Tablas de Daimiel, Ciudad Real
Tanto en la exposición sobre Biodiversidad que hice hace unos años para la Caja de Ahorros del Mediterráneo como en la que ahora estoy preparando para el Museo donde trabajo, incluimos una sección dedicada a las razones por las que hay que conservar la Biodiversidad. A los que estamos tan inmersos en estos temas nos parece mentira que aún haya que explicarlo, pero las noticias diarias nos demuestran que sí, que es necesario.
Y todas las razones que se usan para conservar la Biodiversidad pueden aplicarse a las zona húmedas, así que aprovechando que el 2 de febrero es el Día Mundial de los Humedales, he decidido hacer esta pequeña recopilación.
Marismas del Coto de Doñana, Huelva.
Razones éticas. El que seamos la especie más inteligente del planeta, aunque tenga mis dudas al respecto, no nos da el derecho a extinguir especies ni ecosistemas. Por el contrario, tenemos la responsabilidad de conservarlos para que las generaciones futuras puedan disfrutarlos y tenemos la obligación de respetar a nuestros compañeros de viaje en la nave Tierra. Existe además, un compromiso con la comunidad mundial para proteger las especies migradoras que pasan una parte de su ciclo biológico en nuestros humedales, bien para la reproducción o el refugio invernal.
Salinas de Santa Pola, Alicante.
Razones estéticas. La diferencia entre las Tablas de Daimiel este último año y los secarrales de hace un tiempo hablan por sí mismos. Las puestas de sol, los bosques galería en el entorno de las zonas acuáticas, la belleza de las especies de plantas y animales no solo sirven para nuestro disfrute, sino que son un punto de atracción para el turismo, lo que repercute en las razones económicas que veremos más adelante.
Salinas de Santa Pola, Alicante.
Razones culturales y educativas. Sería imposible entender la obra de autores como Blasco Ibáñez si no se llegase a conservar la Albufera de Valencia, la obra de pintores, la artesanía local de fibras vegetales, por ejemplo. ¿Y qué me decís de la gastronomía? ¿sería posible un buen arroz a la paella? ¿O un caldero? ¿Es posible separar la cultura del ambiente natural en que se desarrolla? Y todo ello ¿no es imprescindible para entender nuestra historia y nuestros orígenes? Los humedales están íntimamente entrelazados con nuestra identidad.
Archibebe común, Tringa totanus.Charcas cerca de la playa de las Catedrales, Ribadeo, Lugo.
Razones económicas. Por si lo anterior no resulta suficiente para duras molleras que solo saben ver la ganancia económica, invitaría a un economista y a un ingeniero a que calculasen el precio de la depuración de agua e incluso de la producción del oxígeno que respiramos. ¿Cuanto puede costar, y está costando, en infraestructuras restaurar el nivel de agua perdido por la explotación irracional de los acuíferos? ¿Que van a producir los suelos totalmente salinizados dentro de unas décadas?
Tritón pigmeo, Triturus pygmaeus. Orilla de charca temporal en Manzanares el Real, Madrid.
Un humedal hermoso y bien conservado es un atractivo para determinado tipo de turismo que bien encauzado es sostenible y muy rentable para los pueblos del entorno. Igual que en África se está demostrando que un elefante vivo aporta muchos más beneficios que el valor de sus colmillos. Lo malo, es que como en África hay furtivos que arrebatan a la naturaleza lo que es de todos. En el entorno de los humedales hay especuladores a los que les importa un carajo que a la larga se arruinen los pueblos del entorno, mientras ellos, en connivencia con políticos corruptos, consiguen ganancias tan rápidas como las del furtivo que vende el marfil. El resultado es el mismo: Se terminan los elefantes y se terminan los beneficios del humedal. Lo que queda es un desierto. El furtivo, el especulador y el político irán a matar a la siguiente "gallineta" de los huevos de oro.
Sapo corredor, Epidalea (Bufo) calamita.
Charca temporal en Manzanares en Colmenar Viejo. Madrid.
Esta especie necesita charcas temporales para reproducirse.
Razones científicas. Aún nos queda mucho por conocer e investigar, tanto de las especies que habitan en los humedales como de la manera en que se interrelacionan. Desconocemos qué podemos aprender de ellas. Puede parecer, por poner un ejemplo, que dedicarse a estudiar los diminutos crustáceos ostrácodos es una actividad muy poco productiva, pero si resulta que estos animales se pueden utilizar como indicador de la presencia de petróleo en prospecciones geológicas, como de hecho ocurre, ¿a que el especulador lo verá de diferente manera? No sabemos si encontraremos otras utilidades egoístas (médicas, económicas o especulativas) en estos seres vivos, que tienen derecho a la vida aunque no valiesen para nada. Y si los hacemos desaparecer, nunca lo sabremos.
Escarabajo Dytiscus, uno de los más grandes escarabajos acuáticos.
charca temporal en Manzanares el Real, Madrid.
Razones de mera supervivencia. Los humedales son una pieza fundamental en el mecanismo que hace funcionar esta nave que atraviesa el espacio, llamada Tierra. Regulan el clima, depuran el agua y producen oxígeno. Quizás retirando una tuerca de aquí o un tornillo de allá, llamémosle alga, insecto o pato, la nave siga funcionando. Pero el día que a base de retirar piezas consigamos que el motor deje de funcionar, entonces no va a haber seguro que cargue con el gasto ni taller mecánico que nos salve.
Si el agua que bebemos y el aire que respiramos no son razón suficiente para animarnos a conservar los humedales, entonces no hay razones civilizadas que valgan, pero planeta de repuesto seguro que no tendremos.
Libélula Anax imperator. Estanque en mi jardín.
Ante la desaparición de masas de agua en nuestro entorno,
siempre podemos ayudar a las especies acuáticas con instalaciones lo más naturales posible.
Una buena exposición de motivos....
ResponderEliminarAsí es! Se puede decir más alto, pero no más claro. A ver si se entera más de uno.
ResponderEliminarUn saludo!
Javier
En efecto, la conservación de los humedales es vital para supervivencia de muchísimas especies.
ResponderEliminarLa perdida de un solo de estos enclaves puede ser el fin para muchas especies que lo necesitaban, perdidas a veces irrecuperables.
Un saludo
Abel
Buena reflexión... - tenemos todo por hacer, espero que no llegue el día en el que para ver la fauna y la flora tengamos que recurrir solo a los blogs y a los viejos libros...
ResponderEliminarAbrazos.
(Nota: ¿no te parece que el archibebe es una aguja...?)
Gracias a todos, por los comentarios.
ResponderEliminarAnzaga, creo que no, aunque tengo poca idea de limícolas. En otras fotos se aprecia mejor que el pico es bien recto, en esta es verdad que hace un efecto óptico extraño. Y al tener las patas hundidas parece que el pico es más largo. También es rojiza la base del pico, pero ya te digo que no tengo demasiada idea. ¡Ah! lo vi en agosto.
Luego está el tema de los espacios protegidos, porque cuando se daña un espacio así o a una especie que habita en el se está dañando un bien público que sólo mantenerlo cuesta mucho dinero. En ese caso los que dañan humedales protegidos son de los que piensan que si algo es público no cuesta nada o que tiene poco valor. Por eso es tan importante explicarle a todo el mundo todos los valores que has resaltado, y recalcar que valen dinero. Igual me estoy saliendo algo del tema, pero los que hace poco envenenaron 6 águilas imperiales ¿cuántos euros de dinero público han dilapidado? Cada águila imperial que vuela en este país vale un dineral, igual que cada lince, o cada oso o cada hectárea de humedal... Enhorabuena por el trabajo de concienciación tan importante que estais llevando a cabo.
ResponderEliminarUn saludo
Gracias Pedro. Para nada te has salido del tema. Lo que tiene que quedar muy claro es que los humedales, como todos los espacios y especies protegidas (o no) nos están haciendo un servicio. Puede parecer intangible, pero que realmente se puede valorar en mucho dinero.
ResponderEliminarLa exposición de razones, impecable...
ResponderEliminarEn cuanto al agua, esencia de estos ecosistemas, los convierte en indicadores de la salud ambiental del planeta, porque por ellos circula y en ellos se acumulan nutrientes y contaminantes.
La buena o mala salud de un humedal dice mucho de los pueblos que lo circundan, y del futuro que aguarda a esas poblaciones humanas.
Un abrazo.
Así es Javier. Y también deberían aprender, esos pueblos que lo circundan, que los humedales y su entorno sirven para controlar las riadas de las que con tanta indignación (no sin razón) se quejan que les viene un año sí y otro también.
ResponderEliminarSi hubiera más bosque galería, si no se hubiera construído en las ramblas y en los aliviaderos naturales de las cuencas hidrológicas, .... no pasarían esas cosas tan habitualmente.
Hola Jesús. Totalmente de acuerdo con todos tus argumentos. Ánimo y a seguir difundiendo la conservación de la naturaleza. Un saludo.
ResponderEliminarNosotros esta con muchas ganas que el parage del Prao, nos lo declaren humedal de interior.
ResponderEliminarGracias Enrique.
ResponderEliminarGallipato, espero que tengáis suerte ... y que se respete el nuevo estatus del Prao.
Pues ¿qué voy a opinar? Absolutamente de acuerdo en todo. Muy buenas las fotos.
ResponderEliminarSaludos!
También tengo mis dudas al respecto sobre la inteligencia de la especie humana aunque sea, eso sí, la especie más capacitada por su creatividad casi sin límites.
ResponderEliminarNos falta precisamente, la capacidad de utilizarla correctamente protegiendo adecuadamente nuestras fuentes naturales que, son a su vez, las que sustentan de manera natural nuestra inteligencia y salud.
Lastima que el negocio de todos los políticos con los espacios naturales sea el de pan para hoy y hambre para mañana. Falta mucha seriedad y honradez para sacar el mejor partido de la naturaleza.
Saludos.