O como los gorriones se aprovechan del trabajo de los carboneros para conseguir comida
Este otoño, cuando empecé a poner de nuevo alimento para los pájaros después de dejarles que se buscasen la vida en el verano, decidí instalar un nuevo tipo de comedero. Se trata de una simple bandeja a modo de plataforma abierta y mi intención es facilitar el acceso a otro tipo de aves, pues el antiguo comedero de tubo lo monopolizaban descaradamente los gorriones. Además, incluso entre ellos las jerarquías se imponen y no todos tienen igual acceso al grano.
También el nuevo comedero me permite poner otro tipo de alimentos y espero ampliar el espectro de aves que acudan a él que, por el momento, es bastante restringido. Petirrojos, estorninos, colirrojos tizones, verdecillos y mirlos, por citar unos pocos, se acercan al entorno y comen del suelo, pero no visitan el comedero.
La intención de esta entrada es volver a un tema que ya traté en otras ocasiones y es la evolución del comportamiento de los gorriones (Passer domesticus) y carboneros comunes (Parus major) desde que les facilito alimento. Al final de este texto dejo unos enlaces a entradas de otros años donde explico como los gorriones han aprendido a conseguir nuevas fuentes de alimentación imitando a los carboneros comunes.
Esto es especialmente llamativo en el caso de los cacahuetes que cuelgo de un alambre en las ramas del olivo. Los gorriones no tardaron mucho en copiar las posturas de los carboneros para acceder a las semillas.
Pero los gorriones, tal cual los observo, no son capaces de abrir las cáscaras de los cacahuetes y deben esperar a que un carbonero las abra para acercarse ellos y poder meter el pico en el agujero. En un principio los gorriones simplemente exploraban las ristras de cacahuetes buscando alguna semilla olvidada, pero en la actualidad su comportamiento es claramente un caso de cleptoparasitismo, ya que cuando el carbonero ha abierto el agujero le acosan para asustarle y después acceden a la comida.
Normalmente el carbonero intenta llevarse la semilla para comérsela tranquilamente en una rama algo alejada, pero en muchas ocasiones se le cae por el camino y allí está el gorrión para arrebatársela.
Hay pues dos formas de aprovecharse y conseguir la comida. Acudiendo al agujero ya abierto, que fue lo primero que descubrieron, y haciendo que se le caiga la semilla al suelo cuando el carbonero vuela asustado, que es una lógica consecuencia del comportamiento anterior.
La intención del gorrión es muy clara, pues mientras que el carbonero picotea con fuerza los cacahuetes, al más puro estilo pájaro carpintero, los gorriones no le molestan y permanecen en una rama algo por encima de la ristra de cacahuetes, observando. Sin embargo, se lanzan sobre él cuando ven que el párido está hurgando para llegar a las semillas.
El cleptoparasitismo se da en muchos animales, desde arañas e insectos hasta aves y mamíferos. Es bien conocido el caso de las gaviotas que se posan en la cabeza de los pelícanos, cuando tienen un pescado en la bolsa del pico, esperando a que estos lo abran para llevarlo hacia la garganta. También es cleptoparasitismo la relación entre leones y hienas cuando se arrebatan la presa recién cazada, pero no cuando carroñean los despojos ya abandonados.
Nunca había leído nada de este tipo de aprovechamiento entre estas dos especies de aves. Puede parecer que poner comida a los gorriones es una actividad banal, pero la experiencia me demuestra que sabiendo observar se pueden extraer datos interesantes sobre el comportamiento y su evolución.
Más adelante espero conseguir hacer un vídeo medianamente decente del proceso.
Las entradas (puedes pinchar sobre los títulos) donde trato sobre estos temas son:
Cletoparasitismo de gorrión sobre carbonero. Los vídeos
Cletoparasitismo de gorrión sobre carbonero. Los vídeos
Continuación de esta entrada pero con vídeos.
Donde cuento como los gorriones aprenden de los carboneros cómo y dónde comer.
Más casos de lo mismo.
Los gorriones aprovechan las bellotas aplastadas por los coches para poderlas comer. Una entrada que no tuvo eco, pero que me parece una observación muy interesante.