Quizás a algunas personas no muy puestas en zoología les sorprenda saber que las cebras no son todas iguales, sino que están repartidas en tres especies y nada menos que diez subespecies distintas. Espero que esa no sea la única sorpresa que os dé.
La nomenclatura científica de estos equinos ha sido bastante confusa, cada fuente de información nos da unos nombres diferentes. Sin embargo, con la publicación del tomo correspondiente del "Handbook of the Mammals of the World", que teóricamente cuenta con el beneplácito de la mayoría de los especialistas, espero que tengamos sus nombres estables por una buena temporada. Son los que utilizo a continuación.
Cebra de Burchell, en el Parque Kruger, Sudáfrica. |
En los siguientes dibujos, a modo de cuaderno de campo, podemos diferenciar las tres especies. Solo hay que fijarse en estas tres cosas: el grosor de las rayas en las ancas, si forman un dibujo en forma de “Y” en ellas y si las rayas llegan hasta el vientre o por el contrario la panza es blanca.
Todas las cebras pertenecen al género Equus, como los caballos y los asnos. Las tres especies son:
- La cebra de montaña, Equus zebra, en la que distinguimos la subespecie nominal, zebra, y hartmannae (de Hartmann).
- La cebra de Grévy, Equus grevyi. Sin subespecies descritas.
- La cebra de Burchell, Equus quagga, que se divide en seis subespecies vivientes: burchelli, antiquorum (de Damara), boehmi (de Grant), chapmanni, crawshaii y selousi. A estas hay que añadir la curiosa subespecie quagga, que no tenía rayas en la mitad trasera de su cuerpo, pero que se extinguió por sobrecaza. Ahora hay un proyecto que intenta recuperar las características físicas de esta cebra a partir de ejemplares selectos de las otras subespecies (*).
¿Son las rayas un carácter adaptativo?
Se ha especulado mucho sobre la utilidad del diseño rayado de las cebras. Es innegable que tiene que tener una ventaja adaptativa, porque todos los équidos autóctonos de la mitad sur de África son rayadas, si bien es cierto que todas las cebras tienen un antepasado común distinto al de los demás equinos. Las rayas, en mayor o menor grado, aparecen en casi todas las especies de la familia, como comentaré más adelante.
Se dice que las rayas pueden confundir a los depredadores en el juego de luces y sombras de la vegetación, pero la verdad es que en las sabanas abiertas, su hábitat principal, no parece tener demasiado sentido. También se ha comentado que, con la manada en movimiento, crean confusión al entrecruzarse las rayas de distintos animales. Sin embargo, otros équidos tienen depredadores y viven en hábitats similares y no tienen rayas. A mí me gusta, aunque no por ello tiene que ser más cierta, la explicación, de que confunde la visión de las moscas tse-tse. Se ha experiemntado con distintos patrones impresos y se ha visto que las moscas tse-tse se posan menos sobre superficies rayadas en blanco y negro que sobre otros diseños. Las cebras conviven con estas moscas transmisoras de la tripanosomiasis, llamada enfermedad del sueño, y son resistentes a esa enfermedad. Por eso los colonos de Sudáfrica intentaron, sin mucho éxito, su domesticación para que sustituyese a los caballos y burros.
Las cebras son negras con rayas blancas.
Sí, ya sé que puede parecer lo contrario, y que es todo un clásico esta discusión. La verdad es que los fetos de las cebras empiezan siendo de color negro. O lo que es lo mismo, la vida de las cebras comienza teniendo melanina en todo su cuerpo. Lo que ocurre es que a medida que se desarrolla empieza a actuar un inhibidor de la melanina, que es responsable de las rayas blancas, y para cuando la cebra nace ya es rayada. Es como si fuesen morenas y encaneciesen antes de nacer. O, como dice mi hija, como si las hubiesen pintado con tippex sobre la tinta negra.
Cebra de Grévy en el Parque de Cabárceno, Cantabria. |
Eso no nos debería sorprender demasiado si nos fijamos en sus cercanos parientes los caballos. Muchos caballos, de capa clara cuando son adultos como los de raza española y los lizzipanos, nacen siendo negros y según van creciendo les aparecen manchas blanquecinas, es la llamada capa torda, que se va aclarando hasta llegar al blanco pasados los años, aunque algunos quedan tordos para siempre.
Las rayas un rasgo ancestral
Cuando un carácter aparece en casi todas las especies de una familia, tiene todas las papeletas para que proceda de sus antepasados comunes. Quizás los dibujos de los primitivos caballitos de tres o de cinco pezuñas que nos muestran los libros paleontología deberían tener rayas.
Caballo de Przewalski en el Parque Faunístico de los Pirineos. |
Aparecen rayas en las patas del caballo salvaje de impronunciable nombre, Equus przewalskii, como puede verse en esta fotografía de detalle. Y también, a veces, en las patas de caballos domésticos al cruzar ejemplares de diferentes razas.
Las rayas están en las patas del caballo de Przewalski, aunque sean difíciles de apreciar. |
Los burros tienen con frecuencia una raya oscura y única en el lomo, a la altura de la cruz, aunque si la capa es oscura apenas se distingue. En los de color gris claro sí suele ser patente. También tiene rayas en las patas el asno salvaje africano, Equus africanus, antecesor de los burros.
(*) Si tienes interés en conocer el proyecto para la recuperación de la quagga, puedes verlo pinchando AQUÍ.
La verdad es que he ido de sorpresa en sorpresa, desde las distinats especies de cebras, hasta el que sean negras con rayas blancas pasando por las distintas teorías sobre su ventaja evolutiva. Muy instructivo como siempre
ResponderEliminarYo me pierdo con la adaptación de los colores en las especies y, el blanquinegro de la cebra, tan llamativo, resulta chocante a la hora de pasar desapercibido. Se supone que para mimetizarse con la hierba alta, sería una hipótesis prudente por la verticalidad del dibujo, pero, los depredadores entre la hierba es como mejor se ocultan y acechan.
ResponderEliminarCreo también que, trastornar la visión de la mosca tse-tse es una buena garantía para seguir viviendo, tan válida como la de escapar de las fauces de un depredador.
Pocos animales me sorprenden tanto como la cebra con su capricho diseño. Hace falta ser original…
Saludos.
Acabo de descubrir tu blog y me parece muy bueno. A buen seguro que vendré a visitarlo asiduamente.
ResponderEliminarLas fotos me han encantado, son animales bellísimos.
Un saludo y enhorabuena
B.
Hola Joaquín, gracias por tu comentario. Me ocurre que a veces no sé si publicar ciertas cosas porque como y estoy tan metido en ellas, pienso que todo el mundo las conoce.
ResponderEliminarJavier, yo soy de la opinión de que no hay que buscarle una razón a todos los caracteres que tienen las especies. Quizás algunos sean meras casualidades de su historia evolutiva que han heredado. Pero este diseño cebruno, es tan llamativo que no podemos evitar hacernos preguntas. De todas maneras, líneas verticales tienen muchos compañeros de hábitat de la cebra, como ñus, kudus, sitatunga,niala... bastante alejados filogenéticamente. Así que algo tendrá que ver el ambiente.
Hola Bastidas. Me alegra tener un visitante de las hermosas tierras extremeñas. ¡Menudo catálogo de plantas tienes en tu blog! Yo también te visitaré. Gracias.
Hola Jesús, que fascinante mundo de rayas, verdad. Lo peor es la perdida de estas joyas naturales. No obstante el patrón rayado es ancestral, algo similar ocurre con los lechones rayados de los cerdos ibéricos, un recordatorio de los jabalíes.
ResponderEliminarUn saludo
Abel
Hola Abel. Ya ves, eso que he aprendido, no sabía que los lechones de ibérico también tienen rayas como los jabatos. Y, ya que sacas el tema, ese diseño también se encuentra en las crías de los tapires, que son parientes muy, muy lejanos y en pequeños rumiantes de selvas africanas. Ahí sí que vemos una clara convergencia adaptativa a las condiciones del juego de luces y sombras del bosque.
ResponderEliminarHola Jesús, pues si que tienen rayas y no solo los ibéricos, la raza Duroc (sur de Francia) de capa roja también salen rayados, también en cruces de cerdo blanco con otra raza de capa negra o oscura aparecen rayones (en un % bajo). Estoy de acuerdo en la convergencia. Pienso que la elección del hábitat hace adaptarse a las especies a una serie de condicionantes que al final convergen en la elección de un patrón similar.
ResponderEliminarUn saludo
Hola
ResponderEliminarEl otro día pude observar esto que comentas de las rayas ancestrales en un burro bastante grande, de aspecto muy "rústico" valga la expresión. Da la sensación de que los criadores, en ciertas razas domésticas no han llevado a cabo una selección demasiado estricta, favoreciendo así la reaparición de estos caracteres.
Un saludo
Una lección magistral sobre cebras.
ResponderEliminarMe ha intrigado particularmente el asunto adaptativo o no de las rayas y no he podido evitar indagar un poco en lo referente a la visión de estos animales (incluidos équidos y herbívoros en general) y la de sus principales depredadores (diversos felinos y hienas). Y quizá ahí exista una posible explicación:
Los herbívoros, como cebras y caballos, poseen pupilas horizontales y por ello perciben mejor las líneas verticales que las horizontales.
Sin embargo, los felinos y las hienas poseen pupilas verticales y, posiblemente, distingan peor las líneas verticales como las de las cebras.
Tal vez sea una "cuestión de vista" a la hora de comer y ser comido.
Saludos (y espero no haberme enrayado demasiado).
Hola Javier. Claro, la selección natural de las formas y diseños son debidas en gran medida a los ojos con que los ven sus posibles depredadores. Si no comprendemos como es su visión no podemos descifrar el valor de uno u otro diseño...
ResponderEliminar... incluso para los ojos compuestos de las moscas. Je, je, ... digo tse tse.