típico en ellos, se colocan verticalmente y cabeza abajo. Si en el comedero está vacío se acercan desplazándose por el tronco, pero si hay otros pájaros comiendo, su entrada es directa y atacando.

Trepador azul.

Los demás pájaros pequeños huyen ante la llegada del trepador azul con su actitud agresiva, así que siempre termina comiendo él solo. Además a esta especie también le gusta comer en el suelo si hay alimento disponible.

Mientras algunas aves están entretenidas comiendo, lo más normal es que en las ramas de alrededor haya unas cuantas esperando para entrar o vigilando. Cuando alguien se acerca al comedero, aunque aún no haya doblado la esquina de la casa y esté fuera de su vista, los pájaros se asustan, porque se escuchan los pitidos de alarma que son fácilmente interpretados por los bandos mixtos de páridos y trepador.

Trepador azul en el momento de entrar en el comedero, atacando a un carbonero común que se encontraba en él. También se distingue su anilla azul.

Los picapinos, además de su curiosa y desconfiada manera de acercarse al comedero, que comento más arriba, tienen otra curiosa peculiaridad: cuando recogen un trozo de cacahuete mínimamente grande parece que no son capaces de tragarlo, se lo llevan a un lado, lo encajan en una grieta de la corteza y allí se supone que lo parten y lo tragan. En el vídeo, más adelante, se puede ver ese detalle y con atención también cómo se valen de la lengua para sacar los fragmentos.

Pico picapinos distinguible por la coloración particularmente rojiza de su pecho y garganta.

En el vídeo se diferencian dos de los ejemplares de pico picapinos que acuden habitualmente al comedero, las dos hembras. Al macho no le he podido grabar. Los dos ejemplares tienen actitudes bien diferentes, la de pecho más blanco se muestra confiada y es muy hábil sujetando el comedero con una pata mientras con la otra se agarra al tronco. En cambio, la de color más rojizo, que es la de la foto anterior, es muy torpe y miedosa, no es capaz de sujetar el comedero y a base de picotazos saca poca comida. Además está siempre pendiente, me temo que no solo de posibles depredadores sino de la otra hembra, que debe debe ser más dominante. Nunca he visto dos picapinos comiendo a la vez, pero si junto a otras especies. Los picapinos prefieren el comedero pegado al tronco, pero también los he visto en el colgante en alguna ocasión.

Arrendajo que se dedica a observar al humano fotógrafo.

Por último hay unos llamativos visitantes que son muy torpes en los comederos, pero no desperdician ninguna oportunidad de acudir a la comida que pueda haber en el suelo: los arrendajos. Bajan tres ejemplares, dos de ellos siempre a la gresca, aunque en los árboles he visto alguno más. Ante su presencia todos los demás huyen. Con ellos tengo la sensación de que me observan a mi tanto como yo a ellos.

Arrendajo cansado de no sacar comida y de aguantar al fotógrafo.

En los siguientes vídeos se pueden ver algunas de las cosas que comento. En primer lugar los páridos y el trepador azul.




A continuación los picapinos.



Los más pajareros, que hayan llegado hasta aquí en su lectura, seguro que están sobradamente informados de la actual nomenclatura de los páridos, pero debo confesar que a mi aún me cuesta acostumbrarme. Por eso y por los despistados, añado los nombres científicos de todas las especies tratadas:

Familia Picidae:
- Pico picapinos, Dendrocopos major.

Familia Paridae:
- Carbonero común, Parus major.
- Carbonero garrapinos, Periparus ater.
- Herrerillo común, Cyanistes caeruleus.
- Herrerillo capuchino, Lophophanes cristatus.

Familia Sittidae:
- Trepador azul, Sitta europaea.

Familia Corvidae:
- Arrendajo, Garrulus glandarius.

Familia Fringillidae:
- Pinzón común, Fringilla coelebs.

20 comentarios:

  1. Entretenido, divertido e instructivo. Muchas gracias.
    Carmela

    ResponderEliminar
  2. Gracias Carmela, de todos modos no se puede comparar las especies que se pueden ver en un jardín, como puse en la entrada anterior, y las que se ven en un espacio totalmente natural y donde no entra la gente, solo los científicos, como donde están estos comederos.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  3. Guapíssima entrada, Jesús! Bravo, bravo!
    Além de um perfeito entretenimento, uma excelente explanação para conhecer melhor as espécies da sua terra.
    Gostei muito dos vídeos... gracias, gracias por compartilhar!!!
    Sou apaixonada pelo Herrerillo, que bonitinho é este passarinho... :))

    Beijo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias Teca, tú siempre tan amable. En efecto el herrerillo es una preciosidad, casi parece un ave tropical.
      Beijo.

      Eliminar
  4. El último ejemplar da la sensación de que se aporvecha del contrapeso que hace el carbonero para conseguir su comida, parece que cuando estabiliza el comedero es cuando el pico consigue los trozos de cacahuete.

    Un saludo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí claro, como no sujeta el comedero cuando éste tiene más peso el picotazo es más eficiente.
      Saludos

      Eliminar
  5. Es un placer verlos comer y leer tus sutiles y útiles observaciones.
    Un abrazo, Jesús.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Javier, intento trasmitir mi propio disfrute.
      Un abrazo.

      Eliminar
  6. Es una autentica gozada ver los pájaros así en cantidad.

    Por nuestro jardín vienen de clases muy distintas. Y este año menos, ya que no hace mucho frío en el norte de Europa.

    Tenemos muchos currucas, mosquiteros, tarabillas, papamoscas, mirlos y incontables cantidades de gorriones.

    Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Estos comederos están colocados en medio del monte, en la Sierra de Guadarrama, los que acuden al jardín son completamente diferentes. Se pueden ver en anteriores entradas.
      Saludos

      Eliminar
  7. Enhorabuena por la entrada,Saludos desde el sur.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, me alegra que guste la entrada a todo un experto "pajarero".
      Saludos.

      Eliminar
  8. Muy buena entrada Jesús, con todos los datos que vas recopilando en los tiempos de observación. En el mio de momento solo entran c. común y h. común, pero esta en pleno casco urbano. Un saludo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Luis, Que en pleno casco urbano entren esas dos especies de páridos no está nada mal. Si es un comedero colgante no me sorprende mucho, proporcionalmente son pocas las especies a las que les gustan. En los de bandeja entran muchos más y a veces, como pasó en mi casa en los primeros tiempos, se tienen que acostumbrar antes a comer del suelo o en lo alto de un muro donde se sientan tranquilos.
      Saludos.

      Eliminar
  9. Me siguen encantando tus reportajes. Enhorabuena Jesús, sigue ilustrándonos. Saludos

    ResponderEliminar
  10. Estupenda entrada, me han gustado muchos tus fotos y las conclusiones que haces al respecto. Gracias Jesús por compartir tus momentos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Pepe, perdona que tardase en contestar, pero no sé por qué razón no recibí aviso al correo electrónico.

      Eliminar
  11. Muy buena serie, y excelentes imágenes. Da gusto ver a los pajarillos intentando procurarse alimento.
    Enhorabuena por tu blog.
    http://misojosasiloven.blogspot.com.es/

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  12. Muchas gracias Guillermo, en tu blog sí que hay unas preciosas fotos, y con arte, que es lo que a mi me falta.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  13. Muchas gracias! llevo tiempo queriendo hacer un estudio sobre la población de aves en mi jardín, y no sabía muy bien por donde cogerlo, tampoco estoy muy informada sobre los métodos y estudios de comportamiento y con tu bonita investigación poco científica y bien explicada he podido coger bases para empezar. Un saludo

    ResponderEliminar