A finales de febrero, para ser exactos el viernes 26 fuimos testigos de los cortejos y puestas de los sapos corredores en unas charcas cercanas al río Manzanares, antes en entrar en el término de Colmenar Viejo. Así relaté ese acontecimiento en esta entrada.
Este domingo he visto en Becerril de la Sierra renacuajos recién nacidos de sapo corredor, son hijos de aquellos otros sapos que comentaba en la anterior entrada que esperan a que la estación esté más avanzada para animarse a hacer las puestas. La verdad es que llevamos unos meses que alternan las lluvias torrenciales y los calores, quizás un poco excesivos unas y otros, pero así es, en definitiva, la primavera en el clima mediterráneo. Ojalá tengamos muchas más así en los próximos años.
Decíamos que el sapo corredor, Epidalea (antes Bufo) calamita, era un superviviente nato. Lo malo es que en el camino también hay muchas bajas.
Decíamos que el sapo corredor, Epidalea (antes Bufo) calamita, era un superviviente nato. Lo malo es que en el camino también hay muchas bajas.
Hasta el 16 de abril no pude volver a las charcas de las primeras puestas para ver cómo se habían desarrollado los renacuajos. Varios intentos de salir se vieron frustrados por el mal tiempo o por otras obligaciones, así que nos acercamos con ilusión a ver a nuestros "pupilos":
¡Horror! en solo una semana de calor algunas de las charcas ya se habían secado. En algunos lugares una especie de costra negra sobre el cieno seco era todo lo que quedaba de los renacuajos.
Pudimos identificar sapos corredores y también renacuajos de sapos de espuelas, Pelobates cultripes, que se diferencian por su color más claro, el mayor tamaño y porque la aleta dorsal es más alta y les ocupa todo el lomo y no solo la cola como en los corredores.
Subiendo el curso de un pequeño arroyo, ya seco, descubrimos que en apenas un par de centímetros de agua, aún quedaban renacuajos vivos de las dos especies. Trasladamos los que pudimos a una charca con algo más de agua y les deseamos una rápida metamorfosis para evitarles más muertes.
Pudimos identificar sapos corredores y también renacuajos de sapos de espuelas, Pelobates cultripes, que se diferencian por su color más claro, el mayor tamaño y porque la aleta dorsal es más alta y les ocupa todo el lomo y no solo la cola como en los corredores.
Subiendo el curso de un pequeño arroyo, ya seco, descubrimos que en apenas un par de centímetros de agua, aún quedaban renacuajos vivos de las dos especies. Trasladamos los que pudimos a una charca con algo más de agua y les deseamos una rápida metamorfosis para evitarles más muertes.
Curiosamente, la siguiente noche llovió torrencialmente otra vez. Bueno, pensamos, los que no pudimos salvar tienen de nuevo agua y sobrevivirán: ¡Nos equivocamos! algunas charcas se habían desbordado y arrastrado a los renacuajos dejándolos morir entre la hierba. Otros, suponemos que fueron arrastrados hasta el Manzanares, que bajaba con una fuerza inusual y ¡a saber donde habrán ido a parar! ¡si es que sobreviven!. Aún así, quedan muchos renacuajos, sanos y salvos, dispuestos a seguir perpetuando la especie.
He vuelto a ver varias charcas con renacuajos de calamita y la metamorfosis está en marcha. Casi dos meses han tardado en hacerlo, lo que es mucho tiempo para ellos, gracias a las abundantes lluvias. Algunos muestran sus patitas de atrás y otros las cuatro. Es curiosa la diferencia en los estadios de desarrollo en una misma charquita donde la mayoría, posiblemente, sean hermanos. Puede ser otra estrategia de supervivencia, que unos se desarrollen más rápido que otros de esa manaera hay más posiblidades de que alguno sobreviva, aunque también de que algunos mueran.
Los renacuajos tienen la curiosa costumbre de agruparse en determinadas zonas justo en la orilla, donde se deben acumular algas o algún otro resto que les sirve de alimento. O quizás donde encuentran temperaturas más cálidas que activan su metabolismo.
Como se puede apreciar en las fotos de más arriba los renacuajos apenas pueden distinguirse del suelo en estas charcas. Con la intención de poderles fotografiar puse unos cantos rodados de color claro y, ¡sorpresa! les gusta ese material y me han facilitado la labor extraordinariamente. Por pura casualidad les he proporcionado un lugar donde agruparse. Casi de un tirón he podido hacer fotos de varias fases de desarrollo.
Con las patas de atrás apenas crecidas...
Con las patas traseras más desarrolladas y las delanteras a punto de asomar entre los pliegues de la zona escapular... Con las cuatro patas, pero con la cola bastante larga... Y a punto de salir del agua, casi sin cola y hasta con las manchitas rojas que caracterizan a los adultos de la especie (la primera foto de esta entrada). Por cierto, que al ver la siguiente foto en el ordenador me he dado cuenta de que el sapito parece acechar a un colémbolo. En esta fase es cuando cambian la dieta y empiezan a comer pequeñísimas presas vivas y en movimiento. Anteriormente se alimentaban de algas y casi cualquier resto orgánico que caiga en la charca, incluso (y sobre todo) de sus compañeros muertos.El tamaño de los sapos corredores cuando metamorfosean es realmente pequeño. Serían una presa fácil para cualquier depredador. Nuevamente confían en el gran número de ejemplares que nacen y en enterrarse en cualquier zona húmeda en cuanto salen del agua. Fijaros su tamaño comparado con una uña. Más allá de este tamaño nunca he visto pequeños sapos calamitas hasta el par de centímetros. Sin embargo, en lagos de montaña si me he encontrado legiones de sapitos comunes, Bufo spinosus, de muy diversas tallas, bajo piedras e incluso andando por la orilla en pleno día. Había que tener cuidado para andar sin pisarlos.
Tenemos asumido que la vida de un renacuajo no es fácil, son muchos sus posibles enemigos. Los calamita se libran de algunos de ellos gracias a la temporalidad de las charcas donde viven. No tienen peces, ni larvas de grandes libélulas y escarabajos acuáticos, que están en charcas más permanentes, pero hay muchos otros insectos acuáticos que ya están activos en la temprana primavera, especialmente chinches acuáticas. También son enemigos los anfibios adultos que pueden comérselos en su fase más acuática, los tritones y gallipatos, o cuando salen del agua, cualquier sapo o rana adulta y los galápagos, donde los hay. Por supuesto, micromamíferos y aves que pululan cerca de las charcas y arroyos, se los comerán sin contemplaciones.
Pero además hay relaciones más sutiles que solo recientemente se están descubriendo. Entre renacuajos de distintas especies hay competencia química. Ante la presencia de renacuajos de otras especies, los de sapo corredor crecen menos y metamorfosean más rápido para evitar la competencia. Incluso dentro de su misma especie, se sabe que los hermanos, nacidos de una misma puesta, de alguna manera se reconocen entre sí y que, si se colocan unos cuantos renacuajos procedentes de otra puesta entre un gran grupo de hermanos, los intrusos en minoría se desarrollan peor.
Cada entrada que haces es una leccion de naturaleza. Me he encontrado bastantes veces el no poder acercarme a alguna charca por no pisar los pequeños sapitos de alrededor y nunga llegue a estar seguro de que fuesen calamitas. Un saludo
ResponderEliminarMe paso lo mismo el año pasado.... Para que no se vaciara la charquita, fui llevando agua para rellenar pero en una semana de calor inusual....se seco y quedaron todos "fosilizados" en una costra de barro.......
ResponderEliminarEste año todavía no he visto nada............
Eso de la química sí es interesante. Hiciste muy bien en trasladar a los renacuajos y, aunque algunos (bastantes) muriesen, supongo que la Naturaleza es así. Me gusta esa foto en la que salen los renacuajos sobre el guijarro, parece que están manteniendo una charla.
ResponderEliminarUn saludo.
Gracias Luis, si las lagunas a las que te refieres eran permanentes, como las típicas de montaña, casi con seguridad eran de Bufo bufo. Pero hay una manera muy fácil de diferenciarlos sin necesidad de acercarse demasiado. Los calamita corren y los bufo dan pequeños saltitos.
ResponderEliminarSylvia, la vida es dura para los anfibios en este clima, pero consiguen sobrevivir a pesar de todo. Quizás hagan alguna puesta más tardía, como han hecho en mi pueblo tras las últimas lluvias.
Je, je, Guillermo. Cuando hice la foto pensé que solo les faltaba la mesita y unas tacitas de café para animar la charla. Parte de la interacción que hay entre renacuajos es a través de las heces, ya que al alimentarse de detritos reciben restos esos restos de sus compañeros de charca a través de la misma comida.
Gracias a los tres por participar en la charla.
Pobres, qué vida más difícil. Yo también me los he encontrado, ya siendo sapines muy pequeños, como el que tienes en la foto. Realmente pequeños sí. Y todo mi afán era quitarlos del camino para que ni coches ni senderistas los pisasen.
ResponderEliminarEste año aún no he tenido oportunidad, pero sí que escuché hace varias semanas a los parteros cantando y fue un placer volver a oirlos.
Son interesantes los descubrimientos que se van haciendo con los concienzudos estudios sobre estos desprotegidos anfibios que, todavía gozan de mala reputación.
ResponderEliminarMuy interesante la entrada. Sólo el año pasado pude ver a orillas del río, legiones de pequeños sapos (Bufo bufo), buscando lugar seguro de alojamiento.
Saldudos
Hola
ResponderEliminarMuy interesante esta entrada. En el tema de la competencia y los cambios en el desarrollo del sapo corredor ¿se conocen algunas de las moléculas implicadas?
Un saludo
Gracias Pedro.
ResponderEliminarLas moléculas no, pero se sabe que está implicado un microorganismo que se trasmite por las heces. Este microorganismo es ingerido por los renacuajos pequeños e inhibe la asimilación de alimentos dificultando el desarrollo y haciendo que se tengan que metamorfosear siendo de menor tamaño.
Apasionante mundo éste de los renacuajos.
ResponderEliminarSi no lo he entendido mal, pudiera ser que el microorganismo implicado en las dificultades para el desarrollo actúe como un mecanismo preventivo: cuantos más renacuajos, más heces (y microorganismos inhibidores del crecimiento) lo que implica que los renacuajos metaforfosean antes disminuyendo la competencia entre ellos.
Simplificando:
Más heces de renacuajos = más renacuajos = más competencia = metamorfosis más rápida.
¿Es así?
Saludos, Jesús.
Sí, Javier, es así, pero con la consideración de que esa competencia es entre especies diferentes: En resumen, los B. bufo llegan antes a la charca y ponen sus huevos. Luego llegan los E. calamita y ponen los suyos, pero los de sapo común (B.bufo) ya han crecido e inhiben el crecimiento de los calamita, que tienen que hacer la metamorfosis antes y siendo más pequeños de lo que serían si hubiesen sido los únicos en la charca. ¿A que nos lleva eso? A que los corredores (B. calamita) se desarrollarán mejor si crían en las charcas temporales ellos solos. Perfecto ejemplo de selección natural.
ResponderEliminarHola Jesus,
ResponderEliminarYo estoy llevando garrafas de agua todos los dias a un charco donde hay miles de larvas de sapo corredor, a ver si consigo que salgan adelante, porque aun les queda bastante
Un saludo
Excelente blog. Se percibe que ha puesto alma, vida y corazón en su trabajo y profesión. Muchas felicidades y gracias por su aportación de conocimientos a la red a través de su blog.
ResponderEliminarEste blog es una excelente herramienta de investigación para los profesionales o estudiantes en el campo de la ciencias naturales.
Saludos desde Puerto Rico, le escribe una amante de la naturaleza.
María Rodríguez
Muchas gracias por tus palabras María.
ResponderEliminarAunque las especies de animales y plantas que suelo tratar no son las mismas que en Puerto Rico, espero que te sean útiles los conceptos.
como todas las especies de ranas de balsa. estos se adaptan pefectamente a la climatologia y se van a otra zona de mas agua aprovechando las tormentas en la tarde-noche para protejerse del sol y el aire sin secarse durante su camino
ResponderEliminarHola. Acabamos de recoger renacuajos de un charco que está próximo a secarse. Es la tercera vez que los traemos a casa pero acaban muriéndose. ¿Puedes explicarnos cuidados básicos? Les ponemos en un recipiente con agua del estanque (donde viven peces y plantas), piedras en el fondo y les damos lechuga cocida (no demasiado cocida)
ResponderEliminarHola "Anónimo". Antes de nada decirte que entiendo tu preocupación por salvar a los renacuajos, pero no se deben recoger los animales para llevarlos a casa. De hecho, son especies protegidas y está prohibido. Si puedes intenta trasladarlos a otra charca muy cercana o lleva agua a la que tienen. Con los anfibios hay muchos problemas de enfermedades emergentes y se recomienda no trasportarlos.
ResponderEliminarPero si ya los tienes en casa, lo mejor que les puedes dar es la comida para peces, especialmente la que venden en pastillas para peces de fondo. La lechuga no tiene las proteínas que los renacuajos necesitan y por eso se suelen comer los unos a los otros. como medida urgente ponles algo de jamón cocido o similar.
Suerte.
Buenos días y ¡enhorabuena por este blog tan estupendo!
EliminarQuisiera hacer una consulta. Para intentar evitar que una charca estacional se seque y los renacuajos mueran, ¿con qué agua se podría rellenar? En las inmediaciones no hay río y tampoco otras charcas lo suficientemente llenas como para poder coger agua de allí o para trasladarlos. ¿Se podría hacer con agua de grifo tratada de alguna manera para eliminar el cloro (hervida, por ejemplo y tras cierto reposo) o igualmente sería letal para los renacuajos? ¿Otras alternativas? O quizás lo mejor sea dejar que la naturaleza siga su curso.
¡Muchísimas gracias!
El agua del grifo es adecuada, pero hay que dejarla reposar al menos 48 horas sin tapar, para que pierda el cloro o 24 si tiene una fuerte aireación con un difusor de aire del tipo de los utilizados en los acuarios. Yo soy enemigo de los "anticloro" que venden, porque dependen mucho del tipo de tratamiento que tenga el agua de cada localidad y porque no me gusta utilizar productos químicos si puedo evitarlo.
EliminarSuerte para ti y los renacuajos y gracias por los halagos.
Jesús
Muchas gracias,Jesús.
ResponderEliminarFascinante el mundo de los anfibios.
Muchas ganas de volver a prospectar y compartir veladas con estos simpáticos animalitos.
A ver si coincidimos en alguna.
Un saludo!
Hola. Gracias, espero que sí, que coincidamos, no olvides decirme que eres Unknown para que te reconozca. Ja, ja, ja. ;-D
EliminarBuenas tardes Jesús y resto de contertulios. Quiero trasladaros una pregunta. Tengo un estanque en el porche de mi casa, por supuesto artificial, pero valoro muchísimo el rumor del agua y la frescura que ofrece durante los (pocos) meses de calor aquí en Cantabria. El verano pasado (2020) unos vecinitos me trajeron un montón de renacuajos recogidos en un riachuelo que discurre entre los pinares y la playa de Liencres. Tras afearle ese comportamiento que hicieron inocentemente, por supuesto, les di cobijo en mi estanque sin demasiada fe en su continuidad puesto que una vez adultos podrían enseguida colonizar otros lugares del entorno. Algunos hicieron la metamorfosis estupendamente para regocijo de los “recolectores” que frecuentan mi pequeño estanque encantados, sin embargo, hoy 19 de abril he estado limpiando el susodicho estanque y he descubierto no menos de media docena de grandes renacuajos, que meses después siguen siéndolo. Me he quedado muy sorprendida y os pregunto: le encontráis explicación a este hecho? Muchas gracias por atenderme y perdonad porque sé que no es respetuoso con la vida silvestre tenerlos en mi casa, pero no quise desairar a los niños. Salud
ResponderEliminarZxcbea, hay varias especies de anuros cuyos renacuajos pueden pasar más de un año en el agua sin hacer la metamorfosis. Los más frecuentes y que viven en tu zona son las ranas comunes y los sapos parteros.
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