viernes, 4 de septiembre de 2009

Otra vez avispas y abejas

Nunca antes les había prestado tanta atención a estos insectos, pero la verdad es que las anécdotas se suceden a mi alrededor y me dan la opción a compartirlas con vosotros.
Primero os muestro a una avispa común, Polistes, alimentándose de una Vanesa de los cardos, Cynthia cardui, que ha tenido un desafortunado encuentro con el frontal de un coche.

Es un fenómeno muy común que las avispas aprovechen ese recurso alimenticio, pero es que en el aparcamiento del Museo de Ciencias esa conducta ya está plenamente establecida y se repite, más que se transmite, de generación en generación desde hace varios años. Supongo que en otros aparcamientos ocurrirá lo mismo, fijaros vosotros mismos.

En cuanto los coches empiezan a llegar allí por la mañana, van lanzadas las avispas a revisar las parrillas de los radiadores. Es curiosísimo, apenas te da tiempo a salir del coche y ya están allí rebuscando en el frontal. También puede verse como van pasando de coche en coche, aparcados en batería, y como saben, o ven, cual es la parte delantera donde están los insectos arrollados. A los ojos de una avispa reconocer la parte delantera o trasera de un coche tiene su mérito, porque no todos los coches aparcan en la misma dirección. Les va la comida en ello.

La siguiente historia transcurre al lado mismo del aparcamiento pero arriba del edificio, en la parte de fachada del Museo que se aprecia en la siguiente foto:¿Que no distinguís nada? Bueno, luego me acerco un poco más. De momento os vale con saber que allí arriba, justo bajo el tejado, hay una colmena de abejas de la miel, Apis mellifera, que se han aprovechado a placer del nuevo jardín mediterráneo plantado en los alrededores.

Pero, fijaros ahora en la foto de detalle que pongo al lado. ¿Veis la mancha que baja por el lateral izquierdo del relieve en forma de columna? Pues es miel. Un buen día de julio empezó a chorrear por la fachada con una anchura entre 30 y 50 cm, llegando hasta el suelo para formar un buen charco. En la primera foto apenas se aprecia porque se ha limpiado, pero arriba, donde no se llegó en las tareas de limpieza, aún permanece.

Como la altura era más que considerable se avisó a los bomberos, no había forma de llegar hasta allí con seguridad. Se pensaba que un apicultor pudiese retirarlas, pero el diagnóstico fue muy malo, la colmena estaba en las últimas y por eso las abejas no fueron capaces de retener la miel acumulada. De otro modo ellas mismas se habrían encargado del taponado y reparación.

José María, compañero que además de carpintero en el Museo es apicultor, siguió todo el proceso y las ha vigilado con cariño, me dice que ya casi no se ven obreras entrar y salir, la reina ha debido morir. No ha habido opción de nuevas reinas y zánganos, la fecha se pasó, no hemos podido decir: La reina ha muerto... ¡Viva la reina!

Y por cierto, a ese panal de rica miel tampoco han acudido cienmil moscas, ni una ni dos, que yo haya visto.

13 comentarios:

  1. Curioso lo de las avispas. Ignoraba que pudieran comer otros insectos, y menos de forma tan activa.

    En el jardín de mi hermano, un jardín pequeñito muy cerca de mi casa, hace un par de años tambien se montó un panal de abejas, muy grande, como mi cabeza (enorme) solo que colgando de un gran mirto que flanquea la puerta de entrada y que con el peso hizo bajar las ramas hasta situarlas a la altura de la cabeza.
    Si alguno entraba despistado, embestía el panal con la cabeza.
    Pero cuando nos debatiamos si quitarlo de dia ó de noche, un amigo apicultor terminó llevandoselas y todos tan contentos.
    Todavía no entiendo como hicieron semejante panal en tan poco tiempo, pero nunca he visto uno tan grande y de tan rápida construcción.

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  2. Ahora resulta que en el museo, además de paneles, hay panales. Lo de la miel, tremendo, jamás había visto una cascada semejante.

    Y en cuanto a las avispas, ahora carroñeras de coches, quedo perplejo.

    Sigue sorprendiéndonos, Jesús. No puedo ni imaginar qué será lo próximo, pero ya estoy aguardando.

    Un abrazo.

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  3. Si Trébol sí, las avispas comunes son fundamentalmente carnívoras e incluso depredadoras. lo que no les impide comer alimentos ricos en azúcares como frutas y néctar de flores de vez en cuando.

    Javier, lo siguiente será lo que los bichos quieran... o plantas, aunque eso prefiero dejártelo a ti.

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  4. Había tenido conocimiento del oportunismo de lavanderas y gorriones, acerca del aprovechamiento de tan curioso escaparate alimenticio. Estas aves, cuando aparcaba un vehículo, acudían raudas a sus respectivas parrillas, dando buena cuenta de su cargamento alimenticio.
    Me deja atónito semejante capacidad la de nuestra avispa, (aunque no me sorprende su perseverancia en la búsqueda de alimento) de aprender me imagino, por observación continuada, la explotación de este nuevo recurso ofrecido de manera tan oportuna como abundante y, de fácil captura.
    Esto de las avispas es un auténtico filón.
    Saludos

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  5. Seguro que las avispas saben hasta la hora en la que se aparcan los coches en su zona para no tener ue estar esperando mucho tiempo.
    Yo he viso a los gorriones hacer eso y limpiarte la parte delanterar del coche de mosquitos, coleópteros y demás fauna invertebrada.

    Respecto a la colmena, ya les vale con los árboles hermosos que parece que hay creciendo en las cercanías, seguro que hay más de un hueco en algún tronco donde crear la colmena mejor que en el edifico, como se ha hecho toda la vida, dede luego es que ya no respetan las tradiciones ni las abejas, jejeje.

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  6. Es verdad que a primera hora se ven más avispas que después, pero no te puedo asegurar nada, porque por desgracia no puedo pasarme el tiempo en el jardín. Auqnue con gusto me instalaba allí el despacho
    Curiosamente, no recuerdo haber visto pájaros consumiendo insectos de los coches.
    Sí que hay bastantes árboles, pero no debe haber muchos huecos porque incluso un carbonero ha anidado este año en un agujero de la fachada del edificio.

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  7. Alucinante la llamada de lo salvaje en las puertas mismas del museo. Habrá que tener cuidado. Podéis aprovechar para hacer hidromiel para las fiestas, igual sale algo decente. Sobre las avispas, ¿no es posible que esté simplemente haciendo una bola de carne para alimentar a sus larvas, que son las que yo tengo por verdaderamente carnívoras en comparación con sus frugívoros y nectarívoros padres? Aguardando tu próxima sorpresa museística, saludos naturalistas, Jesús.

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  8. En efecto, Naturalista, el cuerpo de la mariposa duró dos viajes, en uno se llevó la cabeza y tórax y en el otro el abdomen. Posiblemnte la llevase al nido para alimentar a las larvas.

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  9. Qué curioso lo de la miel chorreando por la fachada. Qué cosas.

    De las avispas qué voy a decir. Buena cuenta estaban dando el sábado de un plato de jamón serrano que sacón un amigo como aperitivo. Se caian hasta de espaldas porque no podian ni con los trozos que nos "robaban". Me gusta mirarlas. Me alucinan todos estos bichillos, tan pequeños pero con una vida tan intensa.

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  10. Hoy me he acordado de esta entrada al observar el mismo comportamiento de las avispas revisando el parachoques de los coches aparcados. ¿Habrán aprendido ellas mismas que es un buen territorio de caza? Interesante comportamiento...

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  11. Hala, nunca me había fijado en eso de las avispas. Acabo de aterrizar en tu blog y la historia de las avispas y las abejas me ha impresionado.

    Sigo buceando.

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  12. Es verdad, Naturalista, una vez que ya sabes que eso ocurre puedes observar el mismo comportamiento en muchos lugares.
    Sí, Mamen, cada especie de abeja o avispa que decubres tiene un tama interesante y diferente que mostrar. Pero lo mismo ocurre con otros "bichos", la cuestión es dedicarles el tiempo suficiente.
    Saludos.

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  13. Hola "Anónimo" muchas gracias, pero la próxima vez, aunque publiques como Anónimo, me gustaría que firmases. Siempre es más agradable responder a un nombre, sobre todo si el comentario es positivo.

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