domingo, 4 de julio de 2010

Nenúfares, ninfas de estanque en el jardín

Sin duda los nenúfares son unas de las flores más bellas que se pueden tener en un estanque de jardín. Los antiguos naturalistas que le dieron nombre, seguramente antes que Linneo, en un arrebato de romanticismo asociaron esta belleza con las mitológicas ninfas. Estas se relacionan con los medios acuáticos, siendo protectoras y con capacidad de despertar los acontecimientos naturales, como la floración, fructificación y germinación de las semillas.

El nombre científico es Nymhaea alba, pues blancas son las flores de la especie silvestre en Europa y norte de África. Sin embargo, en jardinería, por selección e hibridación con especies exóticas, se han conseguido gran variedad de colores y tamaños de flores y hojas. Sus flores se suelen autofecundar, pues aunque también puede haber insectos que lo polinicen, yo nunca los he visto hacerlo. Igualmente tampoco puedo decir que hayan producido semillas en mi estanque, pues si bien la literatura dice que madura en el agua y que las semillas germinan sumergidas, la información que tengo de algún experto en estanques es casi contraria. Es decir, que fructifican, maduran y luego germinan solo cuando el nenúfar queda en seco. Esa teoría me gusta más, pues encaja muy bien con una forma lógica de supervivencia: reproducirse asexualmente cuando las condiciones son buenas, es decir cuando permanece sumergida la planta y sexualmente cuando hay sequía, siendo la semilla una forma de resistencia. Pero no puedo decir que sea más cierta una que la otra.
Además de nenúfares blancos, amigos "estanqueros" me regalaron plantas de flores amarillas y rosas que no me canso de admirar cada primavera hasta prácticamente entrado el otoño.
Flores de ida y vuelta

Los nenúfares tienen la curiosa costumbre de cerrarse a la caída de la tarde. Precisamente, uno de los mejores recuerdos que tengo de esta planta es cuando lo vi por primera vez en unos largos estanques que antes había en el parque de El Retiro de Madrid. A medida que avanzaba la sombra sobre decenas de flores, éstas se iban cerrando para pasar la noche a buen recaudo.

Ahora he podido disfrutar de ese espectáculo en numerosas ocasiones en otros lugares y en casa, pero no deja de encantarme. Es curioso que los días nublados las flores se abren como todos los días, pero no sienten de igual manera la caída de las sombras y se cierran mucho más tarde. Posiblemente sus "detectores de luz", que ponen en marcha el cierre de las flores, no funcionen por la propia intensidad lumínica ni por el tiempo transcurrido, sino por contraste sol/sombra. O quizás es que la ninfa se distrae. Las flores duran hasta una semana abriéndose y cerrándose cada día.

Otra anécdota relacionada con esto es que cuando viajé al Amazonas pude observar las enormes hojas y flores de la hermana mayor de nuestros nenúfares, la impresionante Victoria regia. Esta especie es de floración nocturna y tiene la curiosidad de que las flores al cerrarse atrapan a unos escarabajos que tienen que quedarse todo el día dentro. Así se cargan de polen, para que la noche siguiente fecunden las primeras flores donde se posen.

Cualquiera que haya cultivado nenúfares en su jardín y los haya sacado para limpiarlos o dividirlos, habrá podido observar sus rizomas, gruesos, carnosos y retorcidos, que resultan algo denterosos. De ellos salen numerosas raíces también bastante gruesas que tienen una impresionante capacidad de agarrarse a los cantos rodados del fondo. De esa manera supongo que los nenúfares silvestres se lastran para no ser arrastrados cuando hay riadas. Sacar un nenúfar que lleva varios años en un estanque es toda una aventura, pues se apoderan de todas las macetas y piedras formando un entramado casi imposible de dividir, si no es atancándolo con cuchillos bien afilados.
No he leído nada sobre esta manera de atrapar las piedras ni en libros ni en páginas web, en cambio, si repiten muchas otras cosas. Una de ellas, es que "los tallos subterráneos son usados a veces como alimento en el norte de Europa". También suele decirse que en los conventos se utilizaba como antiafrodisíaco, para aplacar los ardores sexuales de los monjes y mantenerlos lejos de "las otras ninfas". Al parecer para ello se usaban las flores en infusión. También se dice que las semillas tostadas pueden ser un sustituto del café.

Los conventos, en efecto, tenían estanques con nenúfares. En ellos cultivaban principalmente carpas y tencas, para poder comer pescado fresco y propio en tiempos de cuaresma, en los lugares donde no había mar cerca.
También en nuestra geografía hay un nenúfar de flores amarillas, aunque más discretas, que no he conseguido adaptar a mis estanques, que es Nuphar lutea.

Como puede verse en la última foto, el mayor destroza-nenúfares es una buena tormenta de granizo. Por lo demás los nenúfares son el posadero preferido para las ranas, libélulas y muchos otros insectos acuáticos, son un salvavidas para los animalillos que puedan caer al agua y sombrean en estanque evitando el excesivo desarrollo de las algas. Son un punto de atracción en el jardín y, como las ninfas mitológicas, anuncian la primavera.

5 comentarios:

  1. Hola Jesus, muy buena entrada, te felicito, unas fotos maravillosas acompañadas de una informacion interesantisima que nos ha hecho aprender un monton sobre este tema. Enhorabuena.

    Por cierto, pasate por mi blog, si puedes, para ver que te parece, porque le he cambiado la imagen.
    http://bitacoradelvientomontanasdeburgos.blogspot.com/

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  2. Me encantó la entrada. Preciosa, tanto como estas flores. Yo por desgracia no las suelo ver mucho, pero son una maravilla.

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  3. Hola José Antonio,
    Ya he visto tu nueva versión del Blog, muy bonita, aunque con sus problemillas de visión. Yo no me atrevo a hacer cambios, no sea que lo estropee. Je, je.

    Mamen, gracias, es una pena que en los parques públicos rara vez saben mantener estanques bonitos, pero merecen la pena y son una ayuda a muchos animalillos que usan el medio acuático o, simplemente, acuden a beber. Lo malo es cuando se llenan de patos que no hay manera de mantenerlos limpios y con otros animales.

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  4. Por aquí hay un par de especies, pero los blancos son especialmente abundantes en la zona oeste de Ciudad Real y son preciosos.

    Genial entrada Jesús. Saludos.

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  5. Es una suerte contar con tu blog para acercarnos a estas maravillas de la vida acuática...Aunque, si los lectores conocieran en vivo tus estanques recibirías más visitas en casa que el Museo Nacional de Ciencias Naturales.

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