En nuestros paseos por el norte de Madrid, cuando no nos encontramos entre los pinares serranos sino en zonas más bajas, estamos acostumbrados a observar campos adehesados donde domina la encina. Son el fruto de la explotación de estas tierras para la ganadería y aunque en muchos casos esa función ya no continúe, sí que se mantiene su fisionomía. Aunque la encina sea la especie dominante y emblemática, tienen también su importancia los enebros, que para el ojo no acostumbrado pueden pasar desapercibidos entre las quercíneas. Se trata del enebro albar, Juniperus oxicedrus.
La siguiente foto está realizada en la vía pecuaria que va desde la Sierra de Hoyo hacia El Pardo. A cierta distancia no podemos distinguir unos de otras.
Por el contrario, cuando subimos a lo más alto de los pinares, compartiendo el suelo con ellos y más arriba aún, donde los pinos ya no soportan las duras condiciones que impone la altitud, allí está otra especie de enebro, el enebro rastrero o alpino, Juniperus communis var. alpina, que podemos ver tiñendo de color la última capa vegetal en las cabezas de Hierro de la siguiente fotografía.
Me gusta comparar las características y adaptaciones que diferencian a especies próximas evolutivamente entre sí pero separadas por condiciones ambientales o históricas. Más adelante haré lo propio con otras parejas que he etiquetado como "de dos en dos especies".
Ahora y para los enebros, intentaré ser ordenado, en la medida de lo posible y haré unas pequeñas fichas:
Enebro albar
Nombre científico: Juniperus oxycedrus
¿Cómo es? Arbusto o arbolillo de hasta 6m, de follaje denso, con tendencia a la forma cilíndrica, pero que con frecuenta es muy irregular, adaptándose a la forma de las rocas o modelado por el viento y el diente del ganado.
Hojas puntiagudas, pinchan y tienen dos líneas claras en las hojas.
Los frutos son bolitas verdes parduscas que se ponen rojizas al madurar.
¿Dónde se encuentra? En montañas, con frecuencia en los peores suelos, rocosos y secos.
Ciclo biológico: Perenne.
Curiosidades: Se ha utilizado para extraer, por destilación, el aceite de cada o miera. La madera es dura y se ha usado para tallar. Típica para cucharas y utensilios que forman parte de la cultura pastoril.
Igual que sus compañeras de prado, las encinas, tienen las hojas duras y pinchudas, que no deben ser plato del gusto de los ganados, pero tampoco son un recurso desaprovechado en caso de necesidad. Por eso, como en ellas, los ungulados silvestres o domésticos se encargan de realizar una poda natural que despeja las ramas cercanas al tronco bajo, dando con frecuencia la característica forma de seta. El enebro se resiste más a esa forma pues, como conífera que es, tiene tendencia a la ramificación tipo "árbol de Navidad", que queda definitivamente deformada cuando su tronco principal se daña.
Los frutos tardan al menos dos años en madurar, el primer año tienen este bonito color ...
... y tardan un año más en ponerse de color rojizo. Ahora, en pleno invierno es cuando maduran y caen al suelo. La foto siguiente está hecha el pasado fin de semana. Un excremento de zorro completamente cargado de sus pieles y semillas me indica que es también aprovechado por los raposos, igual que los escaramujos.
A la vez, otras ramas están empezando a cubrirse de flores. En los enebros hay ejemplares masculinos y femeninos. Aunque las flores apenas si se diferencian a simple vista, evidentemente los ejemplares que no tienen frutos son los masculinos.En las siguientes fotos de lupa se observan las líneas características de las hojas y el aspecto de las flores, cerradas y abiertas, cuando sueltan el polen en primavera.
Nombres científicos: Juniperus communis alpina y Juniperus communis hemisphaerica.
... y tardan un año más en ponerse de color rojizo. Ahora, en pleno invierno es cuando maduran y caen al suelo. La foto siguiente está hecha el pasado fin de semana. Un excremento de zorro completamente cargado de sus pieles y semillas me indica que es también aprovechado por los raposos, igual que los escaramujos.
A la vez, otras ramas están empezando a cubrirse de flores. En los enebros hay ejemplares masculinos y femeninos. Aunque las flores apenas si se diferencian a simple vista, evidentemente los ejemplares que no tienen frutos son los masculinos.En las siguientes fotos de lupa se observan las líneas características de las hojas y el aspecto de las flores, cerradas y abiertas, cuando sueltan el polen en primavera.
Enebros rastreros
Nombres científicos: Juniperus communis alpina y Juniperus communis hemisphaerica.
¿Cómo son? Arbustos de muy poca altura, adaptados a la forma de las rocas y rellenando grietas o pegado al suelo formando praderas. La subespecie alpina crece más pegada al suelo mientras que hemisphaerica es más alta.
Verde oscuro. Hojas pequeñas y con forma de aguja, pinchan. No tienen las dos líneas de color claro.
Frutos como bolitas verdes que al madurar se ponen negro-azuladas.
¿Dónde se encuentran? En la montaña, zonas muy altas y expuestas a los vientos, nieve y heladas varios meses al año. La variedad alpina en zonas más expuestas al frío.
Frutos como bolitas verdes que al madurar se ponen negro-azuladas.
¿Dónde se encuentran? En la montaña, zonas muy altas y expuestas a los vientos, nieve y heladas varios meses al año. La variedad alpina en zonas más expuestas al frío.
Ciclo biológico: Perenne.
Curiosidades: Los frutos se utilizan para aromatizar la ginebra. Tienen usos medicinales, contra el dolor de cabeza, mal aliento y como antiséptico en las infecciones de encías. Está contraindicado en embarazadas.
En el Puerto de Cotos, donde he hecho las siguientes fotos, los enebros comparten suelo con los pinos silvestres y con los piornos, siendo muy dominante en las zonas no arboladas y mucho más arriba que los pinos.
Por cierto, en el archivo del Museo Nacional de Ciencias Naturales se encuentra una fotografía de la Laguna de los Pájaros tomada entre los años 20 y 40 del siglo pasado. Esta laguna está situada a 2.100 metros de altitud y en ella se observa que los numerosos enebros que ahora hay, no se encontraban entonces. En el último número del periódico del Museo, Mario García París compara esta foto con una actual y comenta que posiblemente ese aumento de la especie es más debido a la suavización del clima que al descenso del pastoreo.Curiosidades: Los frutos se utilizan para aromatizar la ginebra. Tienen usos medicinales, contra el dolor de cabeza, mal aliento y como antiséptico en las infecciones de encías. Está contraindicado en embarazadas.
En el Puerto de Cotos, donde he hecho las siguientes fotos, los enebros comparten suelo con los pinos silvestres y con los piornos, siendo muy dominante en las zonas no arboladas y mucho más arriba que los pinos.
En los paseos por las cuerdas de la Sierra y las subidas a los picos, pisamos continuamente los retorcidos troncos y raíces de los enebros que quedan al descubierto debido a la erosión agudizada por los caminantes. Por eso es conveniente no ir abriendo más camino ni andar por los bordes para que no se ensanchen esas zonas de erosión. También hay que poner límites al uso de bicicletas de montaña en ciertos lugares. Es incómodo, pero es una actitud responsable con la conservación.
La cubierta de enebros facilita la vida a los anfibios, que están en peligro en esas zonas de montaña. A las lagartijas serranas, lagartos verdinegros y culebras lisas europeas y a las casi únicas poblaciones de víbora hocicuda que hay en nuestra Sierra. También topillos, musarañas y diversas aves de montaña se benefician de esta cubierta enmarañada para anidar y refugiarse de los depredadores en un entorno bastante hostil.
Entre los dos extremos, de distribución y de adaptaciones al medio, en las zonas típicas de roble melojo aunque ahora estén ocupadas por pinares, se encuentra la subespecie Juniperus communis communis, más parecido en su porte al oxicedro pero con todos los caracteres propios de su especie.
Como suele ocurrir cuando hago una entrada dedicada a plantas, Javier me ha hecho unas precisiones que me han ayudado a mejorar esta. Gracias, espero que hagas de Palaemon (nombre científico de las quisquillas) siempre que quieras.
La cubierta de enebros facilita la vida a los anfibios, que están en peligro en esas zonas de montaña. A las lagartijas serranas, lagartos verdinegros y culebras lisas europeas y a las casi únicas poblaciones de víbora hocicuda que hay en nuestra Sierra. También topillos, musarañas y diversas aves de montaña se benefician de esta cubierta enmarañada para anidar y refugiarse de los depredadores en un entorno bastante hostil.
Entre los dos extremos, de distribución y de adaptaciones al medio, en las zonas típicas de roble melojo aunque ahora estén ocupadas por pinares, se encuentra la subespecie Juniperus communis communis, más parecido en su porte al oxicedro pero con todos los caracteres propios de su especie.
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Como anécdota personal, compartida con mi amigo Javier Barbadillo, contaré que en algunas de nuestras excursiones serranas, cuando he tenido dolores de cabeza, posiblemente debidas a la altitud y a mi tensión arterial, he seguido su sabio consejo de tomar algunos frutos a modo de aspirina. No puedo decir que se me pasase el dolor, ... pero sí conseguí un estómago revuelto y que el sabor resinoso me volviese una y otra vez a la boca. Es broma, pero puestos a que me repita prefiero el bocata de chorizo, aunque no tenga tan buen aliento a campo. - ¡Oye, que lo dice don Pio Font Quer y a otros les funciona! - Y a mi, ahora en serio, no me cabe ninguna duda.Como suele ocurrir cuando hago una entrada dedicada a plantas, Javier me ha hecho unas precisiones que me han ayudado a mejorar esta. Gracias, espero que hagas de Palaemon (nombre científico de las quisquillas) siempre que quieras.
jajaja, si es que os comeis cualquier cosa!
ResponderEliminarTambien he oido algún que otro remedio a base de bayas de enebro, pero mientras me dure el recuerdo de un mordisquillo que le metí a una baya "por ver a que sabe", haré oidos sordos!
Ni que fueramos ratas! (una amigo encargado de un vivero forestal tenía jaulas de ratas a las que alimentaba con bayas de oxycedrus. Las semillas salían listas para plantar. Parece que solo los jugos gástricos ó un elevado periodo de reposo son capaces de sacar las semillas del letargo.)
Pues, a mí, como bien sabes, siempre me dio resultado mascar las bolitas del enebro rastrero. Cierto es que tienen sabor fuerte...pero a todo se acostumbra uno.
ResponderEliminarEn cuanto al aumento de los piornos en los alrededores de la Laguna de Los Pájaros, no voy a negar que pueda influir la moderación del clima de alta montaña en la zona, pero hay que considerar también el reiterado uso ganadero de esos pastizales en verano apoyado con la quema del piornal para abrir hueco al herbazal.
Y a estas alturas (de la sierra y del comentario), te envío un abrazo.
Hola Trébol, en la boca se soporta, si están bien maduras, pero mi estómago no tiene tan buena opinión del experimento.
ResponderEliminarLo sé Javier, en realidad estoy convencido de que mis problemas de dolor de cabeza en el monte, como estaban relacionados con la tensión arterial, no se quitaban con analgésicos normales. Se pasan con el tiempo, al acostumbrarse a la altitud. Desde que vivo en la sierra no me ocurre. No es lo mismo subir desde 1.100 metros que desde 500.
Gracias por todo.
¡Buena idea lo de las ratas! Supongo que también puede valer colectar cacas de zorro con semillas, aunque tienes la posibilidad de añadir otras especies de las que se haya alimentado.
ResponderEliminarOtra cosa que me llama la atención de los enebros es su capacidad de rebrotar tras los incendios. Recuerdo uno, que arrasó varios montes de enebro, y también de sabina rastrera.
ResponderEliminarAl mes siguiente, ya se dejaban ver los tiernos brotes del enebro. Las sabinas quemadas, siguen igual.
Los enebros y las sabinas, son arbustos que tienen un sentimiento especial en los paisajes que más me gustan.
Buen repaso al monte, Jesús.
Saludos.
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ResponderEliminarSi es que cuando se pasa hambre... se pasa hambre. Me acabo de dar cuenta que el árbol de los pájaros de mi casa era un enebro...
ResponderEliminarEstoy pensando cómo os irá con tanta nieve. En fin, un abrazo, Jesús, F y M, y que se echa de menos el Boalo, el campo...
Hola Olimpa, ¡que alegría leerte por aquí!
ResponderEliminarEs raro que haya enebros en los jardines, aunque los habría en las parcelas originales no se respetaron generalmente.
Por aquí hay nieve, ahora mismo está nevando, pero nos hemos ido apañando bastante bien, solo un día hemos tenido que faltar al trabajo porque las máquinas estaban por la capital y no subieron por nuestras carreteras secundarias. Eso sí, con mucho cuidadito hemos tenido que circular varios días más.
Un abrazo de toda la familia para tí y para Aurora.