lunes, 1 de octubre de 2012

El conejo de la vida, el conejo de la muerte


Me estoy acostumbrando a ver águilas calzadas en mis salidas a los campos y montes de las proximidades de casa, cuando antes ver un ejemplar de esta especie lo consideraba algo extraordinario. Seguro que algo tiene que ver el aumento de esta especie con la abundancia de conejos ya que es una verdadera especialista en la caza de lagomorfos.
Conejo. Oryctolagus cuniculus.
Ya se sabe que la Península Ibérica era la tierra de conejos, según los romanos, y que la mayoría de los grandes y medianos depredadores ibéricos, sean mamíferos, aves rapaces o grandes reptiles, basaban su dieta en este animal. La devastadora mixomatosis y la neumonía vírica hemorrágica prácticamente dejaron el campo sin conejos y a los depredadores sin comida.
Pero además, al faltar el conejo los depredadores desplazaron su apetencia hacia especies que ofrecían similar oferta proteica, como los lagartos y diversas aves, especialmente de suelo. Es como si a un juego de construcción le hubiésemos quitado la pieza central que sustenta al resto. Si no queremos que se desmorone habrá que hacer la chapuza de colocar otras piezas, aunque no encajen bien.

Águila calzada fase pálida. Hieraaetus pennatus.
Afortunadamente la extraordinaria capacidad reproductiva del conejo juega a su favor y entre eso y las repoblaciones con ejemplares vacunados parece que, en algunos lugares, las poblaciones se van recuperando. Tanto que ya se habla de plaga.
En mi zona tengo muy claro que esa recuperación procede de las sueltas que han hecho las sociedades de cazadores de los pueblos, que querían tener conejos en el monte para poderlos cazar. Y que su buen dinero les ha costado tenerlos ahí para poderles disparar.


Y gracias a eso, no lo dudo, los depredadores, especialmente las rapaces, se han beneficiado. Pero también soy testigo de un curioso efecto: Por la presión de los propios cazadores los lugares con mayor abundancia de conejos no son aquellos donde se soltaron sino los cercanos a carreteras y viviendas donde "teóricamente" no se puede cazar. La foto de más arriba es una clara evidencia, a pocos metros del cazador hay una finca de caballos con sus construcciones y algo más allá, a no más de 300, están las primeras viviendas de la urbanización donde yo vivo. La carretera, tampoco dista más de 500 metros en la dirección en que está apuntando con su arma.

Ratonero común. Buteo buteo.
Lo mismo me cuentan de la provincia de Ciudad Real, tanto respecto a los conejos, que se asientan incluso en las zonas de rotonda junto a las carreteras, como de las liebres, que se están acostumbrando a campear por el entorno de las autopistas, gracias a la protección que suponen los vallados ante la persecución de los galgos. Y es la misma historia que la de las torcaces que se han hecho urbanas.

Conejo entre los cardos.
Y esta costumbre de acercarse a las carreteras entraña un nuevo riesgo para los conejos y un nuevo lugar de alimentación a determinadas rapaces, no exenta de peligro: las cunetas con sus animales atropellados.
En los amaneceres veraniegos, cuando bajo hacia la estación de tren, raro es el día que no veo algún gazapo atropellado en la cuneta. Los milanos, tanto reales como negros, pero especialmente estos últimos, aletean cuando aún no hay térmicas que los mantengan en el vuelo, para patrullar el gris asfalto a la búsqueda de su desayuno. Más de una vez los osados milanos han hecho delante de mi coche o alguno que me precedía, una pirueta para agarrar una presa de la cuneta, como si practicasen un peligroso juego, cruzándose ante el automóvil y alzándose con su carroña en el último momento.


Milano real, Milvus milvus.
Milano negro, Milvus migrans.
Los milanos son ante todo oportunistas, beneficiarios de la abundancia de conejos, de su desplazamiento hacia la carretera, del acoso de los cazadores y de los atropellos. 


Pero otras especies son cazadores más directos, como las propias águilas calzadas, las perdiceras, las reales y los ratoneros. Supongo que también las rapaces nocturnas que pueda haber en el área, aunque yo no puedo constatar su presencia, por el momento, como las especies que muestro y cito ahora. No he tenido la suerte de ver águilas imperiales aquí, aunque sí en El Pardo y sus alrededores, desde el tren, camino de Madrid, en zonas donde también el número de conejos ha aumentado.
Águila perdicera. Aquila fasciata.
Águila perdicera, Aquila fasciata, y Águila calzada fase pálida, Hieraaetus pennatus.
Evidentemente las enfermedades de los conejos no han desaparecido, se siguen viendo ejemplares cegados y muertos por mixomatosis o con un hilo de sangre en la nariz característico de la neumonía vírica. Y no solo los milanos se aprovechan de esas carroñas, también el buitre negro, cuyas poblaciones igualmente han aumentado.


Buitre negro. Aegypius monachus.
En mi entorno cercano puedo constatar que tejones, comadrejas y zorros, entre los mamíferos, así como culebras bastardas y de escalera aprovechan también esta mesa puesta. Esperemos que si hay crecimiento en las poblaciones de estos pequeños carnívoros se vean como un elemento de equilibrio y no como alimañas.

Conejo desangrado por un pequeño depredador, posiblemente comadreja.
Pero también puedo constatar el incremento del número de garrapatas en las zonas donde los conejos se han hecho abundantes. Y no es solo una cuestión de incomodidad, sino de salud pública. Lamentablemente he tenido conocimiento de que al menos un cazador de la zona ha padecido la enfermedad de Lyme o borreliosis que transmiten estos parásitos. En determinadas lugares he tenido que dejar de pasear con mi perra porque es alérgica a las pipetas antiparasitarias y es casi imposible controlarlas. Pararse a hacer una foto macro es como invitarlas a subirse e incluso la mochila dejada en el suelo es un punto de atracción. 
Garrapata en prados habitados por conejos.
Al llegar a casa nadie me libra de tenerme que desnudar metido en la bañera, para detectar las que caen sobre la loza blanca, y revisar mi cuerpo y mis ropas. Esa fue una de las cosas que tuve que hacer cada vez que salí a hacer fotos a los cardos que mostré unas entradas atrás. Y casi siempre aparece alguna, aunque en el campo ya tenga el tic de mirarme las piernas cada cierto tiempo. Las garrapatas tardan en encontrar el lugar donde fijarse y eso juega a nuestro favor, para retirarlas antes de que nos piquen.


17 comentarios:

  1. Hola Jesús! Aquí en La Rioja el conejo es abundantísimo, tanto que muchos no se lo podrán ni imaginar. En cuestión de una década las poblaciones de rapaces como el aguilucho lagunero, o el búho real han aumentado de modo espectacular. El primero incluso desapareció como reproductor a finales de los años ochenta y actualmente la población ronda las 80 parejas reproductoras. En el caso del búho se ha pasado de las 40 parejas censadas a mediados de los noventa que se encontraban localizadas en peñascos y barrancos remotos, a las más de 100 actuales distribuidas por todo el territorio independientemente del hábitat y la presencia de roquedos (incluso en asentamientos humanos). Otras especies como las águilas real y perdicera también han visto crecer sus poblaciones, aunque de forma más modesta (en el caso de la perdicera, de 2 parejas a finales de los 90, a las 6 actuales).
    Tal y como comentas, las poblaciones de conejos también alcanzan densidades abrumadoras en las cunetas y medianas de la autopista. Lo cual efectivamente provoca bajas por atropello en rapaces, sobre todo las de mediano tamaño y de búhos.

    Por último si me permites una corrección me gustaría decir que el ejemplar que tienes identificado como águila real, es un juvenil de águila perdicera, creo yo.

    Un saludo!

    Javier.

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    1. Gracias Javier, por los datos y por la rectificación. Tenía mis dudas, pero es que el "bicho" es muy grande. En la segunda foto la calzada está mucho más cerca que la otra. No etoy acostumbrado a ver estas águilas.
      Saludos

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  2. Benditas garrapatas, que "amor" que les he llegado a coger. Literalmente me han vetado el acceso algunas zonas en las que me sentaba, me echaba la red de camuflaje y antes de acomodarme ya las tenía subiendo por la pierna.

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    1. El tema empieza a tomar un cariz serio. Ya comenté en la entrada sobre los ácaros que la enfermedad de Lyme puede ser muy grave, incluso mortal y lo peor es que los síntomas se pueden confundir con muchas otras enfermedades que los médicos están más acostumbrados. A veces el paciente ni se ha enterado de la picadura porque la garrapata se soltó pronto o porque cuando se manifiesta la enfermedad ni se acuerda de que tuvo una picadura infectada.
      Yo me echo en los pantalones y zapatos el inseticida en espray que le pongo también a la perra, pero vale de poco.

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  3. La gran abundancia de conejos ahora permite ver aguilillas calzadas incluso en áreas urbanas con relativa facilidad, y como la población de conejos estuvo tan mal ahora al ir recuperándose muchos depredadores y aumentar sus efectivos otras poblaciones de presas quedarán controladas. Supongo que a las garrapatas les falta un depredador que controle sus poblaciones, la verdad que no sé qué enemigos tienen pero ahora mismo ciertamente se les echa en falta.

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    1. Los parásitos no suelen tener depredadores específicos, sino que se controlan al controlar la propia población de hospedadores. Cuando la población de una especie crece desmesuradamente es cuando los parásitos lo hacen también, porque la transmisión de unos a otros es más eficiente. Cuando las poblaciones bajan a sus niveles normales lo hacen también sus parásitos. Es el caso de la sarna en Cazorla, que se aprovechó del exceso de ungulados por culpa delas introducciones excesivas. Esperemos, sí que los depredadores naturales controlen a los conejos y que así se controlen sus garrapatas.
      Es un tema muy interesante Pedro, gracias por comentar.

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  4. que lastima tener que sustentar la vida a costa de la de otros, los pobres animales notienen alternativa pero nosotros si, bueno, me ha encantado leerte un saludo para el blog!

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    1. Gracias "manipulador". Los humanos estamos tan atados a nuestra fisiología como el resto de las especies y somos también fruto de la evolución. Tenemos posibilidad de elección, pero dentro de unos límites.

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  5. Hay agricultores de mala raza y de escopeta en el tractor. Gustan mucho de protestar por las plagas de conejos que esquilman sus cosechas pero, también gustan de eliminar competidores como águilas reales y búhos reales que compiten con ellos por la caza del conejo.
    A veces, es complicado entender las incongruencias de esta gente.

    Saludos.

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    1. Como ya he comentado otras veces lo peor contra lo que luchamos los conservacionistas es la ignorancia y los que están muy interesados en mantener la ignorancia por cuestiones económicas.
      Saludos Javier.

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  6. Creía que no volvería a ver jamás la recuperación de los conejos, después de tantos años (décadas) de declive. Son animales especialmente simpáticos y (ecológicamente) prácticos. Ojalá regrese el equilibrio entre sus poblaciones y las de sus predadores...Y qué algo nos libre de las garrapatas.
    Magnífica entrada, Jesús.

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    1. Sí Javier, equilibrio es la palabra clave. Se quejan los agricultores, cuando ellos y sus venenos, como ocurrió con los topillos, lo que hacen es descontrolar aún más ese equilibrio.
      Y posiblemente también los conejos estén haciendo daño a la vegetación natural al comer en exceso determinadas plantas.
      Tendremos que dar tiempo al tiempo y que sea el conejo de la suerte y no de las desgracias.
      Gracias. Un abrazo

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  7. Ya llamaban a estas tierras lo fenicios I-shphanim (Hispania), que significa literalmente isla de damanes (nombre que dieron éstos a los conejos).

    Por tierras de Valladolid nunca faltaron estos animales y a día de hoy tenemos una población que en general tiene unos efectivos muy cuantiosos y cada vez más saneados a pesar de las enfermedades que les aquejan. Tengo entendido que han llegado a capturar conejos de estas tierras para repoblar en Doñana por ser muy resistentes a las enfermedades. Estos animales seguramente sean la mayor causa de que recientemente se hayan establecido águilas imperiales en la provincia, que otras muchas rapaces hayan incrementado sus efectivos y que buitres negros madrileños utilicen ciertos lugares plagaditos de conejos para alimentarse.Son una pieza clave en la pirámide ecológica, pero todavía quedan otras muchas por recuperar...

    Respecto a las garrapatas, sus poblaciones fluctúan mucho también en función de las lluvias/la sequedad y el frío/calor.

    Un saludo.

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    1. Es verdad Goyo, que las garrapatas se han podido beneficiar de la falta de lluvias y de la falta de heladas estos últimos años. Los pardos cercanos a casa son terrenos de fresnos donde lo suyo es que en invierno se inunden, cosa que no está ocurriendo últimamente. Tampoco hay muchas escarchas.
      Sañudos y gracias por la información.

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  8. Pues la verdad que yo hago lo mismo. Cuando llego a casa revisión de arriba a abajo. Que ya me he llevado algún disgusto y unas cuantas inyecciones. En cuanto a la importancia del conejo en la cadena alimenticia estoy de acuerdo en que es vital. De los cazadores podría hablar mil "lindezas", pero es que no me apetece mucho. Buena entrada. Saludos Jesús!

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    1. Gracias "Azulmarina". Además de la flarante ilegalidad de lo que cuento de los cazadores también podría contar unas cuantas cosas más, pero no quiero generalizar y es fácil caer en eso.
      Desgraciadmente entramos en la época que me toca despertarme con los disparos cercanos a casa y sabiendo que no puedo salir por determinados lugares.
      Saludos

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  9. Hola Jesus, es cierto que este año las poblaciones de conejo han aumentado mucho y eso motiva la aparición de depredadores que se alimentan de este maravilloso y increíble lagomorfo, que es capaz de mantener una compleja cadena trópica. Nosotros los tenemos cerca de casa y a veces entran en las parcelas sin ningún tipo de apuro, curiosamente utilizan los taludes de la vía férrea como refugio. En algunas zonas de Tierra de Campos utilizan las lindes y acequias para realizar sus madrigueras.
    Un saludo
    Abel

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