Aún no es primavera en este rincón de la sierra baja madrileña, pero ya ha llegado la semana fantástica para los sapos que pacientemente esperaban enterrados bajo su piedra.Hace solo un par de semanas que la nieve cubría su entorno y el hielo penetraba en la tierra. Luego vino una semana de tiempo cálido y otra vez precipitaciones, pero esta vez de agua. Es la señal que los sapos necesitaban, que la humedad llegase a sus escondrijos. Fuera, en la superficie, los ranúnculos empiezan a florecer aún tímidamente, marcando en los prados inundados los pequeños arroyos por donde circula el agua. La semana final de febrero y primera de marzo, si el clima acompaña, son las ideales para iniciar la reproducción para varias especies de sapos y las ranas de San Antonio en esta zona.
Las noches son aún muy frías, apenas tres o cuatro grados por encima de cero, pero si no hace viento son las condiciones ideales para "calentar" la sangre de los machos de sapo corredor.
Si quieres saber cómo crecieron los renacuajos de estos sapos mira la siguiente entrada pinchando AQUÍ
Las noches son aún muy frías, apenas tres o cuatro grados por encima de cero, pero si no hace viento son las condiciones ideales para "calentar" la sangre de los machos de sapo corredor.
¡Ah! nuestro protagonista es un sapo corredor, cuyo nombre científico es Epidalea calamita, aunque en algunos libros se encontrará como Bufo calamita.Nuestro macho caminará derecho hacia el lugar donde estaba la charca que le vio nacer en forma de renacuajo, despreciando otras igual de idóneas que podrá encontrar por el camino. Si tiene suerte no morirá en alguna carretera, ni encontrará ninguna golosa cigüeña o algún otro depredador natural y, casi con más suerte aún, encontrará que su charca no ha sido ocupada por un polígono industrial, una nueva carretera o por una urbanización.No vale cualquier charca, debe ser de escasa profundidad porque a los sapos corredores les suspendieron en el curso de natación impartido en la escuela de la Selección Natural. Eso sí, sacaron matrícula de honor en supervivencia en ambientes adversos y oportunismo. Así, igual pueden críar en charcas de la sierra con aguas blandas, como lagunas costeras con cierto grado de salinidad.
Si el tiempo no hubiese sido tan propicio habría esperado a que se dieran mejores circunstancias, aunque sea en el mes de mayo o más tarde aún. De hecho, no todos los sapos corredores han salido estas noches a buscar pareja, otros quedaron esperando mejor ocasión. Así, si una repentina helada o sequía terminase con las puestas de estas fechas, aún hay otros dispuestos a perpetuar la especie algo más adelante.
Al llegar a la charca el sapo corredor se pondrá a cantar un "ra-ra-ra-ra" al que pronto se irán uniendo otros cantores formando un verdadero coro. Sí, un coro de sapos no es lo mismo que la superposición de cantos individuales al azar, cada uno tiene su momento de entrar en la melodía y forman una canción concreta, aunque decididamente muy monótona.El coro ayuda a que las hembras localicen el lugar de la puesta y, una vez en la charca, por los tonos de voz, las hembras son capaces de diferenciar a los más grandes y fuertes.
El macho no tiene muy buena vista e intentará montar a cualquier animal de tamaño similar al suyo. Si es otro macho ya se encargará de emitir un grito de rechazo y si es de otra especie, intentará zafarse a su propia manera.
Es posible que intente montar a una hembra ya "ocupada" y el primer macho intentará separarlo dándole unas buenas patadas y empujones.
Cuando la suerte le lleve a montar a una hembra receptiva la sujetará metiendo sus patas delanteras por debajo de sus axilas (amplexus axilar). Por eso los machos de los sapos se suelen diferenciar de las hembras por tener los brazos más gruesos y musculosos.Cuando la hembra empieza a poner los cordones de huevos el macho también coloca sus patas traseras de una manera especial, como se aprecia en la foto anterior, masajeando la parte inferior del vientre de su pareja, a la vez que derrama su esperma sobre ellos.
Así irán cambiando de posición en la charca dejando tras ellos unos larguísimos cordones dobles que, a su vez, tienen dos filas de huevos en su interior. En unos días nacerán los renacuajos que se desarrollan hasta la metamorfosis en un tiempo record, pero esa es otra historia, que llegará a su debido tiempo.
Otros datos para el cuaderno de campo:
- En la misma charca y en otras próximas estaban criando las ranitas de San Antonio, Hyla moyeri (antes llamada Hyla arborea) y los sapos de espuelas, Pelobates cultripes.
- También se dejaron ver hembras de tritón pigmeo, Triturus pygmaeus y algún gallipato, Pleurodeles waltl.
Si quieres saber cómo crecieron los renacuajos de estos sapos mira la siguiente entrada pinchando AQUÍ
Pero... ¿estas fotos son de estos días? Las de las frezas, digo. ¡Qué me gusta!
ResponderEliminarAlgunos sapos, como dices, todavía siguen bajo troncos y piedras. En mi opinión, son los más cautos, al igual que los almendros cuyas flores aún permanecen encogidas.
¡Saludos, Jesús!
Pues sí Guillermo, todas estas fotos, excepto la última, son de la noche del viernes.
ResponderEliminarGracias.
Muy bueno Jesus y muy completo todo el proceso, ni en las mejores guias lo explican asi.
ResponderEliminarUna entrada que ni el National Geographic. Con todo lujo de detalles y un inconfundible "sapo-re di charca".
ResponderEliminarEste domingo pude ver varias puestas (cordones de huevos) en charcas temporales (algunas habían tenido antes poblaciones de anostráceos) ubicadas a unos 900/1.000 m en el suroeste madrileño...Y, por supuesto, nos acordamos de ti.
Gracias Luis. Las guías tienen que ser escuetas para encontrar los datos precisos y facilitar la identificación. Aquí podemos ser más creativos.
ResponderEliminar¡Tiene huevos el caso! Javier. Los de anostráceos, que posiblemente ahora estén entre el barrillo del fondo esperando a la próxima generación. Y ahora los de anfibio, que inician su ciclo.
Te noto cierto regocijo y disfrute con el detallado historial biológico del sapo corredor. Son muy agradecidos estos anfibios para su estudio, y la verdad que, les has sacado muy buen partido. Que gusto da cuado la vida se pone en movimiento. La semana pasada, despedía con nostalgia a las grullas, y hoy, he visto al primer milano negro.
ResponderEliminarSaludos.
Hola Javier,
ResponderEliminarClaro que disfruto observando y contando la historia de los sapos corredores. Mi pasión zoológica se decanta por los anfibios, sin dudarlo, y el humilde sapo corredor siempre me ha acompañado en mis campeos herpetológicos.
Saludos.
Excelente reportaje.
ResponderEliminarPrecisamente hace un par de dias estuvimos buscando puestas donde el año pasado hubo un gran abundancia y no vimos ni uno. Claro que había mucha menos agua.
Ojala y me equivoque pero tengo la impresion de que por esta zona el declive de B. calamita y B.bufo es brutal. Empieza a resulta todo un acontecimiento encontrar una rambla con charcas repletas de renacuajos como hace muy poco tiempo. Espero equivocarme, digo.
No puedo opinar de tu zona, pero el declive es palpable en casi todas partes. Aquí en la sierra se debe fundamentalmente a la modificación del medio por construcciones varias, pero hay descensos de especies en algunos sitios difíciles de explicar.
ResponderEliminarNo es puntual, está ocurriendo en todo el mundo.
Hola Jesús,
ResponderEliminarMe llamo Manuel y soy proyecto de biólogo. Pero me considero más que eso, pues estudio biología por vocación y por pasión. Hace poco yo tuve una experiencia similar a esta, pero en la Sierra Norte de Sevilla, puesto que soy de la capital. Junto con otros compañeros de la facultad y distintas asociaciones, entre ellas la Herpetológica Española, participamos el primer seguimiento de Anfibios de la Sierra Norte organizadas por Asociación Amigos del Jardín Botánico El Robledo. Pudimos ver gran variedad de anfibios, sin embargo no llegamos a ver ranita de San Antonio. No me quiero extender más, porque lo puse hace poco en mi blog y te lo dejo por si lo quieres ver http://www.biologiaenred.com/2011/03/anfibios-de-la-sierra-norte-de-sevilla.html
El blog lo tengo de hace tiempo, pero ahora he vuelto a retomar esto de escribir.
Me ha encantado este post, y tu blog más todavía. Me lo ire leyendo poco a poco, y estaré atento a él. Somos de la misma estirpe de biólogos :)
Hola Manuel,
ResponderEliminarHe intentado comentar en tu blog pero la ventana de comentarios queda cortada y no hay espacio para la verificación de la palabra clave.
Mi comentario era este:
"Visito el blog en respuesta a tu invitación y te felicito por él, lo enlazaré y seguiré. Te animo a que no lo vuelvas a dejar durante tanto tiempo, pero lo primero es lo primero y si estás estudiando, perdona este consejo de abuelo cebolleta, pero lo primero es sacar un buen expediente.
Me llama la atención el diferente colorido del boscai respecto a los que se ven por la zona centro. Yo los he visto hacce tiempo en Sevilla y Cádiz, pero no recuerdo esa librea tan clara y con manchas tan nítidas en los laterales. Aquí son mucho más oscuros.
Saludos"
Yo soy de la AHE, de hecho soy el socio nº1 porque yo convoqué a los primeros socios para crear la Asociación.
Hola Jesús,
ResponderEliminarte agradezco que me hayas dejado el comentario, como he vuelto a arrancar con el blog no recibo muchos.
¡Que curioso que seas el socio numero 1 de la AHE! Pues en este primer seguimiento de anfibios estuvo Adolfo Marco, no sé si lo conocerás también de la asociación.
Si es cierto que el boscai tiene un color más claro, de todas formas me he dado cuenta lo que pueden llegar a variar el colorido incluso dentro de una misma especie. No sé si habrás llegado a entrar en el enlace que he dejado también en el post que dirige hacia el album de fotos de las jornadas, pero hay una foto de un sapo común con un rojo tan intenso.
Hoy he vuelto a la Sierra Norte, he hecho la ruta de las Ruinas de Munigua, he visto algunos anfibios (pintojo, comun, una meridional...) ya pondré algo en el blog, estoy esperando que me confirmen unas larvas que he visto, creo que son de corredor pero quiero que me lo confirmen para no equivocarme.
Te sigo leyendo.
Un saludo.
Muy interesante. Yo, en caso de ser sapo, seguro que no habría salido del escondrijo aún. Ya lo dice el refrán..."hasta el 40 de mayo no te quites el sayo" ;)
ResponderEliminarHe leído en otros blog el tema de los amplexus múltiples. ¿Se da en todas las especies? Incluso la hembra puede morir ante los efusivos machos en un amplexus múltiple ¿no?
Saludos Jesús!
Sí, los amplexus múltiples y los de especies distintas se dan en cualquier rana o sapo, pero no es normal que sean tan numerosos como para matar a la hembra.
ResponderEliminarUna semana después de las puestas la nieve ha cubierto las charcas, tengo que volver por allí para ver si han sobrevivido las puestas. Los sapos no saben de refranes.
Hace un par de años encontré una bola de sapos. Eran varios machos de sapo común abrazados a una pobre hembra de sapo corredor. Traté de separarlos y comprobé con estupor como uno de los machos había llegado a desgarrar el vientre de la hembra apretando con su extremidad y tenía el antebrazo entero introducido en el cuerpo del desdichado batracio. La verdad es que por la herida no salía sangre, sólo huevas, pero no creo que sobreviviese. Cosas de la naturaleza...
ResponderEliminarSaludos!
Hola Jesús,
ResponderEliminarMírate esto:
http://siare.herpetologica.es
Hola ¿Albert?
ResponderEliminarLo conozco, pero me falta disciplina, tiempo y constancia para dedicarme a introducir datos.
De todas maneras veré qué puedo hacer.
hola yo vivo en la parte serrana en el norte de la republica mexicana y en los arroyos naturales hay sapitos corredores que miden 1cm 3cm y uno que mide 8cm de la colita a la nariz, son criaturas nobless y simpaticas, quisiera saber si los que tienen 1 cm creceran hasta los 12cm o mas en caso de que los ponga en una pecera fuera de mi casa?
ResponderEliminarHola MacAren, no puedo asegurarte mucho porque aunque los llames sapos corredores, sin duda se tratan de especies diferentes a las que hay en España. Aunque supongo que sí, que terminarán por crecer como indicas.
ResponderEliminarLos sapitos después de la metamorfosis necesitan estar comiendo casi continuamente. En cautividad es complicado darles suficiente alimento. Lo siento, pero es que no soy muy partidario de los animales encerrados.
Felicitaciones por el Blog.
ResponderEliminarDesde Uruguay, América del Sur. Te cuento que también observo todo lo que pasa en mi jardín aunque no llevo un registro tan excelente como el tuyo.
en estos días tengo unos de estos sapos hibernando entre las matas de graminea. Pero reconoce mi voz y se asoma a la superficie cuando le hablo.
Saludos. Angie
Hola Margarita, muchas gracias por tus amables palabras. Puede que por la noche tus sapos se den algún paseo, es impresionante el frío que pueden llegar a soportar. Depende de la especie, pero aquí a tan solo 3ºC ya están activos a finales de invierno, en cuanto comienzan las lluvias.
EliminarYo llevo 13 años viviendo en esta casa y el jardín sigue dándome sorpresas.
Hola Jesús,
ResponderEliminarllegué a tu blog buscando información sobre los renacuajos que aparecieron en mi estanque (no demasiado lejos del tuyo, en Pedrezuela) y la cantidad de información y la pasión con que la cuentas me ha hecho sumergirme en el tema cual prudente ranita: he reservado una cuadrícula en el programa Siare y voy a comenzar (ayudado por mi hijo de 10 años -proyecto de biólogo-) a supervisar en mi zona tramos y puntos de muestreo en busca de anfibios y reptiles. Sólo quería darte mis más sinceras gracias.
Caramba, no eran ranitas, sino sapos de espuela que ya corretean por el jardín al anochecer. Espero que alguno se instale en el huerto y me ayude con las hordas de caracoles que asolan las zanahorias.
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