Otras bellezas, tanto por el plumaje como por su silueta y forma de volar, son los abejarucos. Esta especie es Merops bullockoides y la descubrimos en un talud de tierra a pocos metros del mar, en Mozambique. No tengo muy claro su ciclo biológico en el hemisferio sur, sin duda es diferente a nuestros abejarucos viajeros que pasan el invierno en África y crían en nuestro verano. Aquí era época invernal, agosto, y estaban entrando y saliendo de los nidos como si estuviesen en época de reproducción.Los martines pescadores tienen un encanto parecido al de los abejarucos, con un aire tropical y unas formas tan características que aunque la especie no tenga colores chillones, siempre es una alegría poderlos ver. Estos dos estaban muy cerca de la zona donde vimos los abejarucos, en Mozambique.
Un Cuaderno de Campo con lo que observo en el jardín de casa, en excursiones y viajes. El jardín está situado en la zona de Mataelpino, al sur de la Maliciosa en la madrileña Sierra de Guadarrama, a casi 1.100m sobre el nivel del mar. Sencillas observaciones dan lugar a explicar procesos biológicos que todos podemos descubrir en nuestro entrono más cercano. Todos los textos, fotos y dibujos, salvo indicación expresa, son propios. Espero que se solicite permiso para utilizarlas.
martes, 25 de mayo de 2010
Aves africanas (4). Abejarucos, martines y demás.
Otras bellezas, tanto por el plumaje como por su silueta y forma de volar, son los abejarucos. Esta especie es Merops bullockoides y la descubrimos en un talud de tierra a pocos metros del mar, en Mozambique. No tengo muy claro su ciclo biológico en el hemisferio sur, sin duda es diferente a nuestros abejarucos viajeros que pasan el invierno en África y crían en nuestro verano. Aquí era época invernal, agosto, y estaban entrando y saliendo de los nidos como si estuviesen en época de reproducción.Los martines pescadores tienen un encanto parecido al de los abejarucos, con un aire tropical y unas formas tan características que aunque la especie no tenga colores chillones, siempre es una alegría poderlos ver. Estos dos estaban muy cerca de la zona donde vimos los abejarucos, en Mozambique.
jueves, 20 de mayo de 2010
Cactus de Pascua
Este es el momento de buscarlas en los viveros sin temor a confundirlas y, como dije en la anterior entrada, si queremos juntarlas con los cactus de Navidad, tendremos una maceta que florecerá en invierno y en primavera.
En la foto de abajo pongo un trozo de tallo de cactus de Pascua, a la izquierda, y cactus de Navidad, a la derecha. Se ven diferentes, pero si no están uno al lado del otro no es tan sencillo diferenciarlos. Además, según el grado de hidratación y época del año tienen un aspecto un poco distinto y nos podemos confundir con facilidad.
Por último, aunque no tenga nada que ver con el objeto de esta entrada, os anuncio que el domingo apareceré en un programa de Telemadrid hablando de víboras. Se trata del capítulo titulado "Dáme veneno" dentro de la serie Instinto Animal. Se emite este domingo a las 20:15.
El tiempo no fue nada colaborador y el día que teníamos que rodar en el campo, el 30 de abril, fue cuando amaneció nevando en la Sierra, con granizo y unos vientos tremendos. Tuvimos que desistir de ir a la zona donde la víbora hocicuda (Vipera latastei) es más abundante en Madrid e ir a la desesperada a uno de los lugares donde se ha visto alguna vez, pero que es muy difícil de encontrar.
Cuando tenga copia del vídeo haré una entrada nueva y lo colocaré aquí.
martes, 11 de mayo de 2010
Otras cosas que no son patos en Daimiel
También se veían gráciles somormujos, algún aguilucho y gran número de paseriformes. Vimos varios ejemplares de garza imperial, Ardea purpurea, aunque no sé yo si lo que fotografié no era un pterodáctilo, la verdad.
Pero seguro que a la mayoría de los visitantes se les pasó un elemento fundamental en el ecosistema de las Tablas. A lo sumo verían una especie de masas anaranjadas que se desplazaban despacio, arrastrados aparentemente por la corriente del agua. Puede que alguno pensase que se trataba de suciedad. Eran verdaderos ríos dentro de la laguna, ríos de biomasa crustácea. De cerca se veía algo así:
Diminutas pulgas de agua, Daphnia sp. nos mostraban su población explosiva, que se desarrolla cuando se dan las condiciones propicias. Se reproducen partenogenéticamente, las hembras crían sin necesidad de machos, y además siendo vivíparas, produciendo hijas continuamente. Así, son la base alimenticia de numerosos organismos acuáticos, aves, anfibios, peces y muchísimos otros invertebrados. Las pulgas de agua son cladóceros, pero lo mismo suele ocurrir con otros crustáceos como copépodos, ostrácodos y anostráceos.
Esta foto es un trozo recortada y ampliada de la anterior. Cada una de las pulgas tiene un par de milímetros como mucho. Un diminuto ejército que filtra y filtra las algas que a su vez han alcanzado su propia explosión demográfica con el aporte de agua y abundante sol.
A continuación rescato un viejo dibujo de una pulga de agua en la que se pueden ver las aletas natatorias de su zona ventral y los huevos en la zona dorsal. Destaca lo curioso de las ramificadas antenas. El cuerpo está protegido por dos valvas transparentes que le dan el aspecto de pequeñas burbujas con forma de pera, abiertas en la parte media.
domingo, 2 de mayo de 2010
Los patos de las Tablas de Daimiel
A continuación y sin más literatura, la lista de especies:
Tarro blanco, Tadorna tadorna.
Malvasía, Oxyura melanocephala. Una de las pocas fotos que he podido hacer con el zoom, y que está mal de foco, pero me ha hecho tanta ilusión verla, que aquí está.
Cerceta carretona, Anas querquedula. Un precioso ejemplar macho.
Otra maravilla del diseño biológico, el ánade rabudo, Anas acuta.
Ánade friso, Anas strepera.
Tímida pareja de porrones moñudos, Aythya fuligula, que no conseguí fotografiar bien, pues no paraban de acicalarse.
Grupo de pandilleros de la misma especie atacando sexualmente a una pobre hembra. En un momento eran ocho contra una. ¡Pobrecita! Supongo que es un comportamiento anormal provocado por la cautividad y la escasez de parejas.
Y mi foto favorita de hoy, un colorado en pleno baño. El tamaño así reducido no le hace justicia.
Hacía años que no veía las tablas así, es un motivo de alegría sí, pero no de despreocupación, porque después de estas lluvias puede que venga el relajo, cuando verdaderamente el problema sigue existiendo y seguirá mientras se continúe con la política de riegos y cultivos absurdos en un campo que no es adecuado para ello.
Daimiel, como se ha dicho hasta la saciedad, debe ser el lugar donde el agua subterránea desborde y no donde se cuele como por un sumidero por más trasvases y aportes externos que se le hagan. De ser así, tendríamos algo tan artificial como la "laguna de aclimatación" poco más que un zoológico.
Ojalá lo veamos así mucho tiempo y la romería de hoy y los próximos meses, sirva para que mucha gente se sensibilice y exijan soluciones reales.